Digan lo que digan y aunque se intente tapar el sol con un dedo, lo cierto es que en la Iglesia española hay un problema serio de comunión con los religiosos. Estos van siempre a su aire, presentándose en multitud de ocasiones como una alternativa real, y supuestamente profética, a la jerarquía episcopal, la cual aparece como retrógrada y contraria a la sociedad. Tanto la CONFER como la FERE-CECA son instrumentos efectivos de esa "otra iglesia". Y si queremos saber a quién sirve esa "otra iglesia" no tenemos más que cuál ha sido el comportamiento de la FERE en relación con Educación para la Ciudadanía. Cuando en la pasada legislatura se produjo la gran manifestación contra la LOE, la FERE jugó a un "sí pero no" en todo momento. Cuando el movimiento objetor contra la EpC empezó a ser algo más que la locura de unos pocos, la FERE insistió en que a ellos les servía una simple carta personal de la ministra de educación, en la que les garantizada el permiso para adaptar el contenido de la asignatura al ideario de sus centros. Por supuesto, en los decretos reguladores de la asignatura no aparece tal opción, de tal forma que en el momento en que el gobierno, o las comunidades autónomas, quieran exigir a los centros religiosos que se atengan estrictamente al currículum de la asignatura, esos centros tendrán que comerse con patatas su cacareado ideario. La última la acabamos de conocer hoy. El director de Pastoral de la FERE, José Antonio Solorzano, se muestra encantado con la EpC y niega que la misma suponga un intento de adoctrinamiento. Qué tío más listo es este Solorzano. Él sabe más que los padres que objetan, que los obispos que protestan, que el "ministro de Educación" del Vaticano y que un salesiano que, entre otras cosas, resulta ser prefecto de un dicasterio en Roma. Una vez más, tenemos a los pastores de la Iglesia diciendo una cosa y a un religioso, y no cualquier religioso, diciendo exactamente lo contrario. Es obvio que no estamos ante una cuestión dogmática, pero sin duda sí ante un tema importante, fundamental, clave para el futuro de la educación de nuestros hijos, que para los padres cristianos es algo vital. Es intolerable que desde la Iglesia salgan voces tan contradictorias en un asunto tan delicado. Una institución que permite que cualquiera diga lo que le venga en gana sobre prácticamente cualquier cosa no puede pretender que se la respete. Los fieles siempre la respetarán porque es su deber religioso, pero el espectáculo que da ante el mundo es patético. O se soluciona de una vez por todas el problema de los "religiosos" o la iglesia española, y me parece que no sólo la española, estará atada de pies y manos en las próximas décadas. Yo no sé cómo se puede parar ese conflicto constante. No me corresponde trazar el camino. Pero, por ejemplo, alguien debería de hacer llegar al cardenal Grocholewski y a monseñor Amato las declaraciones de este representante de la FERE y pedir instrucciones sobre qué han de hacer los obispos españoles con una patronal de colegios religiosos que, sin el menor género de dudas, parece más una quintacolumna de la ingeniería social zapateril que una institución al servicio de los fieles católicos de nuestra nación. Luis Fernando Pérez Bustamante