Más de 3.000 personas están participando en el Cerro de los Ángeles este sábado y domingo en el Congreso de Evangelización ‘Sus heridas nos han curado’, organizado por la Diócesis de Getafe con motivo del Año Jubilar del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón.
La jornada matinal contó con la participación como ponentes de la madre Olga María del Redentor, priora de las carmelitas samaritanas del Corazón de Jesús, y el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella.
Omella: el corazón de Cristo es la ternura divina
En su intervención, el cardenal Omella destacó que “no se evangeliza si no se está enamorado de Dios”. El arzobispo de Barcelona aseguró que “en el Corazón de Cristo se nos revela el misterio de la ternura divina”.
“El abismo insondable del amor de Dios Padre se ha vertido en el corazón humano del Hijo, y se nos ha hecho absolutamente próximo y accesible por el don del Espíritu. Este amor encarnado en el que se nos entrega la misma Trinidad, y en el que nuestro modo humano de sentir y de amar se abre a la comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu, constituye el misterio central de nuestra fe”, afirmó.
“La dureza de corazón de no pocos les impidió, y les sigue impidiendo, reconocerlo. Jesús se refiere a los que lo han percibido con una categoría sorprendente: los pequeños (nêpíois, cf. Mt 11, 25). ¡Qué sorprendente paradoja: ¡lo más grande sólo es accesible a los pequeños! Son los que el papa Francisco llama ‘los santos de la puerta de al lado’. Ellos son nuestros primeros maestros”, explicó.
El arzobispo de Barcelona también destacó la “sencilla profesión de confianza” del ‘En Vos confío’, que “nos devuelve la luz y evita que caigamos en la trampa de buscar la admiración de los demás".
Carpas de asociaciones e iniciativas en el Congreso de Evangelización en el Cerro de los Ángeles
"Evangelizar es gritar al mundo que Dios nos ama gratis"
La madre Olga María del Redentor, priora de las carmelitas samaritanas del Corazón de Jesús, pronunció la primera ponencia de la jornada, en la que destacó que “evangelizar no es teorizar, sino gritar al mundo que hay Alguien que nos ama y lo hace gratis”. Así, los cristianos no deben vivir encerrados, sino “salir a tocar las heridas del mundo, como Cristo, que tocó a los leprosos y les devolvió la esperanza y la dignidad”.
La priora de las carmelitas samaritanas conminó a los fieles a "estudiar el Evangelio para descubrir cómo reaccionaba Jesús, porque todo lo que llena su Corazón es un misterio insondable".
"Celebrar el misterio del Corazón de Cristo es una vocación que todo cristiano ha recibido y que está llamado a testimoniar en todos los ámbitos y momentos de su vida. Hay que evangelizar por contagio. Que la gente vea que somos felices en nuestra vida, quieran lo mismo y busquen ese camino", señaló la religiosa.
Para la priora de las carmelitas samaritanas, la tarea de cualquier cristiano es "salir al encuentro del otro, que es nuestro hermano, y acoger y cuidar. Eso nos exige estar vigilantes, vivir en vigilia atentos a las necesidades del hermano".
"Tenemos que ir por la vida sembrando amor, sin descanso, porque el Amor de Dios no se cansa. Dios siempre esta esperando a todos. No da a nadie por perdido", añadió.
La religiosa invita a los fieles a "celebrar el misterio del Corazón de Cristo con la vida entera" y a "ir por el mundo sembrando amor". "Hagamos que la gente palpe a Jesús", señaló.
Para la madre Olga María del Redentor, los cristianos tenemos que ser un modelo de felicidad. "Para evangelizar, hay que hacer que los otros se pregunten por qué nos amamos tanto, por qué nos ayudamos tanto, por qué nos sostenemos. Porque somos cristianos”.
Para ella, la evangelización nos lleva a salir a buscar a los hijos pródigos. "Cuando nuestros hermanos heridos vuelvan, salgamos a recibirles con los brazos abiertos. Para Dios nadie está irremediablemente perdido”, afirmó.