Cientos de líderes y responsables de la Renovación Carismática Católica llegaron a Roma desde todo el mundo para el encuentro del 2 al 4 de noviembre convocado por Charis [Catholic Charismatic Renewal International Service], la entidad con sede en el Vaticano que desde 2019 busca servir y coordinar (mínimamente) a todas las realidades de esta corriente espiritual.
Las palabras del Papa en la última sesión
Este sábado por la tarde, Francisco se acercó al Aula Pablo VI del Vaticano para participar en la última sesión del evento, celebrado bajo el lema Llamados, transformados, enviados.
Tras escuchar algunas intervenciones, el Papa se dirigió a los presentes celebrando, en primer lugar, que Charis sea “una ‘ventana’ en el vasto y variado mundo de la Renovación Carismática Católica", una ventana que, al asomarse por ella, permite "mirar más allá”, "superar la propia experiencia local y reconocer la riqueza que el Espíritu Santo suscita en todas partes; en contextos culturales, sociales y eclesiales muy diferentes del propio”.
Además de multiplicar los "seminarios de vida nueva", continuó deben crearse unos "indispensables itinerarios formativos que ayuden a tener viva la gracia recibida, y sostengan un proceso gradual de crecimiento en la fe, en la vida de oración, en la conducta moral, así como la participación en los sacramentos y en la acción caritativa y misionera de la Iglesia”.
Una tarea fundamental de Charis es "promover los carismas" disponiéndolos "en favor de toda la Iglesia": "En particular, deberían valorarse siempre los carismas en pro de la evangelización y de la actividad misionera, sobre todo cuando están dirigidos hacia los que aún no conocen a Jesucristo”.
“No debe darse por supuesto", alertó también, "que una vez que se ha recibido este bautismo en el Espíritu, ya se es plenamente cristiano”: "El camino de la santidad es siempre progresivo, en la conversión personal y en el don de sí mismo a Cristo y a los demás, y no solo en el ‘bienestar espiritual’ individual”.
Por último, recordó que la tarea de Charis "no es juzgar quién es un ‘auténtico carismático’ y quién no lo es”, sino “ofrecer apoyo y consejo a los pastores, para acompañar a todos los grupos y realidades multiformes que hacen referencia a la Renovación carismática”.
Francisco, durante un momento de alabanza este sábado en Charis 2023.
Los orígenes de la Renovación Carismática Católica
La Renovación es ciertamente peculiar dentro de la Iglesia. Nació a partir de un retiro de jóvenes en 1967 en Estados Unidos, y se extendió a una velocidad vertiginosa por todo el mundo sin que hubiera autoridades detrás planeándolo.
Los grupos de oración carismática se fueron organizando con coordinadoras diocesanas y regionales. Luego surgieron en su entorno comunidades con distintos compromisos de vida, estatutos, responsables.
[Lea aquí: Así la Renovación Carismática pasó de ser 20 estudiantes a 100 millones de personas].
En 2019 el Papa Francisco, que conoció bastante de cerca la RCC en Buenos Aires, impulsó Charis como un servicio de unidad desde Roma para todo este mar de iniciativas, sustituyendo dos plataformas previas.
Pasadas más de cinco décadas, y con el apoyo de los distintos Papas, la Renovación está consolidada y su catolicidad más que probada. Se conocen sus puntos fuertes y se trabaja para mejorar sus puntos débiles. La RCC explora muchos territorios "novedosos" en la Iglesia.
Pero casi nadie se esfuerza en centralizar datos sobre ella. Por no saber, no se sabe ni cuántos católicos carismáticos hay en el mundo, pero se calcula que entre 100 y 200 millones de católicos se definirían como carismáticos o dirían que se han nutrido en la espiritualidad carismática (oración de alabanza espontánea, Efusión del Espíritu, oración en lenguas, alabar y orar con el cuerpo, música de alabanza, escucha del Espíritu Santo, ejercicio de dones y carismas del Espíritu).
