La diócesis de La Rochelle y Saintes, en el suroeste de Francia, solo había vivido una ordenación sacerdotal en los últimos doce años. En 2016 solo tenían un seminarista.
Fue entonces cuando Georges Colomb fue ordenado obispo para hacerse cargo de ella, algo que no ocurría desde 1906, pues desde entonces habían solido llegar a la sede obispos provenientes de otras. Dos años después, los seminaristas son 10, con una diversidad de orígenes que ya anticipa, entre otros factores, qué está cambiando en la diócesis: 3 franceses, 2 europeos no franceses, 4 africanos formados en Francia y 1 vietnamita.
Monseñor Colomb (con estudios de Turismo, ex inspector de Correos y Telecomunicaciones, licenciado en Derecho con especialización en Derecho Civil y Administración, teólogo por el Institut Catholique de París, ordenado sacerdote con 34 años en 1987 y ocho años misionero en China) era, cuando fue designado para esa sede, superior general de las Misiones Extranjeras de París, un instrumento de evangelización de Asia mediante la formación de misioneros que en los últimos 350 años ha dado a la Iglesia 23 santos y mártires. Durante sus ocho años como superior general, el instituto vivió un incremento de vocaciones.
"Los sacerdotes no son una especie en vías de extinción"
Hay quien atribuye a esa experiencia el dinamismo misionero que ha impreso a la diócesis su nuevo obispo, de 65 años. Lo que le ha costado algunos disgustos, porque, como explica Frédéric Aimard en France Catholique, la reestructuración de la administración diocesana no gustó a todos los afectados. Pero sí a muchos, y así explicó a Aimard un fiel el porqué de esa satisfacción: "La llegada de nuestro nuevo obispo nos ha concienciado de que las vocaciones son posibles también entre nosotros, de que los sacerdotes no son una especie en vías de extinción si modificamos en profundidad nuestra forma de vivir la fe en nuestras familias y parroquias".
La expresión "especie en vías de extinción" no es gratuita. Ejemplo entre muchos del invierno postconciliar, La Rochelle tiene ahora, para un mismo número de católicos que en 1950 (con un aumento de población del 28%, eso sí), la cuarta parte de sacerdotes que entonces: 93 frente a 345, entre diocesanos y religiosos, y de edad muy avanzada.
Pero algo puede empezar a cambiar con la batería de iniciativas para atraer vocaciones que ha puesto en marcha monseñor Colomb, siguiendo en buena medida el patrón de Dominique Rey en Fréjus-Toulon: facilitar o promover la implantación en la diócesis de iniciativas de evangelización probadas y ricas ellas mismas en vocaciones. Y, sobre todo, disponer todos los recursos de la diócesis para la tarea misionera.
Un plan audaz
He aquí algunas de esas medidas:
-La creación de un Centro de Estudios Teológicos, que lleva el nombre de Jean-Baptiste Souzy (1732-1794), mártir de la Revolución Francesa, uno de los 64 religiosos asesinados en los pontones de Rochefort por negarse a jurar la Constitución Civil del Clero. Precisamente sobre ellos tendrá lugar una de las actividades veraniegas amparadas por la diócesis, la representación teatral El camino del cielo. En el centro Jean-Baptiste Souzy está concebido como "el centro cultural de la diócesis", donde "se acoge a cualquier persona que desee aproximarse a la cultura y a la actualidad con una visión cristiana" y se ofrecen conferencias y un servicio de biblioteca y videoteca.
-No había presencia de vida contemplativa en la diócesis. Las últimas monjas se fueron por razones de edad. Se ha llamado entonces a las clarisas de la Rama de Sión para que cubran ese hueco imprescindible de la vida orante. Son una comunidad de hijas de Santa Clara de Asís, con presencia en varios puntos de Francia, que quieren volver al espíritu primigenio de vida ermitaña de la espiritualidad franciscana contemplativa.
Las nuevas clarisas han sido recibidas como agua de mayo en La Rochelle, que tiene así de nuevo una comunidad entregada plenamente a la oración.
-Ha llegado a La Rochelle, procedente de Fréjus-Toulon, la fraternidad de Los Apóstoles de la Vida, una asociación privada de fieles formada en torno al hermano Marie-Angel Carré consagrada de manera expresa a la evangelización de niños y jóvenes.
Se han instalado en una casa que servía para residencia de sacerdotes ancianos y que estaba abocada al cierre. No solo se la rescata, sino que se le cambia completamente la filosofía.
-Al inicio del próximo curso se abrirá una librería católica en La Rochelle.
-Se ha abierto una casa para jóvenes en La Rochelle, Holy Spot, un lugar "para vivir, para escuchar, para compartir", destinado a acoger momentos de ocio y recreo de estudiantes de enseñanza media y universitaria.
