Os dejo aquí algunos consejos enunciados hace 21 años, justo después de la crisis bursátil de Estados Unidos y en vísperas del hundimiento del bloque socialista. Os quedaréis asombrados por la clarividencia del autor, que menciona desde los productos baratos fabricados en el Tercer Mundo a A ver si adivináis quién los escribió antes de llegar al final del artículo. La crisis actual no es sólo económica ni financiera; es también moral. Si la avaricia es buena, ¿cómo censurar a quienes abortan a sus hijos?, ¿y cómo se puede sostener una sociedad que asiste impasible a la muerte de 100.000 niños cada año? Si se les mata por hambre o por falta de recursos no nos podemos llamar desarrollados y si la causa es la comodidad o la irresponsabilidad entonces no somos humanos. “Un desarrollo solamente económico no es capaz de liberar al hombre, al contrario, lo esclaviza todavía más.” “La primera constatación negativa que se debe hacer es la persistencia y a veces el alargamiento del abismo entre las áreas del llamado Norte desarrollado y la del Sur en vías de desarrollo.” “Es menester indicar que en el mundo actual, entre otros derechos, es reprimido a menudo el derecho de iniciativa económica. No obstante eso, se trata de un derecho importante no sólo para el individuo en particular, sino además para el bien común. La experiencia nos demuestra que la negación de tal derecho o su limitación en nombre de una pretendida « igualdad » de todos en la sociedad, reduce o, sin más, destruye de hecho el espíritu de iniciativa.” “Una Nación que cediese, más o menos conscientemente, a la tentación de cerrarse en sí misma, olvidando la responsabilidad que le confiere una cierta superioridad en el concierto de las Naciones, faltaría gravemente a un preciso deber ético.” “Ni se pueden cerrar los ojos a otra dolorosa plaga del mundo actual: el fenómeno del terrorismo, entendido como propósito de matar y destruir indistintamente hombres y bienes, y crear precisamente un clima de terror y de inseguridad, a menudo incluso con la captura de rehenes. Aun cuando se aduce como motivación de esta actuación inhumana cualquier ideología o la creación de una sociedad mejor, los actos de terrorismo nunca son justificables.” “(…) el subdesarrollo de nuestros días no es sólo económico, sino también cultural, político y simplemente humano.” “La responsabilidad de este empeoramiento tiene causas diversas. Hay que indicar las indudables graves omisiones por parte de las mismas naciones en vías de desarrollo, y especialmente por parte de los que detentan su poder económico y político.” “El sistema internacional de comercio hoy discrimina frecuentemente los productos de las industrias incipientes de los Países en vías de desarrollo, mientras desalienta a los productores de materias primas. Existe, además, una cierta división internacional del trabajo por la cual los productos a bajo coste de algunos Países, carentes de leyes laborales eficaces o demasiado débiles en aplicarlas, se venden en otras partes del mundo con considerables beneficios para las empresas dedicadas a este tipo de producción, que no conoce fronteras.” “El sistema monetario y financiero mundial se caracteriza por la excesiva fluctuación de los métodos de intercambio y de interés, en detrimento de la balanza de pagos y de la situación de endeudamiento de los Países pobres.” “El desarrollo requiere sobre todo espíritu de iniciativa por parte de los mismos Países que lo necesitan. Cada uno de ellos ha de actuar según sus propias responsabilidades, sin esperarlo todo de los Países más favorecidos y actuando en colaboración con los que se encuentran en la misma situación.” “Cuanto se ha dicho no se podrá realizar sin la colaboración de todos.” Todas estas afirmaciones las hizo Juan Pablo II en la Sollicitudo rei sociales, promulgada el 30 de diciembre de 1987. Como veis, toca todos los asuntos que hoy siguen preocupándonos y que son responsables de la actual crisis: la inestabilidad del sistema financiero mundial; la corrupción en los países pobres; el intervencionismo estatal; la mano de obra esclava, desde Marruecos a China; el desarrollo limitado a su aspecto económico; etcétera. Pese a la realidad que les da trompazos, los hay que siguen creyendo en augures como el Zapatero que promete que en marzo ya se empezará a crear empleo gracias a él o a financieros como George Madoff que prometían multiplicar el dinero de sus inversores hasta el infinito como si fuese el dueño del tiempo. Por buenos y acertados que sean los consejos poco se puede hacer cuando la gente se empeña en arrojarse por un precipicio. La Iglesia de Roma y la alemana condenaron el nacionalsocialismo, pese a lo cual los alemanes votaron a Hitler. Y hoy, sin acudir a ejemplos políticos, ¿cuántos están dispuestos a prescindir, por ejemplo, de la televisión en todos los dormitorios de la casa o de las salidas de fin de semana o de los botellones? ¿Aprenderemos esta vez en cabeza propia? Pedro Fernández Barbadillo