“No tengo móvil, ni lo quiero tener”. Y creo que también maneja poco, o nada, la otra ventana hacie internet, el ordenador y su variante de moda, la tablet. Sin embargo, es una de las personas más seguidas en Twitter (ha superado los 12 millones de seguidores), y una de las referencias más buscadas en internet. Desde aquel 12 del 12 del 12, a las 12.00, en que su predecesor enedicto XVI publicó el primer twitter de @Pontifex, el número de seguidores de esta cuenta, en sus diversos idiomas, no ha dejado de crecer. Y Francisco ha dinamizado aún más este crecimiento. ¿Los contrarios se juntan, o por qué una persona «tan poco tecnológica» está tan presente en este mundo virtual y cibernetico?
Las causas pueden ser distintas; me fijo sólo en una característica de este Papa: se trata de un hombre sencillo, hombre de Dios, que habla a las personas sencillas, y a cuantos quieren hacerse sencillos delante de Dios. Quiere hacer presente, tangible, cercano a todos los sentidos por los que percibimos, a la Persona perfecta. Ése acercamiento utiliza los canales de comunicación del siglo XXI, pero permeados y dirigidos por el principal canal de comunicación entre personas, seres de carne y hueso: el contacto personal. Su presencia en Twitter, Internet y el mundo cibernético no se basa en estrategias virtuales, sino en la realidad real que sustenta sus gestos y palabras.
Resulta interesante leer los mensajes que Francisco va publicando. En ocasiones se trata de oraciones sencillas, casi a modo de jaculatorias. “Señor Jesús, que seamos capaces de amar como tú”. Pero la mayoría son palabras sencillas, mensajes animantes para continuar en este seguimiento de Cristo. “En las familias, es normal hacerse cargo de quien lo necesita. No tengan miedo a la fragilidad”. “¡No perdamos nunca la esperanza! Dios nos ama siempre, incluso con nuestros errores y nuestros pecados”. “Queridos hermanos enfermos, no pierdan la esperanza, ni siquiera en los momentos de mayor dificultad. Cristo está a su lado”. “Queridos jóvenes, no tengan miedo a casarse. Unidos en matrimonio fiel y fecundo, serán felices”. “Para nosotros, la Eucaristía es algo esencial: en ella Cristo quiere entrar en nuestra vida y llenarla con su gracia” ¿Alta teología? No, la teología cotidiana, de andar por casa, pero que eleva de morada en morada, siguiendo las palabras de Santa Teresa de Jesús.
De modo coloquial, podríamos decir que Francisco es “el papá” que habla con sus hijos y nietos, les muestra lo maravilloso que es Dios, el Dios cercano y lejano. Ese papá que primero ama, acoge, aprecia, enseña a vivir. ¿Y la moral? Por supuesto que la conoce, la explica, expresa claramente su postura. Pero como esa explicación es tan clara, y a la vez tan sencilla, algunos periodistas opinan que no es noticia. El fin de la Iglesia no es la moral, sino el seguimiento personal a una Persona. Cautivados por ese seguimiento, cambiará y se ajustará el actuar.
Durante esta semana diversos grupos de obispos españoles han ido al Vaticano para la visita ad limina. “Un encuentro largo y distendido, en el que el hermano mayor se reúne con los hermanos menores tratando cuestiones que afectan a la vida episcopal y a la vida de la Iglesia”. Son palabras de uno de ellos, Mons. Ricardo Blázquez, que reflejan este mismo sentimiento, después de un encuentro lleno de belleza, serenidad, afecto, lucidez.
"El Papa ha suscitado interés y esperanza en ambientes que tradicionalmente se desinteresaban por las cuestiones religiosas, incluso también en ambientes muy distantes de la Iglesia". ¿Por qué? “Probablemente porque en nuestra sociedad nos encontramos en una crisis con muchos rostros, y necesitamos personas que nos abran un poco el horizonte y nos digan que hay razones para la esperanza".