Es sencillamente patético, vergonzante y vil que en esta España nuestra que tanto nos duele a algunos, determinadas federaciones o asociaciones de protestantes evangélicos dediquen gran parte de sus esfuerzos mediáticos a atacar a la Iglesia Católica. Cuando ni tan siquiera las asociaciones musulmanes se meten con la Iglesia Católica para reivindicar sus peticiones, estos “cristianos” no pierden oportunidad de arremeter contra el catolicismo español. Debe ser que esa es su forma de entender la fraternidad cristiana. En vez de mirar por sus intereses, levantan su voz para unirse al coro de laicistas anticlericales que quieren ahogar a la Iglesia Católica. La Alianza Evangélica Española quiere superar a Buenafuente, el de la Sexta, que a la hora de pedir a la gente que marque la casilla de la declaración de la renta a favor de las ONGs, no pierde la oportunidad de lanzar una indirecta a la campaña de la Iglesia Católica a favor de su propia casilla. Estos protestantes dicen que la campaña de la Iglesia Católica mantiene el concepto de papel recaudador del Estado en favor de una confesión religiosa y potencia que el centro de interés de la relación entre Estado e Iglesias sea prioritariamente económico. El caso es que los protestantes españoles han renunciado en repetidas ocasiones a tener su propia casilla en la declaración de la renta. Cosa que me parece muy respetable pero, ¿acaso porque ellos no quieran los católicos nos tenemos que jorobar? ¿qué comportamiento infantiloide es ese? “Yo no quiero ese juguente y si tú lo quieres, me meto contigo". Igualitos que el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. La AEE es un ejemplo de lo que le ocurre a muchos -gracias a Dios, no todos- protestantes evangélicos: son antes anticatólicos que cristianos. Y estos asoman cuando más daño creen que pueden hacer a la Iglesia. Ciertamente son poquísimos los españoles a los que les importa un pimiento lo que diga la AEE, pero no tengo la menor duda de que los anticlericales de turno se valdrán de los argumentos de estos “cristianos” en su campaña de descristianización de España. Por cierto, una de las cosas que más les disgusta es que la Iglesia Católica hable de sí misma como “la Iglesia". PEro es que resulta que el Credo afirma que existe UNA sola Iglesia. No diez, no doscientas, no miles: UNA. Y de la misma manera que los protestantes tiene derecho a tener su propio concepto sobre lo que es esa Iglesia, la Iglesia Católica puede, debe y tiene que afirmar de sí misma lo que cree. El que los protestantes no crean que la Iglesia Católica sea “la Iglesia” no puede implicar que ésta renuncie a lo que lleva enseñando sobre sí misma desde hace siglos. A saber, que ella es, o en ella subsiste, la Iglesia de Cristo. La actitud de la AEE es tan ridícula como si la Iglesia Católica protestara porque la propia AEE se llamara así misma evangélica, dado que el catolicismo no cree que el protestantismo es realmente fiel a los evangelios. El protestantismo español haría bien en desprenderse de una vez de este tipo de actitudes, que a los ojos de muchos españoles son sectarias y fruto de un complejo de inferioridad mal disimulado. Han pasado más de tres décadas desde que la democracia llegó a este país y el protestantismo español sigue ostentando el record de ser el que menos peso estadístico y social tiene en todos los países occidentales. En ningún país europeo hay menos protestantes que en España. Y cualquier país de Latinoamérica tiene más porcentaje de protestantes que la patria de los Reyes Católicos. Si yo fuera protestante me preocuparía más por esos datos que no por lo que la Iglesia Católica haga o deje de hacer para conseguir financiarse. Luis Fernando Pérez Bustamante