Fuentes de toda solvencia han asegurado a Religión en Libertad que el bueno de San Pedro no sabe qué hacer con la diligencia judicial del juez Garzón, de la Audiencia Nacional de España, que ha llegado ayer mismo al buzón del cielo. En la misma se requiere al apóstol que le dé una lista de los fallecidos desde tiempos de Caín y Abel hasta el Diluvio Universal, de cara a abrir un posible proceso por crímenes de lesa humanidad contra los responsables de los fallecimientos violentos durante dicho periodo. Entre los posibles testigos se encuentra el señor Noé y su familia. No se descarta que llegue otro auto del juez al mismísimo infierno para inquirir si allí reside Caín, responsable de la muerte en su día de una cuarta parte de la humanidad. Por las calles de la Jerusalén celestial hay cierta inquietud entre aquellos ciudadanos que en su día fueron absueltos de sus crímenes por parte de la autoridad competente. Más de uno ha preguntado si existe algún tratado de extradición entre el cielo y España, ya que creen a Garzón capaz de cualquier cosa. Los mártires de Paracuellos han preguntado si se sabe algo sobre el posible encausamiento de Santiago Carrillo pero, a lo que se ve, el juez español silbó distraído cuando se le preguntó sobre dicha cuestión. San Pedro ha comentado a sus allegados que se teme que el juez Garzón quiera tener arte y parte en el Juicio Universal que se celebrará al final de los tiempos, aunque considera poco probable que el Altísimo le permita tener acceso a los libros, incluido el libro de la vida, que se abrirán en dicho día. Seguiremos informando, Luis Fernando Pérez Bustamante