Lo del premio Fronteras del Conocimiento del BBVA a Peter Singer es una cantada en todos los sentidos, desde el más duro (sexo, droga y rock & roll) hasta los más policíacos. En el más obvio es una cantada porque el personaje se las trae.
Entre los humanos se puede distinguir, según Singer, a los que son "personas" y a los que son "no personas". Es un apologeta del infanticidio eugenésico, de la eutanasia y del sexo con niños, animales y con muertos. Considera que compensa salvar antes a un animal sano que a un ser humano enfermo. Ha empleado su indudable talento de sofista en la defensa de la cultura de la muerte. Dice el filósofo francés Jean-François Braunstein: "Es chocante ver que uno de los manuales de ética más utilizados hoy en día, el del inefable Singer, en vez de preocuparse, como lo hacían las éticas antiguas, por lo que pueda ser una buena vida, se plantee sobre todo la pregunta de saber cómo morir, o más exactamente cómo hacer morir a los demás, a los de peor salud o a los no deseados. Los títulos de los capítulos lo dicen todo. La 'ética práctica' de Singer se plantea las siguientes preguntas centrales: '¿Está mal matar?', '¿Puede suprimirse la vida de los animales?' [spoiler: de los animales, no], '¿Se puede suprimir la vida del embrión o del feto?' [spoiler: de los fetos, sí], '¿Se puede acabar con la vida de los humanos?' [spoiler: claro]. Curiosa ética que se inclina más hacia la muerte, hacia la ethics of killing, que hacia la vida".
A todo esto, Singer es un incoherente vital, como suelen serlo. A su madre enferma la mantuvo con vida pagando una fortuna, contra todas sus tesis, que valen para las madres de los demás.
Pero el BBVA ha cantado también en el sentido de confesar en un interrogatorio. Todo premio tiene un efecto espejo. Premian a Singer "por su contribución al progreso moral", de manera que ya sabemos qué es progreso y qué es moral para nuestro banco. Y aplauden el impacto público del personaje, que, ay, lo tiene. Los premios hoy no reconocen el mérito sino lo mediático. Los medios justifican los honores y, por supuesto, como soñó Maquiavelo, el fin.
Con la cantada de Singer ha quedado expuesta la sociedad que promueven y premian los poderes contemporáneos. Lógico: también los bancos, si hay que salvar en un incendio digamos que financiero a un sistema salvaje o a las personas doloridas, escogen, como justifica Singer, al sistema salvaje.
Publicado en Diario de Cádiz.