El domingo pasado Benedicto XVI lanzó un llamado a la comunidad internacional para afrontar la grave sequía que está golpeando a la población del Cuerno de África: once millones de personas que podrían morir de hambre.
Hoy el periódico “Avvenire” destaca que las Naciones Unidas han pedido mil quinientos millones de dólares: «Si la suma pesara tan solo sobre los habitantes de la Unión Europea, escribe el “Avvenire”, equivaldría a 3 euros por persona. Si añadimos a los Estados Unidos, Canadá y Australia, para permanecer dentro del Occidente, la suma se vuelve minúscula; si se incluyen los países asiáticos, ridícula».
La iglesia se ha movilizado, la Cei ha depositado un milón de euros; ayer incluso el Papa, mediante “Cor Unum”, hizo una primera donación de 50 mil euros. «La situación humanitaria en Somalia es desastroza», dijo hace pocos días monseñor Giorgio Bertin, administrador apostólico de Mogadisco y obispo de Gibuti, además de presidente de la Caritas de Somalia.
«En el sur de Somalia, había añadido Bertin, los efectos de la sequía se suman a 20 años de vacío político y conflictos. Si queremos evitar la catástrofe humanitaria hay que actuar con velocidad y con mucha atención a la complejidad del contexto».
La Caritas Italiana, que desde años trabaja en el Cuerno de África y que ha estado en estrecho contacto con las Caritas africanas, ha ofrecido su ayuda para las acciones que están por definirse ante esta emergencia.
Para ayudar se pueden enviar donaciones a la Caritas Italiana a través del Apartado Postal N. 347013, especificando en los motivos: «Carestía Cuerno de África 2011».