En los años 80, Sandy Millar, pastor de la iglesia anglicana Holy Trinity Brompton (HTB) en Londres, diseñó un curso evangelizador para "cristianos novatos", para gente que sabía poco o nada de la fe, o que la vivía con total tibieza.
Incluía una serie de cenas, una acogida amable, derecho a charlar y comentar, unos vídeos bien hechos y oración, con unas predicaciones sobre temas importantes: la fe es relevante, necesitas a Jesús como salvador de la muerte y el pecado, la Biblia nos guía y enseña, no puedes vivir solo, has de tener una relación viva con el Espíritu Santo...
Estas catequesis kerigmáticas (es decir, del primer anuncio de la fe) funcionaban bien. Muchos se convertían a Cristo. Y a partir de 1993 HTB (con el impulso de Nicky Gumbel, abogado, converso y ayudante de Millar) decidió que había que exportar el método por todas partes, a todas las iglesias, denominaciones, países. ¡También a los católicos!
Así, en 2023 se celebrarán 3 décadas de Alpha como método evangelizador internacional.
Andrew Atherstone, profesor de Historia en Oxford, especialista en personalidades de la historia anglicana, ha dedicado los años de pandemia y confinamiento a encerrarse repasando meticulosamente los archivos de Alpha, HTB, todas sus revistas y boletines, archivos católicos que lo tratan y archivos de otras iglesias.
Así, ha escrito la primera historia de Alpha. Se titula Repackaging Christianity; Alpha and the Building of a Global Brand. Es un libro sobre fe, pero también sobre marketing y sobre "reinventar el diseño de marca" sin cambiar el producto (que es el Evangelio).
Relevante para millones de cristianos
Estamos hablando de una de las mayores iniciativas evangelizadoras de los últimos cien años, y de la historia. Vale la pena repasar cifras:
- 28 millones de personas han acudido a sus cursos presenciales;
- el curso se ha traducido a 112 idiomas;
- se ha impartido en 169 países, en iglesias católicas, protestantes y ortodoxas de muchos tipos;
- cada año genera unas 12 millones de libras esterlinas, que se reinvierten en promoción y evangelización;
- a finales de 2017, su nueva serie de vídeos se colocó en Internet, gratis y accesible a todos; está en 26 idiomas; sirvió luego para hacer cursos online en la pandemia del coronavirus.
Millones de católicos han encontrado la fe, o la han avivado, en Cursos Alpha. A nivel internacional, uno de sus grandes promotores ha sido el hoy cardenal Raniero Cantalamessa, capuchino que durante décadas ha sido predicador de la Casa Pontificia. Alpha llevó al padre James Mallon a reflexionar sobre el discipulado y las comunidades vivas y a lanzar su programa "Una renovación divina", que transforma muchas parroquias.
Lo racional, lo experiencial y mucha oposición
En su libro, Andrew Atherstone muestra que Alpha ha tenido éxito porque ha contado con un gran esfuerzo de equipo, pero también porque se ha mantenido fiel a la visión de Nicky Gumbel.
Desde el principio, él dejó claro que la fuerza de Alpha era que tenía tanto una parte intelectual o racional (las charlas, sus contenidos, la posibilidad de tomar nota y debatirlo) como una parte experiencial (el trato humano, la comida y conversación, las amistades, la acogida, la experiencia de oración, el cambio real de algunas personas a lo largo de los días, y la experiencia del Espíritu Santo, a veces incluso corporal...).
El autor ha querido recoger las críticas que se le han hecho a Alpha, que son muchas, con mucha acritud ("un lenguaje colorido", dice Atherstone) y durante mucho tiempo. A muchos les asombrará tanta oposición. Lo curioso, observamos, es que muchas críticas se neutralizan:
- Si los metodistas dicen que es demasiado carismático, y los pentecostales dice que es muy poco, se puede deducir que es moderadamente carismático;
- fundamentalistas protestantes, se quejan de que es demasiado "amigable" con el catolicismo; fundamentalistas católicos se quejan de que es demasiado cercano al protestantismo; pero millones de católicos y protestantes simplemente observan que es útil para evangelizar;
- Si los lobbies gays se quejan de que es homófobo, y algunos cristianos se quejan de que critica poco la ideología de género, uno puede deducir que es ortodoxo, pero centrado en otros temas (el kerygma).
- Si unos se quejan de que es demasiado intelectual, y otros dicen que es superficial en su argumentación, quizá es porque está en un punto intermedio, el que llega a la mayoría de la gente.
Un anuncio del Curso Alpha: se trabaja mucho la imagen y el diseño, se busca siempre parecer actualizado en estilo.
Acoger, escuchar, sonreír... ¿es malo?
Más curiosa es la acusación de que Alpha 'no puede ser buena' porque practica la acogida, la amabilidad, la sonrisa, la escucha y la amistad. Todo eso, dicen algunos, "es propio de sectas".
Los verdaderos cristianos, según esta acusación, deberían ser hoscos, torvos, gruñones o indiferentes, como si eso fuera signo de amor a la verdad y celo por las almas.
