Franco Moscone es el obispo de San Giovanni Rotondo, Manfredonia y Vieste (Italia) y el director general de los Grupos de Oración del Padre Pío a nivel mundial. Lo ha entrevistado para la agencia Zenit el periodista, biógrafo y especialista en el Padre Pío José María Zavala (aquí sus libros de espiritualidad y biografías del santo) en el contexto de la crisis del coronavirus. Hablan sobre la creciente popularidad del santo a través de documentales, libros, peregrinaciones, capillas peregrinas...
- ¿Cuál es la situación actual en San Giovanni Rotondo?
- El convento está cerrado porque hay frailes con COVID-19, lo mismo que la residencia de las monjas y la cripta del Padre Pío. Sólo permanece abierta la Iglesia de Santa María de las Gracias, atendida por laicos. Los médicos y enfermeras del hospital Casa Sollievo están agotados y no quieren hacer horas extraordinarias. La situación es muy difícil. Ahora, más que nunca, hay que tener esperanza y motivar a las personas para que no pierdan el ánimo por la angustia y los pensamientos negativos. Tenemos que salir adelante con fe y esperanza.
- Hace ahora dos años que fue nombrado obispo. ¿Qué ha aprendido del Padre Pío en todo este tiempo?
- Es un gran santo que me transmite su experiencia de fe ante las situaciones más adversas y de caridad para ayudar a los más necesitados, empezando por los enfermos. No hay fe sin caridad, ni caridad sin fe. Debemos fortalecer estas dos virtudes teologales con una oración firme y permanente. Esto es lo que me ha enseñado el Padre Pío. La fe y la caridad deben caracterizar a los Grupos de Oración.
- En los enfermos, precisamente, el Padre Pío veía a Cristo…
- Sin duda, en el hospital fundado por el Padre Pío hay que tener siempre presente que en cada enfermo vemos el rostro de Jesús crucificado y resucitado. Cada médico que se acerca al enfermo para curarle es Cristo samaritano. En este sentido, Casa Sollievo della Sofferenza es una especie de templo del Padre Pío, donde Jesús está presente junto a los enfermos que necesitan curar su cuerpo y salvar su alma. Cada cama de un enfermo del hospital es como un altar donde Cristo está presente junto a él.
- Como usted sabe, la película Renacidos comienza con esta frase suya: “Su misión es dar a conocer y amar al Padre Pío como gran intercesor de nuestro tiempo”. Recordará también el histórico estreno de El Misterio del Padre Pío en San Giovanni Rotondo y la presentación del libro El Santo en Casa Sollievo… ¿Qué le parecen estos instrumentos para difundir la egregia figura del santo?
- Dar a conocer de este modo al Padre Pío, Evangelio vivo de Jesús, es una maravillosa tarea de evangelización. Estas películas son eficaces instrumentos al servicio del Padre Pío y de las almas.
- ¿Qué le parece la iniciativa de las capillas peregrinas del Padre Pío, de las que hay ya más de 500 repartidas por el mundo, desde Alemania o España, hasta la selva del Amazonas?
- Me alegro mucho de ello. Los santos son instrumentos para que las personas se reúnan a rezar en el nombre de Dios. Sin duda, esta iniciativa está aumentando la fe y propiciando conversiones de personas alejadas de Dios.
- El Papa Francisco ha puesto alguna vez como ejemplo al Padre Pío de un santo que sufrió una cruel persecución, en forma de injurias y calumnias, por parte de algunas personas de la Iglesia.
- Solo puedo recordarle una de las bienaventuranzas que alude a los perseguidos, de quienes se habla mal como consecuencia de su fidelidad a Jesús. En la persecución se demuestra, precisamente, si uno está en verdad con Jesús o no. Si lo está, será perseguido y calumniado como signo de fidelidad al Evangelio.
- El Padre Pío decía: “La murmuración me produce náuseas”. ¿Se puede ser devoto o hijo espiritual del Padre Pío y hablar mal de los demás?
- De ninguna manera. Si uno hace eso, está utilizando de modo falso al Padre Pío y contradiciendo su pensamiento. Murmurar o hablar mal de los hermanos está fuera del Evangelio y del carisma del Padre Pío. Quien afirma estar detrás del Padre Pío y luego murmura sobre alguien está comportándose al margen del Padre Pío y, por supuesto, de Jesús.
- ¿El Padre Pío es un santo de todos o de algunos?
- ¡El Padre Pío es de todos! ¡Ningún santo puede ser de algunos! Quien piense que el Padre Pío es solo para él se equivoca. Los santos pertenecen a la Iglesia y ésta es universal.
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