Sobre esta labor evangelizadora en las redes sociales y otros asuntos habla monseñor Munilla en una entrevista para página web Santa Virgen María (www.santavirgenmaria.com). En ella, el prelado vasco confiesa que la evangelización en la Red es una “experiencia” que va descubriendo pues “estamos en un terreno nuevo para nosotros”.
“Reconozco que en un primer momento desprecié las redes, -confiesa el obispo de San Sebastián-, y dije que eso era una tontería y que no iba a meterme ahí nunca”.
Sin embargo, pronto cambió de opinión y ahora considera que “las redes sociales tienen la capacidad de hacernos presentes también en pequeñas dosis, píldoras, propuestas que puedan ser breves para personas que en principio se asoman curiosas y que difícilmente iban a recibir un contenido más largo”.
De este modo, José Ignacio Munilla agrega que “las redes sociales las entiendo como un escaparate que nos permite sembrar semillas de fe que luego pueden suscitar un deseo de un conocimiento más profundo” y de ahí puedan pasar a un contenido “más fuerte”.
Pero el obispo de San Sebastián también alerta del uso excesivo de estas herramientas por lo que recomienda que “cuando uno tiene apego al uso de las redes sociales es bueno ayunar de ellas”.
Y lo explica así: “Para que al final el ‘sólo Dios basta’ de Santa Teresa de Jesús sea real y no una frase teórica es bueno ejercer el ayuno, el ayuno de las cosas a las que podamos estar apegados y de utilizaciones un poco compulsivas para que mi corazón esté puesto en Dios y lo demás quede relativizado”.
En la entrevista, monseñor Munilla también es preguntado dónde está el límite entre devoción y superstición a lo que responde afirmando que “el riesgo de la superstición siempre está latente entre nosotros. La clave está en que nosotros pongamos el corazón en Dios mismo, no en determinadas fórmulas que de una manera un tanto supersticiosa nos dan una especie de seguridad. La seguridad no hay que ponerla en los medios sino en Dios mismo”.
Igualmente, también habla de las personas acuden a la oración únicamente para pedir. El prelado asegura que “Dios quiere que nos presentemos a él con la realidad de nuestra vida. Presentarnos como mendigos ante Dios es partir de la realidad de nuestra contingencia y nuestra debilidad. