Signos esperanzadores en Cataluña Cierto es que la alarma ha saltado en los últimos años en Cataluña a raíz del significativo descenso en el número de niños bautizados; en el aumento de matrimonios civiles, en detrimento de los canónicos; en la mengua de seminaristas o en la minoración de la cifra que representa la cruz en el impuesto de la renta dedicado a la Iglesia Católica. Pero a veces hace falta descender hasta el abismo para resucitar con más fuerza. Algo de esto podría estar pasando en Cataluña. En los últimos tiempos están aflorando una serie de signos que nos permiten albergar un cierto optimismo e ilusión. Vamos a hablar de tres de ellos: El primero es la creación del
seminario de Terrassa. Que en unos tiempos tan desérticos en vocaciones, un Obispo nuevo, en una
diócesis recién inaugurada, se atreva a crear un Seminario de la nada, es una noticia de una gran magnitud. En el primer año ya tenía 19 seminaristas nuevos. En su segundo año, ya cuenta con 28 estudiantes. Va a ser, sin ninguna duda, el semillero vocacional del futuro en Cataluña. La mano del
Obispo Saíz Meneses ha contribuido sin lugar a dudas no solo al audaz paso de su nacimiento, sino al impulso que ha cogido desde su misma fundación. El segundo de esos signos es el movimiento
e-cristians. Un movimiento esencialmente laico, nacido en Cataluña y de incidencia básicamente local, pero que ha adquirido una relevancia tremenda. No se trata únicamente de su enorme poder de convocatoria, evidenciado en el acto a favor de la familia cristiana del pasado día 27 de Enero, sino de su significativa actuación en relación con la trama abortista que giraba alrededor del doctor
Morín y la clinica Ginemedex. Porque hay que decirlo claro y alto: Sin la labor tesonera, machacona y
constante de e-cristians, seguiría abierta la clínica y seguirían cometiéndose los hórridos abortos que perpetraba el hoy procesado Doctor
Morín. Después de publicarse unos reportajes en el Sunday Times y en una televisión pública danesa que revelaban la burda carnicería que se había instalado en la clínica Ginemedex, E-Cristians presentó denuncias ante la Generalitat, el gobierno central y el propio Colegio de Médicos. Todas fueron al cubo de la basura, hasta que se decidieron a interponer la correspondiente Querella Criminal y conseguir la detención del Doctor
Morín, su esposa y sus colaboradores en el pasado mes de Noviembre de 2.007. A los tres años de haber explotado el asunto en la prensa extranjera. El tercer signo de esperanza ha sido el nacimiento de un verdadero hito en la Red: La web Germinans germinabit (
http://www.germinansgerminabit.org). Una página web en la que colaboran sacerdotes y laicos de la diócesis de Barcelona, que ha supuesto un aldabonazo en un sector que ni se había asomado siquiera a las nuevas tecnologías, ni había conseguido una voz crítica con la suficiente resonancia. Los ya llamados “
cachondos del germi” han tirado con bala contra un anquilosado sector eclesial que es el verdadero responsable del estado anémico de la iglesia catalana. Pero el aire fresco de esa web no está reñido con el rigor de sus artículos, la preparación de sus contenidos e incluso con la erudición de la historia de la liturgia de
Dom Gregori María, cuya sección es vista y recogida por todos los confines. Además, debe recalcarse que tanto daño ha hecho esta página en los medios progresistas que han circulado listas negras de sacerdotes e incluso han corrido rumores de interposición de acciones judiciales contra sus miembros. Nada han conseguido, en Mayo va a cumplir un año y sigue con más vitalidad y ánimo que al principio. Tres signos esperanzadores, de muy distinto signo y relevancia, pero tres signos que permiten albergar la ilusión de que no todo está perdido, sino que - quizás minoritarios, pero con una fuerza y valía nada desdeñable- los católicos catalanes van a exteriorizar de una forma inequívoca y valiosa su testimonio en los próximos años.