Han sido necesarias estas treinta y seis últimas horas para poder calibrar y ponderar con serenidad las declaraciones con que el domingo pasado nos sorprendió, debemos confesarlo, el Cardenal Martínez Sistach en la edición del rotativo barcelonés "La Vanguardia" al asignarle un lugar de preeminencia para su foto y el titular de portada y ni más ni menos que dos páginas enteras para la entrevista en la sección de política y no en la sección religiosa como sería de esperar. La implicación pues, del rotativo del Grupo Godó en este asunto no es desdeñable como tampoco lo son los intereses políticos a los que, como es habitual en la casa con los regímenes de turno, trata de rendir servicio. Interesado, como es de lógica. Más allá de estas consideraciones preliminares, en Germinans contemplamos admirados la sutil maniobra que muy probablemente la Santa Sede a través de nuestro n.s.b.a. Cardenal, protagoniza con estos movimientos. Es posible que el objetivo último de esta jugada sea salvaguardar las posibilidades de futuro de la Iglesia en España. Sacrificar algunos elementos en aras de ello sería un mal menor, con tal de apostar por una actitud más conciliadora con los poderes públicos. También resultaría necesario presentar una imagen más ponderada que mejorase la presente perspectiva económica que estaría en entredicho a causa del rechazo “político” de muchos ciudadanos a destinar el correspondiente porcentaje a la Iglesia en su declaración de renta. Y ese rechazo, al menos por lo que respecta a Cataluña, es real y efectivo. Pero esa hipotética maniobra de la Santa Sede, sería imposible sin la figura del Cardenal Martínez, que una vez más demuestra su inteligencia y su eficaz servicio a los intereses de la Santa Sede. Intereses que convergen con los suyos propios aunque no se identifican. A Sistach lo mueven en este asunto esencialmente cinco motivaciones que pasamos a enumerar: 1º Un profundo oportunismo: Es evidente que después del rumor, aunque no confirmado cada vez más dado por hecho, del profundo malestar y disgusto del Cardenal Cañizares por la renovación del contrato a Jiménez Losantos y a Vidal, Sistach no podía estar callado. Sus amigos en Cataluña no hubieran entendido una tan pertinaz inhibición del Arzobispo de Barcelona en este particular. Esta era pues la oportunidad de salvar su propia imagen ante la izquierda, los nacionalistas y los sectores progresistas de la Iglesia en Cataluña. 2º Se trata de un oportunismo con las espaldas cubiertas: Sistach ha esperado a que Juan Manuel de Prada abriera la veda con el artículo publicado el viernes 30 en L´Osservatore Romano. Y como bien es sabido, Giovanni Maria Vian, su director, no pestañea ni imprime una hoja sin que Secretaría de Estado dé su visto bueno. Por lo cual, Sistach no pisa en falso. 3º Con todo ello, concluimos y damos por sentado que el cardenal Bertone dirige la operación, sin duda de mayor envergadura que la inicialmente previsible. Para muestra de todo ello, el inesperado e inexplicable editorial de Forum Libertas de ayer lunes. 4º Con este inestimable servicio en primer lugar a sí mismo, pero también a la Santa Sede, el Cardenal Martínez gana puntos a la hora de afianzar posiciones con vistas a su cada vez más probable nombramiento como Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, anhelada estación de llegada para cualquiera que se precie de ser un buen curial. Y esencialmente, más que pastor, el Cardenal Martínez es un eficaz funcionario eclesial y un perfecto curial, como todas aquellas personas a las que admira y emula y que si está en sus manos, promociona. 5º Con estas declaraciones Sistach pasa la mano por la cara a su querido abad Soler que tantas veces le usurpa el protagonismo no sólo en los medios de comunicación sino en los círculos eclesiásticos. No olvidemos que Sistach es un Cardenal Arzobispo Metropolitano y Soler, el superior de un convento. Con esta entrevista, que tampoco lo olvide Soler. Finalmente añadir a estos particulares, otro protagonismo. El del periodista Enric Juliana que en esta ocasión como en otras, aspira a convertirse no solo en un vaticanista sino en "el vaticanista", y para ello encuentra el apoyo que le brinda Sistach con la exclusiva concedida para la sección de Política. Con todo ello resulta dañada la figura de Oriol Domingo, el titular de la sección religiosa del diario, que después de haber servido fielmente durante cuatro largos años a Sistach con una política informativa leal a su persona y acrítica con su pontificado, recibe como pago el desdén. Se cumple así el adagio según el cual la Iglesia paga a sus más fieles servidores con el peor de los tratos. Nosotros desde Germinans, no deseamos tomar partido en una cuestión tan delicada como la que estamos considerando, a saber, la conveniencia o no de la renovación de contrato de Federico Jiménez Losantos y César Vidal. Lo que si creemos es que resulta un mal negocio (económica y moralmente hablando) servir a los enemigos de la Iglesia la cabeza de los que nunca se han mostrado como adversarios de su causa. Más bien al contrario, aún a pesar de no compartir nuestras convicciones religiosas, han evidenciado la verdad del dicho evangélico: “Los que no están contra vosotros, están con vosotros”. Pero para entender esto hay que partir de presupuestos de fe y no meramente de planteamientos oportunistas o rindiendo pleitesía a los soberanos de este mundo, ni siquiera con vistas a un posible bien mayor. Hay epopeyas que lo son porque nacen de principios. Hay otras para las que los principios solo se presumen, como algunos valores. Germinans germinabit