Vamos, vamos, ¿a quién se le ocurre? ¿qué se habrán creído los jueces del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía? ¿cómo osan plantar cara al Rey Sol andalusí, al Soberano de las tierras al sur de Despeñaperros? ¿pensarán los magistrados que la ley y los derechos de los padres bastan para parar a Chave(z o s, da lo mismo), en su intención de que la EpC en Andalucía sea el instrumento de adoctrinamiento que necesita para mantenerse en el poder cuando los niños de hoy sean los adultos del mañana? Era cuestión de tiempo que don Manuel mostrara lo demócrata que es. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA anuló el desarrollo en Andalucía de los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) referidos a ideología de género, homosexualidad y opciones vitales, argumentando que sobrepasan lo que es una enseñanza teórica y práctica de los principios democráticos de convivencia y vulneran el principio de neutralidad ideológica de los poderes públicos. Y claro, el presidente de los andaluces no está dispuesto a obedecer a la justicia y acatar esa sentencia. Ha dicho que no piensa cambiar el contenido de la asignatura. Allí manda él, mo los jueces. Si éstos osan contradecir al gobierno, sobran. A la calle con ellos. ¿Qué ocurrirá el próximo curso? ¿tendrán los jueces el valor de retirar de circulación los libros de EpC que contengan el material que ellos han censurado? ¿tendrán la mayoría de los padres católicos el coraje para objetar o sólo lo harán unos pocos? ¿facilitarán los colegios religiosos de la FERE la objeción de conciencia o seguirán vendiendo su alma para que no les amenacen con quitarles el consejo? Mucho me temo que la respuesta a esas preguntas será un "no". La inmensa mayoría de los hijos de los andaluces serán educados conforme a los deseos del gobierno socialista. No hay mejor forma de asegurar ese régimen al que algunos, sorprendentemente, llaman democracia. Falta que le añadan el apellido de orgánica. Luis Fernando Pérez Bustamante