"Mi artículo es claro y ninguna frase estaba equivocada..... Lo que pasó después fue una manipulación y tergiversación de mi artículo...... No he hablado con ellos por teléfono. No veo por qué. No veo qué interés tiene..... Podría haberlo publicado antes de mi artículo, y no después." Qué malos somos todos y qué bueno es monseñor Fisichella. Él lo ha hecho todo bien. El resto mal. Su artículo, magistral. Las dudas que nos ha suscitado a muchos, fruto de conciencias manipuladas. Y sobre todo, a ver a cuento de qué se nos ocurre que él, nada menos que él, va a llamar al arzobispo brasileño al que criticó. Venga, señores, ¿qué se piensan ustedes que soy yo? Un poquito de "por favor". Aquí todavía hay clases. Por un lado "yo soy ni más ni menos que el Presidente de la Academia Pontificia para la Vida". Por el otro , el arzobispo de Recife y todos los que se sintieron ofendidos y atacados por mi artículo, ante los que no pienso "rebajarme" tanto como para hacerles una simple llamada de teléfono. Pues nada, don Rino, siga usted así que el ejemplo que nos ha dado a todos en las últimas dos semanas es de los que favorecen enormemente la imagen de la Iglesia ante muchos de sus fieles. Y cada vez que por la mañana se vea delante del espejo, no olvide decirse a sí mismo lo bueno que es, lo mucho que sabe y lo piojosos que son esos brasileños, arzobispo incluido, que se dejaron la piel y su buena imagen mediática ante el mundo para defender tres vidas inocentes. Luis Fernando Pérez Bustamante