El 26 de agosto de 2018 se celebró, en la ciudad de Buenos Aires, la primera misa a cargo del obispado castrense en sufragio por las víctimas del terrorismo en la República Argentina. La iniciativa de la celebración fue resultado de la recepción paternal que monseñor Santiago Olivera, obispo castrense en la República Argentina, tuvo del pedido de Victoria Villarruel, presidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv) y de otros representantes de la misma institución para confortar en el dolor a los parientes y amigos de las víctimas.

Jesús tenía una particular cercanía con aquellos postergados –destacó en la homilía–, con los más sufrientes, los más necesitados y este camino es el que queremos recorrer sin ideologías, porque éste fue el interés de Jesús que lo demostró durante toda su vida”. Citó también a la santa carmelita Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), víctima del régimen nacionalsocialista y confinada al campo de concentración de Auschwitz donde finalmente fue asesinada por su condición de hebrea. Monseñor Olivera siente devoción por ella y refirió uno de sus pensamientos cuando ella llamaba a Dios Padre Bueno, confiando y llamándolo como padre de todos.

El 30 de septiembre se celebró la segunda misa. En esta oportunidad, el celebrante fue el padre Rubén Bonacina, quien cumplía 26 años de ordenación sacerdotal. Antes de la celebración litúrgica, Isaac Barrios, padre de familia, relató cómo Montoneros asesinó el 6 de diciembre de 1977 a su hijito Juan Eduardo, de 3 años, cuando compraba un helado con su madre. Concluyó sus palabras con dolor y pidió la ayuda de los presentes y del pueblo argentino para que el Celtyv siga luchando por los derechos humanos de las víctimas del terrorismo. También se mencionó a las víctimas asesinadas en el mes de septiembre y se rezó por justicia y consuelo para sus familias.

A propósito de la misa celebrada por monseñor Olivera el 26 de agosto le planteé algunas preguntas a Victoria Villarruel, presidente del Celtyv:

-¿Qué significado tiene para las familias de las víctimas del terrorismo que el actual obispo castrense haya celebrado la misa por su eterno descanso?

-Para las víctimas del terrorismo es sumamente importante que alguien de la jerarquía eclesial las escuche y pida por ellas en la Santa Misa. Son muchos años, décadas de olvido, y esta Misa, por humilde que pueda parecerle a varios, es un gran paso, que esperamos siga creciendo y siga ahondando en el conocimiento de esta deuda del pueblo argentino para con estos inocentes.

-Monseñor Santiago Olivera tuvo encuentros previos con el Celtyv. ¿De qué manera se comunicaron con él? ¿Cómo fue el primer encuentro? 

-Le pedimos una audiencia a monseñor Olivera, como en su momento lo habíamos hecho cuando el cardenal Bergoglio era arzobispo de la ciudad de Buenos Aires. En esta oportunidad monseñor Olivera se reunió con nosotros, vino a la oficina de nuestra entidad, la bendijo, escuchó los testimonios de algunas familias de víctimas del terrorismo y las acompañó a través de la celebración de una Santa Misa, que se realizó a fines de agosto.

-Desde los 70' hasta hace poco, las víctimas del terrorismo parece que habían sido olvidadas, como señalaste antes. La celebración de la misa por ellas parece un nuevo punto de partida. ¿Es así, efectivamente?

-Las víctimas del terrorismo llevan décadas de olvido, 35 años de democracia sin una sola medida estatal que las reconozca. Duele y cuesta pensar que hay derechos humanos para todos cuando aquí se le niegan los derechos humanos a estos ciudadanos exclusivamente por razones ideológicas. En ese sentido, la misa celebrada por monseñor Olivera acompaña y escucha a un sector de personas que fueron eliminadas de la historia y de las políticas reparatorias y de memoria en nuestro país, pero definitivamente sigue faltando que el Estado reconozca a estas personas inocentes.

-Algunos asocian la misión de Celtyv con la defensa de la represión ilegal durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional. ¿Qué podría decir al respecto?

-Celtyv tiene un objetivo muy claro y lo ha expuesto en infinidad de conferencias, entrevistas e incluso en nuestros libros como Los otros muertos, escrito por Carlos Manfroni y por mí. Nosotros trabajamos exclusivamente en la problemática de las víctimas del terrorismo y pedimos la vigencia de los tres derechos humanos anteriormente mencionados. Nuestro objetivo pretende garantizar y ampliar los derechos para estas personas que fueron salvajemente agredidas por el terrorismo y que además han sido olvidadas por todos los gobiernos democráticos. En ningún momento convalidamos las violaciones a los derechos humanos provengan de quien provengan, por eso que gobiernos democráticos sigan ignorando intencionalmente a estas personas configura una violación más a sus derechos humanos.

-Si tuvieras que resumir en pocas palabras el mensaje del Celtyv y, en particular, el de gestos concretos como el de hoy, ¿qué dirías?

-Celtyv es una asociación civil que representa a las víctimas del terrorismo, nuestro único objetivo es que sean reconocidos los derechos humanos a la Verdad, la Justicia y la Reparación, para que cada familia afectada pueda ejercer el que desee. Por supuesto estos tres derechos humanos propios de todas las víctimas del terrorismo del mundo implican la modificación de políticas estatales en las cuales se ha eliminado toda mención a las víctimas o se ha garantizado la impunidad de los perpetradores de diversas maneras. Con éste objetivo en mente, trabajamos desde hace 12 años para que los derechos humanos sean una realidad para todos. El gesto de hoy [la misa del 26 de agosto] es muy importante y siendo algunas de las víctimas muy creyentes, las ayuda a transitar su difícil camino siendo acompañados desde lo espiritual.