El proyecto Gran Simio ha llegado al parlamento español en forma de proposición no de Ley con el fin de instar al Gobierno a que reconozca a estos animales algunos de los derechos que se les reconocen a los seres humanos: a la vida, a la libertad y a no ser maltratados. En realidad el proyecto Gran simio es un movimiento que ya tiene más de 10 años de historia y está perfectamente organizado. Tienen su propia página web, www.proyectogransimio.org y su texto fundacional es una obra colectiva publicada en España en 1998: P. Cavalieri – P. Singer, El proyecto Gran Simio. Igualdad más allá de la humanidad, Madrid, Trotta, 1998. Proponen una Declaración a modo de la Declaración de los Derechos Humanos. En el texto de esta Declaración se insiste en que la idea que les mueve es la extensión de los derechos citados a los animales no humanos, apoyados en la idea de la continuidad entre la forma de vida humana y otras formas de vida. Dicho de otro modo, que la vida de un simio y la vida de un humano no son diferentes. Peter Singer, un filósofo australiano, llega a decir que debería tener más derechos un simio adulto que un niño que no ha llegado a la madurez, ya que la vida del simio es más humana que la del niño recién nacido. Lo que realmente sustenta esta postura del proyecto Gran Simio es un concepto de vida muy particular que tiene su origen en D. Hume, Tratado de la naturaleza humana. Allí viene a decir, simplificando un poco el asunto, que lo que caracteriza a la vida humana es sentir (to feel, en una de sus acepciones). Se trata de una vuelta de tuerca al camino que ya había comenzado Descartes poniendo la esencia de la vida humana en la autoconciencia. Es decir, que posee vida humana quien siente. Desde este punto de vista se investiga si los Grandes Simios, por otra parte muy cercanos a los seres humanos en la escala evolutiva, pueden sentir: parece que sienten ciertas emociones y así lo expresan. Ahora bien, esta no parece ser la esencia de la vida humana que parece tener más que ver con otros conceptos como “información” (utilizado en el sentido propio de la biología y biofilosofía). En cualquier caso, el problema de la posible aceptación de la proposición no de Ley aprobada por el Congreso, no es sólo la adjudicación de esos derechos a los Grandes Simios sino la paralela retirada de éstos mismos derechos a los humanos que no “sientan”: embriones, fetos, niños recién nacidos, enfermos en coma, etc. Es decir, se pretende aportar más ¿razones? al aborto, la eutanasia y la eugenesia. Rafael Amo Usanos, sacerdote