Religión en Libertad lleva ya más de una década en la red llegando cada mes a más de 1,5 millones de lectores y mostrando cómo Dios actúa con fuerza en las personas. Este portal es el más leído entre los medios religiosos surgidos en España, y en su misión está, tal y como explica Álex Rosal, su director, "intentar ser un puente entre la tierra y el cielo".
En una entrevista con Javier Navascués para la página Somatemps, el director de Religión en Libertad explica por qué nació este portal, cuál es su misión y el eje central de un trabajo que siguen cientos de miles de lectores en todo el mundo:
-¿Qué es Religión en Libertad?
- Un portal que nació hace 11 años con la misión de transmitir que Jesús está vivo, y que sigue actuando en la vida de todos nosotros. Intentamos levantar acta, en forma de reportaje, del amor que nos tiene y que derrama todos los días. Y de ahí que publiquemos tantas historias de conversión, de milagros, de gente que cambia de vida… Son caricias que vienen de Dios, que casi nadie cuenta, y nuestra misión es poderlas compartir con los lectores.
- ¿Qué es lo que suelen transmitirle los lectores sobre ReL?
Una gran parte de nuestros lectores citan la palabra “esperanza”. Dicen que están hartos de tantas noticias negativas, y que la lectura de Religión en Libertad les edifica, les da ánimos… y es un motivo de esperanza. Y así lo entiendo yo también. Creo que el ser humano tiene un límite en su psicología para admitir mensajes negativos, y la verdad es que muchos medios se han convertido en verdaderos desagües de negatividad. “Todo está mal”, parecen decir. Pero no. El bien es mucho más fuerte y numeroso que el mal, pero el problema es que una buena parte de los propietarios de medios, con la complicidad de muchos colegas, están abonados a ver la vida con gafas negras. No pido que se pongan unas de color de rosa, sino que simplemente que limpien sus lentes y miren a su alrededor. Hay muchas buenas noticias que contar, y casi nadie está por la labor de publicarlas.
- Entonces, lo que hacen en ReL es también una opción periodística por contar lo que otros no cuentan…
- Sí. La humanidad es como un gran bosque. Todos los días se quiebran muchos árboles y provocan un gran ruido cada vez que tocan tierra, pero el bosque sigue creciendo, en silencio, pero crece y produce muchas historias que si solo nos fijáramos en las que más ruido provocan, jamás podremos darnos cuenta de la riqueza que arroja lo que desechamos.
Ponemos el foco de atención en lo que muy pocos cuentan. Y nuestros faros están buscando, permanentemente, historias de cómo Dios actúa en el mundo. Cómo toca los corazones; cómo sana; los milagros que hace… Intentamos ser notarios de la acción del Señor en el mundo. Y eso no tiene fin…
- ¿Y la información de la Iglesia?
- Nuestro portal de noticias suele ser habitualmente encuadrado como de información religiosa, y creo que es una terminología que restringe mucho nuestra línea editorial. Nosotros intentamos ofrecer diariamente noticias de “vida cristiana”, que no siempre es coincidente con la vida de la Iglesia. A veces sí, pero otras, no. Pero siempre ofrecemos información del Papa, y lo más relevante del Vaticano o información de Iglesias locales.
- ¿Ustedes no polemizan sobre temas eclesiales como otros portales?
- La verdad es que no. A mi me aburre, particularmente, esas diatribas que hay diariamente en diversos portales, y no solo en España sobre temas eclesiales. Creo que no construye y nos quita tiempo y energía para transmitir el Evangelio. Es verdad que hay problemas, siempre los ha habido, pero esa obsesión casi enfermiza por destacar siempre lo negativo, lo que va mal… no sé, creo que no recoge del todo el espíritu cristiano.
- Pero, ¿no cree que es importante debatir sobre asuntos de gran calado que afecta a muchas gente?
- Sí, por supuesto. Aunque el 80-90% de nuestras noticias son de Anuncio, hay un porcentaje de denuncia. Sobre la persecución de los cristianos en Oriente Medio; las restricciones de libertad religiosa, de pensamiento, de educación o de expresión en Occidente; la corrupción; el hambre en el mundo, y otras tantas amenazas como la que supone la Ideología de Género para nuestra sociedad; o las imposiciones de los políticamente correcto en la vida de las personas… y otros temas que muchas veces defendemos en solitario.
Pero a nivel eclesial hemos optado por no convertir nuestro altavoz en un campo de batalla… Es posible que otros estén llamados a ejercer un periodismo de combate, y es legítimo, pero nosotros no sentidos esa llamada para polemizar sobre lo intraeclesial.
- ¿La política tampoco tiene cabido en Religión en Libertad?
- La política es una herramienta necesaria para lograr que la sociedad avance. Pero la política no lo puede invadir todo. Hay espacios dónde la política no debe entrar. En un hospital, por ejemplo. Si me tienen que operar quiero que lo hagan con criterios médicos y no políticos. Ahí no puede haber democracia, o por lo menos a mí no me gustaría que votara la enfermera, el celador, la secretaría o el mozo de seguridad sobre la conveniencia o no de una intervención quirúrgica… Y lo mismo pasa en una familia, o en la misma Iglesia. Y lo que es particularmente triste es ver como las ideologías entran en algunas parroquias y van sustituyendo lentamente el mensaje de salvación cristiano por unos ropajes ideológicos que ahogan de tal manera la espiritualidad de la feligresía, que dejan de ser cristianos para convertirse en apóstoles de esa nueva ideología que les promete en Paraíso en la tierra, pero que les acaban llevando a un infierno existencial.
En Religión en Libertad tenemos lectores de muchas tendencias políticas, y nuestra misión es intentar ser un puente entre la tierra y el cielo. Ensanchar los corazones de nuestros lectores y que tomen conciencia de lo mucho que Dios les ama. Ser un espacio que dé esperanza, qué edifique… Todo lo demás, incluida la política, que es importante y necesaria, debe tener cabida en otros ámbitos, pero no en nuestra web.
- ¿Qué espiritualidad tiene Álex Rosal? ¿Pertenece a algún movimiento o carisma?
- La verdad es que tengo una gran fragilidad y pobreza interior, y creo que el Señor me tiene arrodillado y avergonzado con un aguijón para que constantemente le reclame su gracia. Y como confío en su poder y misericordia, eso me da mucha esperanza para seguir alabándole y dándole las gracias por cómo me sustenta. Necesito que Dios venga a salvarme todos los días. Y también procuro que el Espíritu Santo llene mi corazón, muchas veces roto, con su amor, y sane mis emociones, pensamientos y actitudes. Yo no puedo nada, pero el Señor me ha demostrado que si le dejo a ÉL mis preocupaciones y problemas; se ocupa mucho mejor que yo.
Desde hace unos 15 años vivo mi fe en un grupo de oración de la Renovación Carismática Católica, que pone el énfasis en la espiritualidad de la gratuidad. Y no tengo más compromisos eclesiales que con mi parroquia.