Desde hace varios meses, el canal de Youtube Cónclave Informa es una referencia de información sobre los miembros del colegio cardenalicio, de los cuales saldrá, en el momento que sea, un nuevo Papa. Paloma Girona va presentando en él las características personales y eclesiales de cada purpurado, en un importante servicio informativo que recientemente se ha visto incrementado con la primera entrevista personal.

La hizo al cardenal suizo Kurt Koch (n. 1950), prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cargo que desempeña desde 2010, cuando ese departamento era un Consejo Pontificio. Es, pues, desde hace tres lustros, el hombre del ecumenismo en la Iglesia. Llevado a la Curia por Benedicto XVI (era obispo de Basilea desde 1995), es un gran reivindicador de la obra de Joseph Ratzinger, y hay ecos de su pensamiento en las respuestas que ofrece en dicha entrevista.

E incluso del carácter del Papa alemán, pues es, según Girona, "un hombre muy sencillo, que transpira mucha paz, acogedor, alegre y espontáneo, y sobre todo muy conciso y preciso".

Lo que, en efecto, permite extraer de sus respuestas algunos pensamientos estructurados muy sugerentes como acicate para ver la conversación en su integridad: 

1. La fe en España y en Europa

“Sería muy bonito ver que la fe permanece en la sangre del pueblo español. Espero que sea así. Pero se ven muchas catedrales, basílicas e iglesias que parecen museos. A veces me pregunto dónde están los fieles que puedan rezar en ellas”.

También alertó de la pérdida de las raíces cristianas de Europa y del riesgo que eso supone para su futuro.

2. El testimonio y las vocaciones

“Dios habla sobre todo a través de los hombres. El testimonio de fe de un sacerdote o de las personas creyentes es muy importante para las vocaciones también hoy”.

3. La búsqueda de Dios

“La centralidad de la búsqueda de Dios es muy importante. Ya en la Regla de San Benito se dice que el candidato al monasterio debe ser una persona que busca a Dios. También en la regla se dice que en todas las cosas debemos alabar a Dios. Esta centralidad de Dios en la vida personal del hombre, en la vida de la Iglesia y en la sociedad me parece muy importante”.

4. La tarea del Papa

“Un Papa tiene como primera tarea ser fiel a la voluntad de Dios, porque debe instruir a todo el pueblo cristiano en buscar la voluntad de Dios, y por tanto él debe ser un ejemplo”.

5. Importancia de la catequesis

“La gran crisis de fe que tenemos en la Iglesia de hoy es también una crisis de la catequesis. Para vivir la fe en la sociedad de hoy debemos saber cuál es el contenido de la fe, tan bella, tan buena… Si los jóvenes no saben qué es el cristianismo, no pueden crecer en la fe y la dejan atrás. Por esto la catequesis debería ser una prioridad en la vida de la Iglesia”.

La entrevista al cardenal Koch, en su integridad.

6. La relación personal con Dios

“Es muy importante que los fieles tengan una relación personal con Dios, y si no rezan no la tendrán, no conocerán la realidad divina. Si una persona se limita a hablar de otra pero no habla con ella, no la puede conocer. Por esto es muy importante también, en la catequesis, introducir a los jóvenes en la oración. La oración es la fe que habla".

7. La Eucaristía, esencial para la conversión

“Conozco algunas personas que han cambiado la fe protestante por la fe católica. Les he preguntado a estas personas por qué, y la respuesta siempre ha sido 'por la Eucaristía': 'Porque no hemos vivido en la fe protestante la celebración de la muerte y resurrección de Cristo, que está verdaderamente presente en nuestra vida, y por esto queremos cambiar y convertirnos en católicos'”.

“Para la conversión, la Eucaristía tiene un papel fundamental. Por eso tenemos que profundizar en la realidad eucarística, también en nuestra Iglesia. La Eucaristía es fuente y culmen de la vida de la Iglesia, como dice la Constitución sobre la Liturgia del Concilio Vaticano II. Juan Pablo II, en su encíclica Ecclesia de Eucharistia, dice que la Iglesia no solamente celebra la Eucaristía, sino que la Eucaristía hace la Iglesia, como dijo el gran teólogo francés Henri de Lubac”.

8. Hermenéutica de la continuidad

“Tenemos dos hermenéuticas para leer el Concilio Vaticano II. La hermenéutica de la ruptura quiere decir que con el Concilio tenemos una nueva Iglesia, y esto quiere decir que tenemos una nueva Fe. El Papa Benedicto dijo que esto es falso: debe ser una hermenéutica de reforma en la continuidad de la Tradición. La hermenéutica de la ruptura ha provocado muchos problemas”.

9. Ecumenismo: el primado, el episcopado, la eucaristía

“El primado del obispo de Roma es un don del Espíritu Santo que no podemos conservar solamente para nosotros: debemos invitar a los otros a ver este don, esta realidad”.

“Algunos ven que necesitamos una cabeza, un 'primero' a todos los niveles de la Iglesia, a nivel local, regional y universal. Sobre todo algunos ortodoxos lo ven así. Con los protestantes es muy distinta la situación”.

“Para el concepto católico de Iglesia, el episcopado y la Eucaristía son dos realidades constitutivas. En este sentido, ya el Concilio Vaticano II ha dicho que las Iglesias ortodoxas son Iglesias porque tienen la Eucaristía, tienen los sacramentos y tienen el episcopado. Las comunidades eclesiales nacidas de la Reforma tienen otro concepto de la Iglesia”.

10. El ecumenismo y la Virgen María

 "En el mundo ortodoxo no hay problema [con la Virgen María], porque María está  tan presente como en la Iglesia católica. En las comunidades eclesiales de la Reforma es muy diferente. Pero tengo una experiencia particular: durante la última conferencia que di como obispo de Basilea antes de irme a Roma, sobre la dimensión mariológica de la Iglesia, los católicos presentes se preguntaban 'Pero ¿qué cuenta éste de María en la Iglesia?', y sin embargo los protestantes presentes me dijeron: 'Ahora ya entendemos qué es la Iglesia, porque María es el modelo de la Iglesia'".

"Todo lo que la Sagrada Escritura dice de la Iglesia lo ha dicho antes de María: de María, la Iglesia puede aprender qué es la Iglesia".

"El ecumenismo debe ser una realidad de la fe, porque el fin del ecumenismo es la fe apostólica, que cada nuevo miembro del Cuerpo de Cristo recibe en el bautismo".