Munilla las llama "muletillas de la mediocridad", y las contrapone con "palabras de santidad" o "palabras de vida eterna", enseñanzas de la Biblia y el pensamiento cristiano que ayudan a superar esas muletillas.
"En la Tradición cristiana los Padres de los primeros siglos hablaban de los logismoi, pensamientos erróneos que venían a minarte interiormente. 'Tú no puedes', por ejemplo. Es un pensamiento machacón, obsesivo, que te mina. Los Padres de la Iglesia los consideraban sugeridos por el mismo Satanás. Nosotros pensamos, equivocadamente, que la batalla espiritual tienen lugar solo en el campo de la voluntad... cuando antes tiene lugar en la mente. Ellos veían que contra los logismoi había que contraponer los logoi, los pensamientos correctos. Evagrio Póntico, en el siglo IV, pedía contestar a esos pensamientos erróneos", explicó el obispo.
"Yo a estos logismoi les llamo 'muletillas de la mediocridad'. Quizá hoy están muy mediatizadas por nuestra cultura secularizada, por la mundanización de la que habla el Papa Francisco. Hay que contraponer a cada una de ellas una palabra de esperanza y de santidad".
"Si no es malo, ¿por qué no hacerlo?" Ese pensamiento mina la vida cristiana, que no consiste en solo evitar las cosas malas, sino en plantearnos cuál es la voluntad de Dios para mí. Podemos responder con No basta con evitar las cosas malas o incluso ser buena persona, sino buscar la voluntad de DIos.
Es compararse para justificarse. De manera interesada no ponemos con referencia lo que Dios espera, sino a "la mayoría". Dime con quién te comparas y te diré a qué aspiras. Cada uno tiene que responder de los talentos recibidos. Mirar a izquierda y derecha a los demás es una tortículis espiritual. Yo respondería con un. La referencia nuestra son los santos. La Iglesia propone a esos santos.
Si mayoritariamente está asumida tal cosa, "no será tan mala", se dice. Pero Gandhi enseñaba que "en materia de conciencia, la ley de la mayoría no cuenta". Jesús lo decía de otras maneras: "esforzaos en entrar por la puerta estrecha; ancho es el camino que lleva a la perdición". "¿A dónde va Vicente? A donde va la gente". Frente al "lo hacen todos", podemos contraponer lo que decía Jesús:Y le respondían: "sólo tú tienes palabras de vida eterna".
Es el recurso a una falsa prudencia. "En el medio está la virtud": la frase es de Santo Tomás pero "pocas frases han sido tan mal usadas". Decía San Vicente de Paúl: "me he convencido de que para ser bueno hay que ser demasiado bueno". El que apunta a la santidad, llega a donde puede, pero el que apunta al cinquillo (el aprobado justo) "ya te digo yo donde llega". La propuesta de Jesús más bien es"En sí mismo es imposible, pero es lo que dice Jesús".
Consiste en dar largas y posponer las respuestas y decisiones. Lope de Vega dijo en su poesía: "cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí; mañana le abriremos, decía". El enemigo nos cuela ese mañana. Pero podemos responder:
"Creo que San Josemaría hablaba de la mística de la 'ojalatería'... Si la cosa fuera distinta, si estuviéramos en otro entorno...Eso son evasiones. El padre Mendizábal decía que la tentación era querer cambiar de caballo, cuando Dios quiere que quien cambie sea el caballero". La alternativa cristiana sería eltambién en la realidad actual.
No debe importarnos que algo sea nuevo o viejo, progre o carca. Lo que debe importarnos es que sea bueno y verdadero, y no malo y falso. Chesterton, con su habitual intuición avisaba: "Tener la mente abierta es como tener la boca abierta, a ver si te entran moscas". Lo importante es saber el fin, lo que buscas. Lo novedoso, por sí mismo, no es necesariamente bueno. es la alternativa.
El que tiene miedo a hacer de "primo", corre el riesgo de no ser hermano. Es mejor ser herido que renunciar al amor. "Es que si voy otra vez, corro riesgo de que me zurren". Bien, vale la pena. Quien renuncia a amar por no sufrir, terminará sufriendo por no amar. Ama como si nunca te hubiesen herido, sabiendo que cada día es una nueva oportunidad. La palabra de vida dice: Comenzar de cero, dar nuevas oportunidades.
"Cuánto tiempo dediqué y no me lo han agradecido", es la queja. Pero los cristianos buscamos la santidad, no la orla de la santidad. Hay un video muy viral, el de "la mujer invisible", una mujer vestida de negro en fondo negro, diciendo "soy invisible, digo 'apagad la televisión que vamos a cenar' y nadie me ve ni me oye". La mujer lee un libro sobre las catedrales, obras anónimas, con filigranas en el techo que sólo Dios puede ver. "Yo te veo", dice Dios. ¿Quién es mi público? Dios es el mejor público. La palabra de vida dice:
Es propio de una cultura de la frivolidad, irreflexiva. 'Déjate llevar por las emociones'. Es confundir lo 'intuitivo' con cualquier ocurrencia. Algunos confunden no tener tabúes con no tener principios. Es una invitación a vivir con superficialidad, negando la capacidad de discernimiento. Jesús Poveda, militante provida y psiquiatra dice: 'el ideal nuestro es pensar lo que se hace, y hacer lo que se piensa'. Frente a esa muletilla de la mediocridad podemos responder:
Es verdad que nuestra capacidad humana es limitada, pero muchas veces cuando decimos "no puedo" queremos decir "no quiero". El diablo hace todo lo posible para hacernos confundir el "no puedo" y el "no quiero". Podemos responder con la frase bíblica:
Al menos es más sincero. Pero es un drama vivir atrapado en el "no me apetece". La apetencia esclaviza al hombre. La persona madura tiene voluntad. El inmaduro solo tiene deseos y apetencias. Fácilmente nos hace adictos. Tu creías que tu apetencia eras "tú", hasta que descubres que estás atrapado en esa apetencia. Pero Jesús enseña: "Quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo". Es necesario para vivir la libertad de los hijos de Dios. Una palabra de vida que responde sería:
Es la batalla de la perseverancia. El Papa Francisco asocia santidad y paciencia. Vence el que persevera. La alegría es un signo de que seguimos recibiendo la perseverancia como don de Dios. La santidad consiste en estar siempre alegres, decía San Juan Bosco. Cuando se pierde la alegría es una mala señal, es que va a haber tentación contra la perseverancia. Podemos responder: Aunque salgan vacías, no me pienso cansar.
Evagrio Póntico decía que podía ser la muletilla más dañina. Es autodesprecio. Es la tentación que más nos puede minar. Es un acto de ateísmo, es desgajarte de Dios, no reconocer que Dios te sostiene, te llama, tiene un plan para ti. Dios capacita a los que llama, decía San Agustín. Decir "yo no valgo" es como un acto de ateísmo, pero revestido de victimismo. Dios no hace basura, Dios no se equivoca conmigo. Él siempre nos asiste. Ojo con esa falsa humildad. C.S.Lewis decía: ". Tú no estás solo, Jesús está contigo.
"Pidamos la gracia de tomarnos en serio el combate espiritual y tener confianza en estas palabras de vida que responden a esas muletillas de la mediocridad", exhorta finalmente el obispo Munilla a su público, compuesto de sacerdotes jóvenes en el encuentro, y de todo tipo de personas a través de las redes.