Esperando a la misa en el Aula Pablo VI, carismáticos del África francófona improvisan canciones y alabanzas.
En la Iglesia hay varios movimientos eclesiales que tienen decenas de miles o cientos de miles de miembros; hay un par con más de un millón de personas. Ninguno se acerca a las decenas de millones de la Renovación. En el año 2000, un cálculo a la baja, que contaba solo a los más implicados, los que perseveran en un grupo de oración semanal, consideraba que eran unos 13 millones, de los que 11 millones estaban en Iberoamérica.
Lo que hablan los carismáticos en Roma en 2023
Un profesor universitario español que participa estos días en el encuentro de Roma explica a ReL los temas tratados. "Se ha hablado de cómo funciona el ministerio de liberación, se ha hablado mucho de alabanza, ha habido análisis pormenorizado sobre el fenómeno del descanso en el Espíritu, apuntando que puede ser algo que Dios ve como adecuado para nuestra época y la situación espiritual actual, se ha hablado mucho de parroquias y muchísimo de evangelización".
¿Y de sinodalidad? "De sinodalidad sólo se ha dicho que en el Aula Pablo VI donde celebramos el encuentro de Charis es donde se tuvieron las reuniones del Sínodo reciente", responde.
Nadie esconde los temas "raros": en el programa oficial están claros en la sesión del viernes tarde: "Profundización sobre temas controvertidos: Niveles de acción del mal, pecado, renuncia, liberación; Capacidades naturales y sobrenaturales, extraordinarias y ordinarias".
La dimensión ecuménica y mariana, desde el inicio
Patti Mansfield, una respetada veterana de la RCC, que participó en aquel retiro fundacional de 1967, ha hablado 56 años después de la importancia del carácter ecuménico de la Renovación, que nació ecuménica ya desde ese encuentro, donde una de las predicadoras fue una carismática episcopaliana que oró por aquellos jóvenes y llenó su corazón de deseo de Espíritu Santo.
Patty Mansfield, que estuvo en el retiro fundacional de la Renovación Carismática Católica en 1967, cuenta en 2023 en el Aula Pablo VI la dimensión ecuménica y mariana de aquel momento.
Pero aquel encuentro fundacional también fue mariano: la primera charla era una meditación sobre la Virgen María. Y Patty recuerda que pocas horas después de recibir la Efusión del Espíritu, abrió la Biblia buscando guía y las palabras que le impactaron y guiaron fueron las del Magníficat en Lucas 1,46-49, con María como maestra de alabanza y Dios como fuente de maravillas.
Las 3 cosas que el Papa Francisco pedía a Charis en 2019
En 2019, al crear Charis, el Papa Francisco le pidió a este organismo que intentara guiar a la Renovación en 3 líneas de acción:
- fomentar la experiencia transformadora del Bautismo o Efusión en el Espíritu Santo;
- trabajar por la unidad de los cristianos (ecumenismo, otras denominaciones);
- y trabajar en el servicio a los pobres.
Pasados 4 años, los carismáticos pueden preguntarse cuánto han trabajado estos temas. Depende de los países, Nigeria, Kenia, Filipinas, EEUU o España son muy distintas.
El servicio a los pobres suele implicar crear estructuras como asociaciones, comedores, despensas o lugares de acogida, y las coordinadoras regionales carismáticas no suelen hacer eso. Cuando un grupo de carismáticos se vuelcan en impulsar una obra social tienden a desconectarse de la corriente principal, aunque sus miembros mantengan una espiritualidad de estilo carismático. Otros crean un apostolado especializado o una comunidad nueva con estatutos y normas.
En cuanto al tema ecuménico, un ministro protestante en su intervención en la mañana del sábado dijo: "Cuando visito a mi madre, lo primero que me pregunta es '¿has hablado con tu hermano?'". También Dios quiere que los cristianos, sus hijos, aunque estén en diferentes denominaciones, al menos se hablen entre ellos, y se quieran.
