Según escribía este post para adelantárselo a los lectores, la Oficina de Información de la CEE ha enviado un mensaje a todos los medios para evitar las elucubraciones y filtraciones: monseñor Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, ha sido reelegido como portavoz de la CEE y secretario general. Es, de este modo, el segundo secretario general y portavoz que repite un segundo quinquenio, desde que se creó la CEE en 1966. Y la otra excepción fue, ni más ni menos, que monseñor Fernando Sebastián, quien tuvo que renunciar al año de ser reelegido cuando el Papa lo nombró obispo coadjutor de Granada. Algo que, por cierto, no parece que vaya a ocurrirle a Martínez Camino. El prelado auxiliar de Madrid tiene la ventaja de conocerse el cargo y de vivir en la capital, con lo que no hay que mover a ningún otro obispo. Eso sí, la secretaría general y portavocía, así como la presidencia, y veremos a ver el delegado de jóvenes para la CEE, recaen en Madrid. Ya se sabe qué diócesis valoran mejor, o juzgan con más peso, los obispos españoles… Cuente, monseñor, con nuestra oración. Sobre todo, para que no tenga que aguantar en estos cinco años escenas tan deplorables como las que vivió en la sala de prensa de la CEE, con ataques personales y menosprecios palmarios por parte de algunos colegas periodistas. Como un signo digno de ser tenido en cuenta, desde aquí le recordamos el Evangelio de hoy: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.» Enhorabuena y ánimo con su labor. José Antonio Méndez