-En la misma línea, se van a abrir dos hogares de estudiantes de naturaleza claramente cristiana, que estarán atendidos por misioneros laicos.
-Para reforzar al clero local, han llegado sacerdotes de otros países. Seguro que han sido de utilidad los buenos contactos de monseñor Colomb en su anterior labor misional, aunque ya su predecesor, monseñor Bernard Housset, había iniciado este camino, que ha aportado juventud a los sacerdotes de la diócesis, lo que siempre atrae jóvenes.
-La misa tradicional, en torno a la cual se han nucleado en Francia grupos juveniles muy activos, se celebraba desde 2008 una sola vez al mes y alternativamente en las dos sedes de las diócesis ahora unidas, La Rochelles y Saintes, separadas una distancia de 70 km. Al llegar monseñor Colomb, la situación ha cambiado radicalmente y ahora se celebra una vez a la semana, y cerca de Rochefort, a medio camino entre ambas ciudades.
-Monseñor Colomb ha incorporado también a la diócesis a las Hermanas Menores de San Francisco y de Santa Clara, una comunidad reciente (aprobada en 2003) que vive una espiritualidad mariana según los pasos de San Maximiliano Kolbe y tienen "un verdadero carisma de primer anuncio", según Frédéric Aimard, quien apunta que su paso por el instituto Fénelon de La Rochelle dejó un profundo impacto en los alumnos.
Sor Brune-Marie y Sor Lise-Marie se han instalado en la diócesis de La Rochelles y Saintes y ya se nota su impulso evangelizador entre los jóvenes.
-Para la casa diocesana de Saintes el obispo ha traído a religiosas vietnamitas, también con la misma intención de rejuvenecer todas las estructuras diocesanas.
-A dos parroquias, una en Rochefort y otra en La Rochelle, han llegado familias del Camino Neocatecumenal venidas de fuera de Francia en misión ad Gentes, para aportar espíritu misionero y revitalizarlas.
-Con la misma intención, por ellas han pasado sacerdotes de la India y de Burkina Faso, seminaristas de Italia, de Croacia, de Vietnam... La idea, explica Aimard, es que, "compartiendo sus experiencias y su fe, muestren la necesidad de salir de la zona de confort, del propio hogar, de la propia capilla, de los propios hábitos, para llevar a los demás el mensaje de Esperanza".
-Se ha renovado la vida espiritual en la catedral, con la celebración pública cotidiana de los oficios de laudes y vísperas, pero también con un servicio de acogida a los visitantes y la presencia permanente de sacerdotes en el templo para atender confesiones o consultas.
-Para el fomento de vocaciones, y siguiendo el criterio, estadísticamente probado, de que reservar el servicio del altar para los varones fomenta las vocaciones porque atrae monaguillos (y la mayor parte de los seminaristas han sido monaguillos) y hacerlo mixto les aleja, se ha potenciado el grupo de quienes sirven la misa "descubriendo las diferentes vocaciones cristianas, iniciando en la vida espiritual y mediante la formación litúrgica", de modo que "los servidores del altar y las servidoras de la asamblea participan activamente en la liturgia de la misa dominical en la catedral de San Luis y en la iglesia de Nuestra Señora".
Además de estas iniciativas, se aplicarán de manera inmediata las siguientes:
-Dos parejas jóvenes se comprometerán en el "despertar a la fe" de los más pequeños.
-Una misa al mes será organizada y animada por un grupo de adolescentes.
-Se abrirán de manera permanente cuatro iglesias que actualmente solo abrían para la misa.
-Se lanzará un recorrido de redescubrimiento de la fe para adultos por medio de Cursos Alpha y catequesis del Camino Neocatecumenal.
-Mediante un proyecto de patronazgo, se entrará en contacto con nuevas familias, porque el número de niños de catequesis en las parroquias es pequeño.
Un encuentro de todos los cristianos de la diócesis
Al finalizar el pasado curso pastoral, monseñor Colomb quiso agradecer "el dinamismo" de todos los miembros de la diócesis, "rica en diversidad, en generosidad y en compromiso", y anunció algo que puede ser sonado: un encuentro de todos los cristianos de la diócesis en la histórica abadía de Sablonceaux, hoy de nuevo propiedad del obispado y confiada a la comunidad del Chemin Neuf, en la fiesta de Pentecostés, el 9 de junio de 2019.
Para entonces el obispo llevará tres años al frente de La Rochelle y Saintes, donde se percibe un empuje nuevo que hace preguntarse a Aimard: "¿Qué buenas sorpresas nos reserva todavía la caja de ideas del obispo?"