La última encuesta del CIS ha llamado la atención sobre la preocupación que existe por la economía. Pero había otras cosas que han pasado desapercibidas, como la pregunta que habitualmente se hace en torno a la práctica religiosa de los españoles. Los datos son estos: algo más del 2 por 100 va a misa diaria. Esto puede parecer poco, pero significa que casi un millón de españoles va a misa todos los días. A pesar de lo que nos está cayendo encima, de las criticas que recibimos, un millón, nada menos que un millón de españoles dedica todos los días media hora a ir a misa. ¡Impresionante! ¿Puede decir algo parecido cualquier partido político o, incluso, el conjunto de todos los partidos políticos? La encuesta dice más: el 15 por 100 va a misa todas las semanas y el 22 por 100 lo hace con una cierta frecuencia. Si sumamos todo, resulta que el 40 por 100 de los españoles es practicante, aunque su práctica tenga distinta intensidad. Hay que tener en cuenta, además, que en la encuesta hay un gran porcentaje que no contesta y esos, probablemente, son de los nuestros, porque los otros, como están de moda, no tienen vergüenza a la hora de decir que no son católicos. Vuelvo a repetir: es impresionante. Estos datos pueden mejorarse y hay que intentarlo. Pero a nadie le puede caber duda de que toda esa gente que, hoy en día, sigue unida a la práctica religiosa lo hace a pesar del acoso que sufre en su ambiente y que, por lo tanto, tiene un profundo convencimiento de lo que hace y un gran amor a Cristo y a la misma Iglesia. El enemigo utiliza una vieja táctica: la de hacernos creer que estamos derrotados y no tenemos futuro. Por el contrario, quien no tiene futuro es él. La victoria es y será siempre nuestra. La RazónSantiago Martín, sacerdote