"Quien se embarca en la nave del respeto a la vida no es un náufrago que va a la deriva; es, más bien, un pasajero intrépido que sabe dónde tiene que ir y cómo mantener firme el timón en la justa dirección". Albert Schweitzer.

Debemos tomar conciencia del trascendental paso que se va a dar en España con la profunda reforma a la actual Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo, anunciada por los ministros de Justicia y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alberto Ruíz-Gallardón y Ana Mato, en la que se garantizarán los derechos del concebido y se establecerán medidas para la protección de la mujer y la maternidad, sustituyendo la actual ley de plazos por otra de supuestos en que el aborto continuará despenalizado.

Aún compartiendo con todas las personas de buena voluntad y dos dedos de frente que ninguna ley, -ni la anunciada por el actual gobierno ni cualquier otra-, puede legitimar en ningún supuesto la muerte violenta de un inocente, justo es reconocer y alegrarse por el sustancial avance que en favor de la vida y, -no lo olvidemos-, de las mujeres y la maternidad, se va a dar después de casi treinta aciagos años para la vida de los más indefensos en España.

Desde 1985 hemos contemplado cómo las víctimas del aborto aumentaban progresivamente hasta alcanzar la estremecedora cifra oficial en 2011 de más de un millón y medio de personas, lo cual ha generado una debacle demográfica de gravísimas y profundas consecuencias económicas para el futuro de todos, y un doloroso drama de difícil reparación para esas madres a las que el conjunto de la sociedad abandonó durante muchos años a su suerte, induciéndolas a creer que no tenían otra alternativa a sus dificultades que la falaz "solución" del aborto.

España será pionera en el mundo por su reacción y haberse puesto a la tarea de hacer ese urgente examen de conciencia individual y colectiva en torno al suicidio demográfico que ha supuesto, prácticamente en la totalidad del planeta, la denominada "cultura de la muerte" que alentada y financiada fundamentalmente por distintos organismos privados y públicos desde los EEUU, ha precipitado a nuestro país y al conjunto de Europa a tener que habérselas con las demoledoras consecuencias económicas y morales derivadas del invierno demográfico en que estamos actualmente sumidos.

Y eso ha sido posible gracias a la poderosa suma de los granitos de arena que las personas razonables, informadas y buenas como usted, han ido sembrando durante años para despertar la conciencia de sus conciudadanos y de sus dirigentes, hasta lograr que algo que parecía imposible no hace mucho tiempo se vaya a convertir en una luminosa realidad dentro de muy poco, devolviendo la esperanza en España y en el resto del mundo a millones de mujeres que volverán a ver en la maternidad y en la vida de sus hijos una de las más hermosas razones para la existencia y, por supuesto, la garantía del futuro de los pueblos a los que pertenecen.

Granitos de arena consistentes en colaborar y apoyar a numerosas organizaciones que como la Fundación RedMadre (www.redmadre.es) en toda España, ponen lo mejor de sus voluntarios, socios, suscriptores y amigos, para que las madres embarazadas rodeadas de dificultades no se sientan solas ni abandonadas, así como para sensibilizar a los españoles en defender la vida en el ámbito de sus vidas privadas y profesionales, animándoles también una vez al año a acudir y estar presente en las convocatorias unitarias por la vida que en todas las ciudades de España se celebran en el Día Internacional de la Vida, bajo el lema "Sí a la Vida".

Un "Sí a la vida" de los españoles de buena voluntad que cambiará el mundo, y que se celebrará de nuevo el próximo día 24 de marzo en Madrid y en otras ciudades de España (www.sialavida25m.org). Un "Sí a la vida" sembrado en las conciencias y los corazones de millones de personas que progresivamente sumarán los propios a esos granitos de arena que entre todos aportaremos, -superando nuestra pereza moral e indiferencia antes las cosas que realmente importan-, acudiendo a esa concentraciones para manifestar nuestro apoyo a la vida en todos los casos y circunstancias, así como a la mujer y la maternidad en todo momento.

Conscientes de que la defensa de la vida y la maternidad, -y con ellas del futuro de las naciones-, es un esfuerzo apasionante del que todos somos responsables, -sociedad civil y gobernantes-, acudamos una vez más con la misma paz y alegría esperanzada de siempre a decir fuerte y claro cuánto amamos la vida y cuánta admiración nos producen nuestras madres y las madres de toda España. Acudamos a festejar el paso decisivo dado por el actual gobierno y a continuar clamando a una sola voz que se debe seguir avanzando hasta lograr un día que ninguna madre embarazada vuelva a sentirse sola ni abandonada, transformando en obsoleta la más restrictiva ley del aborto que quepa imaginarse.

Están en juego millares de vidas humanas en España todos los años y millones en el mundo, como para darnos el lujo de seguir mirando a otra parte cuando quiera que ese poderoso granito de arena, hecho de una breve porción de nuestro tiempo una vez al año, se hace tan necesario como insustituible. Demos en España y para el mundo entero el ejemplo de nuestra contribución personal y participación en defensa del derecho incondicional a la vida y a la maternidad. Demos ese ejemplo de responsabilidad y visión de futuro a nuestros propios hijos, familiares, amigos y conocidos. Habremos contribuido a salvar muchas vidas y a construir poco a poco un mundo más justo, razonable y civilizado.

Antonio Torres
Presidente Fundación RedMadre