Otros temas peculiares en la mañana del sábado han sido los Cursos Alpha (que tienen un elemento carismático y buscan suscitar una efusión del Espíritu), la "sinodalidad digital" (que parece relacionarse con el uso de Internet para coordinar en comunión a cristianos de países muy distintos) y testimonios de artistas con fe.
Nicky Gumbel, el pastor anglicano que durante décadas ha impulsado Alpha, explicó que en 1997 un grupo de teólogos católicos se reunieron con él para comentar puntos conflictivos o de desacuerdo. Solo encontraron dos: resultó que uno era una cita igual a una del predicador pontificio Raniero Cantalamessa, y la otra, de hecho, estaba en el Catecismo católico.
En otra ponencia sobre evangelización en Internet, jóvenes misioneros digitales insistieron en que los jóvenes hoy se sienten muy solos, y acompañarlos por Internet vale la pena y es eficaz.
Una de las sesiones del encuentra Charis 2023 en la iglesia de los teatinos de Roma; tradición y novedad juntos (los teatinos también sonaban a cosa novedosa cuando San Cayetano los lanzó en 1524; están a punto de cumplir 5 siglos).
¿Y los obispos?
Peter Leslie Smith, obispo auxiliar en Portland (Oregón, EEUU) y miembro de la coordinadora de Charis, comentó con cierto humor que "hasta a los obispos les puede llegar el bautismo en el Espíritu". Pero no hay muchos "obispos carismáticos", es decir, formados o entusiastas en esta espiritualidad. En República Dominicana, Colombia y Brasil hay bastantes que sí cumplirían con esa definición. Pero en América del Norte, se contarían con los dedos de una mano, y en Europa Occidental aún menos.
El cardenal Cantalamessa, durante un momento de oración en la sesión de Charis de este sábado por la tarde, a la que acudió el Papa. El purpurado, predicador de la Casa Pontificia, predicó a los presentes.
Entre los cardenales, sólo está el ya anciano cardenal Raniero Cantalamessa. El cardenal Cornelius Sim de Brunei (diócesis diminuta en Asia) se "carismatizó" en EEUU, siendo estudiante en la Franciscana de Steubenville, pero murió un año después de ser creado cardenal. En un Cónclave o en un Sínodo escasean los prelados carismáticos.
"Transformados y enviados"
El hombre que informa al Papa de cómo va la Renovación por todo el mundo es un laico argentino, Pino Scafuro, responsable de Charis en el Vaticano. Sería el "carismático de mayor rango", pero el 98% de los carismáticos que se reúnen para orar cada semana ni conocen su nombre.
El laico argentino Pino Scafuro, moderador de Charis, en el Aula Pablo VI; es quien trabaja por la unidad en la RCC mundial, y quien va informando al Papa de cosas carismáticas. Pero casi ningún carismáticos "de a pie" le conoce a él o a los otros cargos en Charis.
"Elegimos el título Llamados, Transformados y Enviados porque estamos seguros de que Dios llama: el problema es que, muy a menudo, no escuchamos esta llamada", explica Pino Scafuro. "Cuantas más personas sean capaces de prestar atención a la voz de Dios, más se podrá dar a conocer el Evangelio. Y el mundo cambiará".
Pino Scafuro no tiene un equipo de sociólogos ni sondeos, pero desde Roma tiene contactos con carismáticos de todo el mundo y necesita ofrecer una visión global de los retos de la Iglesia. Declara en Vatican News que los próximos diez años serán clave, no para la RCC sino para el mundo. "Las noticias trágicas que vemos hoy en la televisión no son las que nos gustaría. Si queremos que en 2033 hablen de paz y fraternidad, debemos trabajar en ello ahora mismo". El camino, dice Scafuro, es "sobre todo pedir ayuda al Espíritu Santo".
Vídeo con las intervenciones del cardenal Cantalamessa y del Papa Francisco