En la nueva Ley del Aborto, aprobada por toda la izquierda, el PNV y no sé si alguno más, podemos leer sobre los objetivos de la actuación de los poderes públicos lo siguiente: “artículo 5 e) La educación sanitaria integral y con perspectiva de género sobre salud sexual y salud reproductiva”: “artículo 8. La formación de profesionales de la salud se abordará con perspectiva de género”.
Como es lógico he intentado enterarme qué es eso de Se trata de una ideología feminista radical basada en la obra de Simone de Beauvoir y continuada en varias importantes universidades americanas. Sus ideas principales son éstas:
1º) El objetivo de esta ideología es liberar al ser humano de su biología. En esta concepción, la diferencia corpórea, llamada sexo, se minimiza, mientras la dimensión estrictamente cultural, llamada género, se subraya al máximo y se considera primaria, hasta el punto de que cada individuo escoge la sexualidad y el modo de vida que más le atrae. La diferencia entre varón y mujer no correspondería, fuera de las obvias diferencias morfológicas, a la naturaleza, sino que sería mera construcción cultural según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asigna a los sexos. En esta mentalidad, el hombre y la mujer eligen su sexo y lo podrían cambiar, cuantas veces lo estimen oportuno, porque las diferencias entre hombres y mujeres no tienen relación con las causas naturales o biológicas, sino que se deben a determinaciones sociales.
2º) El ser humano tiene que hacerse a sí mismo según lo que él quiera, sólo de ese modo será libre y estará liberado. Los seres humanos no nacen varones o mujeres, sino que se hacen varones o mujeres. Resulta justificable cualquier actividad sexual, pues serían simplemente modos alternativos de expresar la sexualidad. Homo, hetero y bisexualidad son igualmente válidas y tan solo una cuestión de preferencia. La igualdad radical es un principio básico de esta ideología que pone la sexualidad al servicio del placer y como los órganos sexuales los tenemos para algo, es decir para usarlos, alienta no sólo la masturbación, sino también las relaciones sexuales de toda clase, también entre menores, pues para eso está la asignatura Educación para la ciudadanía. Hoy ya en España un adulto puede tener relaciones con un menor de más de trece años, si éste consiente, pero supongo que habrá que modificar la legalidad, para ponerla de acuerdo con la ya legal perspectiva de género, porque si dos chicos menores pueden acostarse entre ellos y ellas, según quieran, ¿por qué no pueden hacerlo con adultos? Y en el supuesto que la chica se quede embarazada, para eso está el derecho al aborto.
3º) El matrimonio y la familia son dos modos de violencia permanente contra la mujer y por tanto instituciones a combatir. La mujer es un ser oprimido y su liberación es central para cualquier actividad de liberación. La sexualidad, para este feminismo radical, es una relación de poder y el matrimonio es la institución de la que se ha servido el hombre para oprimir a la mujer. En cuanto a la maternidad subordina a la mujer, constituyéndola en un segundo sexo dependiente del varón para complacer su egoísmo. La relación entre los sexos no se basa en el amor, sino en la lucha permanente. La revolución sexual tiene como objetivo la liberación sexual, la inhibición de todas las represiones de la sociedad contra el instinto sexual.
El fundamento ético de esta concepción es el relativismo y el marxismo aplicado a la sexualidad. Al no existir un orden real y objetivo, que todos debemos respetar, como expresó muy bien Zapatero al decirnos que la Ley Natural es tan solo un vestigio ideológico y una reliquia del pasado, somos nosotros mismos los que decidimos lo que está bien y está mal. Nuestros criterios son el egoísmo, la satisfacción de mis necesidades, lo que más me conviene, el placer hedonista. Ahora bien, si este análisis es correcto, y tengo motivos y argumentos para pensar que sí lo es, podemos preguntarnos si nuestros legisladores sencillamente no han perdido la conexión con la realidad y con el sentido común. Como dijo el entonces cardenal Ratzinger: “Todo esto, en el fondo, disimula una insurrección del hombre contra los límites que lleva consigo como ser biológico. Se opone, en último extremo, a ser criatura. El hombre tiene que ser su propio creador, versión moderna de aquel `seréis como dioses´; tiene que ser como Dios”.
Lo malo es el daño que profesores con esta ideología pueden hacer a nuestros alumnos, aunque pienso que muchos van a reaccionar pensando simplemente pero con toda razón que sus profesores se han vuelto locos, con lo que ciertamente no se mejora la educación en nuestro país.