Las respuestas que han hecho llegar las diócesis, movimientos, asociaciones y congregaciones religiosas ya han sido enviadas a la Santa Sede para la elaboración del Instrumentum Laboris, una vez que tengan las impresiones de jóvenes de todo el mundo.
Los obispos, a través del departamento de Pastoral de Juventud, han presentado una síntesis sobre lo que opinan los jóvenes católicos españoles. Las aportaciones de la síntesis se han dividido en tres bloques: en el primero se responde a temas sobre la relación de los jóvenes con la Iglesia; el segundo bloque valora el entorno en el que se da hoy el discernimiento vocacional; y el tercero plantea las esperanzas de los jóvenes en la Europa de hoy.
En relación al primer bloque sobre si “escucha la Iglesia a los jóvenes”, éstos aseguran que valoran el esfuerzo de la Iglesia por escucharles y agradecen la labor de los que ocupan su tiempo en escuchar. De hecho, más de un 60% de los jóvenes afirman en la encuesta que se sienten escuchados por la Iglesia, aunque el porcentaje baja cuando se refiere a ser comprendidos y cuando se refiere a recoger sus aportaciones.
Se demanda tiempo y personas para escuchar y salir fuera de las estructuras eclesiales. También proponen promover nuevos espacios, más apertura y acoger sin enjuiciar. En general, los jóvenes no se sienten escuchados y tomados en cuenta por las distintas realidades de la sociedad de hoy. También hacen autocrítica al reconocer que, en ocasiones, sus prejuicios hacia la Iglesia o la sociedad en general les alejan y les impiden ser receptivos a sus propuestas.
El mayor desafío que encuentran es llegar a los jóvenes alejados de la Iglesia. También señalan tener un futuro con garantías. Se reclama escucha, dedicación, acompañamiento, acogida y formación de verdaderos referentes para los jóvenes; generar comunidades cristianas acogedoras y propositivas; y promover el protagonismo real de los jóvenes dentro de la pastoral juvenil. Un 60% asumen como suyos los desafíos de la sociedad de hoy. Algo más de un 45% afirma que es real el protagonismo que les ofrece la Iglesia hoy ante los desafíos y oportunidades.
En cuanto a las oportunidades, señalan la participación social, la promoción de la justicia, el cuidado de la ecología, la búsqueda de la paz y la solidaridad con los pobres. La búsqueda de sentido a sus vidas, la búsqueda de espiritualidad, que a veces es una búsqueda difusa.
Por su parte, la calle es el lugar que más se repite cuando se pregunta por los espacios de encuentro con jóvenes que no frecuentan los ambientes eclesiales. Después se señalan los centros de estudio; las actividades deportivas; la amistad; las actividades culturales, en especial la música; las actividades de compromiso formando parte de alguna asociación, ONG, voluntariado, etc.; el mundo del trabajo; y las redes sociales.
Los jóvenes le piden a la Iglesia que se les escuche. También reclaman que tenga una actitud de cercanía y apertura hacia el mundo de hoy: que se comprometa proponiendo con más claridad el Evangelio de Jesús; aceptación de las diferencias, tolerancia, diálogo y claridad evangélica; que acoja, que sea inclusiva, misericordiosa y samaritana; más moderna, que se comunique mejor, con un lenguaje de hoy, que renueve sus mensajes, que conecte con las ideas de hoy, que no sea excesivamente moralista y que proponga una liturgia más viva y cercana; que sea fiel a Jesucristo y a su Evangelio, comprometida con la justicia, con la solidaridad, con el cuidado del planeta; que los laicos tengan más formación para ser cada día más conscientes de su misión y corresponsabilidad; y que los pastores estén más cercanos a los jóvenes.
En relación al segundo bloque, centrado en el discernimiento vocacional, los jóvenes destacan el importante papel de la familia y de los padres en particular como un factor primordial, importante y decisivo en la vida de sus hijos. El papel de la familia parece fundamental pues sus padres los acompañan, orientan, guían, les entregan valores, transmiten creencias, y los educan en la fe. Las experiencias de vida de los padres les iluminan para tomar las mejores decisiones, ya que ellos confían en sus padres y reconocen que buscan su bien.
En cuanto a la escuela, universidad y centros formativos se destaca que están más centradas en orientar en ámbitos profesionales y laborales, por lo que los jóvenes no comparten temas vocacionales en esos ámbitos. Además, la influencia de ciertas ideologías en la educación, provoca serias dificultades para que aparezca la dimensión trascendente del ser humano y el planteamiento de decisiones definitivas.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud, al igual que otros eventos nacionales o Internacionales, son un elemento crucial para despertar la fe o reanimar la pastoral agotada o dormida. Según se manifiesta en la encuesta, estos eventos causan un gran impacto en los jóvenes y proporcionan un encuentro intenso con Jesucristo. Además dan una imagen mejor, más joven, alegre, dinámica y abierta de la iglesia.
Son encuentros que, en distintos casos, han contribuido en decisiones vocacionales, cambios de actitudes, implicación mayor en la iglesia, o en los grupos de jóvenes. También suelen ser la puerta de entrada a formar parte en un grupo, o un momento de culminación de un proceso de discernimiento vocacional, académico o social.
Con respecto al tercer bloque centrado en las esperanzas de los jóvenes en la Europa de hoy, se abordan las esperanzas de los jóvenes en la Europa de hoy partiendo desde la mirada a la riqueza de la memoria cristiana de Europa, tan presente en nuestro país, a través de la cultura y el arte cristiano, la gran cantidad de santos y santas españoles que han marcado la historia de nuestro país y también de toda Europa, una fe transmitida durante siglos.