Pero la realidad es que una infinidad de personas dicen que perseveraron en explorar la fe porque se sentían bien acogidas y desarrollaron amistades sinceras.
Hay otras críticas que con el paso de los años, Alpha escuchó y trató de compensar.
La primera y más básica es que Alpha es la primera letra del alfabeto: es un Curso de iniciación al cristianismo. Tiene bastante material común a casi todas las denominaciones cristianas. Pero siempre faltarán más temas. Los católicos, por ejemplo, suelen señalar que falta mucho sobre sacramentos, la Virgen María, los santos... Alpha responde que toda esa formación sería un segundo paso que puede dar cada parroquia católica, a su aire.
Otra acusación frecuente era decir que Alpha parecía muy "burgués", de "clase media alta londinense", para treintañeros con dinero y mucho tiempo. En parte, la misma publicidad de Alpha en autobuses o folletos sugería eso.
Pero la realidad, tras 30 años y 169 países, es que se ha impartido en todo tipo de ambientes y a todo tipo de personas, incluyendo barrios muy pobres del Tercer Mundo, lugares de la selva, culturas exóticas en Asia o África... Simplemente, casi todas aprecian el comer juntos y charlar amigablemente. Y en todas partes ha avivado parroquias, suscitado conversos y formado evangelizadores.
La dimensión social
Se señaló también que Alpha enfatizaba la acción del Espíritu Santo en la vida personal del cristiano individual (su trato personal con Dios, su oración, sus pecados). Alpha hablaba poco del Espíritu en la vida social, en temas de justicia social y laboral, cuidado de la Creación, cultura de la paz...
Gumbel escuchó esta crítica e hizo algunos cambios. No cambió el curso (que es para cristianos novatos o tibios o para no cristianos) pero en sus últimas versiones del libro "Preguntas sobre la vida" y en su libro más moderno "Cambiando el estilo de vida" (que leen los que han cursado Alpha y quieren saber más) trata estos temas y anima a todos a implicarse en la transformación social desde el Evangelio.
Quizá la primera experiencia de Alpha en este campo fue su trabajo con presos y ex-presos. El Curso Alpha se impartía en prisiones, los presos aceptaban seguir a Jesús y su estilo de vida, pero al salir al mundo, se encontraban un entorno hostil. Entonces Alpha creó un ministerio de acompañamiento a ex-presos. Fue su primer paso a la acción social (sin dejar de ser espiritual).
La otra gran intuición de Alpha ha sido insistir en que el cristianismo debe mantener su mensaje (que es el de Cristo, el del Evangelio, el "regalo" de Dios) pero debe evitar que el "envoltorio" sea "piedra de tropiezo". Si alguien no escucha la Buena Nueva porque no funcionan los micros, el predicador produce rechazo, la música invita a marcharse, etc... es un caso de "envoltorio" que no cumple su función de atraer, invitar e ilusionar.
Alpha, un fenómeno estudiado
Una propuesta espiritual que ha pasado por 28 millones de personas de 169 países sin grandes escándalos, en la época de Internet, cuando cualquiera puede contar e incluso grabar sus experiencias desagradables y subirlas a la red, merece un voto de confianza.
La mayor crítica que se puede encontrar por las redes es del tipo "yo era ateo, sigo siéndolo, Alpha no me convenció, pero la gente era maja".
Alpha ha sido estudiado también por las ciencias sociales. Atherstone recomienda los estudios sociológicos de Stephen Hunt (The Alpha Enterprise, 2004) y de James Heard (Inside Alpha, 2009). También recomienda su libro, que es más bien histórico, y, asegura, trata todos sus temas, los espirituales y otros como la experiencia del Espíritu Santo, su activismo social o su relación con la Iglesia Católica (temas que no interesan mucho a los sociólogos anglosajones).
El autor considera que mantiene una "distancia adecuada" con su tema de estudio. "No soy miembro de la red de HTB, nunca he acudido a sus fiestas de verano, ni a convenciones Alpha, ni a las convenciones de liderazgo en el Royal Albert Hall. He entrevistado a Nicky y Pippa Gumbel por Zoom, pero nunca me he tratado con ellos en persona", detalla.
Por otra parte, Atherstone es cristiano, quiere que haya más y mejor evangelización, y está convencido de que, con sus limitaciones, Alpha es una potente herramienta que ha conseguido reformular su "envoltorio" una y otra vez para atraer a veinteañeros y treintañeros de los años 90, del 2000, del 2010, del 2020... Cree que su libro es honrado con Alpha y también con sus críticos.
Por último, Atherstone habla de que Alpha es una "global brand", una "marca mundial", y señala que usar la publicidad, el marketing, los anuncios en TV con famosos (como Bear Grylls o cualquier otro) es algo perfectamente lícito.
"Las ideas no pueden simplemente descargarse de cerebro a cerebro, necesitan ser transmitidas y amplificadas mediante productos", explica, sean estos humildes folletos, revistas, vídeos o anuncios espectaculares.
"El Espíritu Santo es siempre soberano en la conversión, pero el Espíritu Santo apenas opera sin medios humanos", apunta Atherstone.
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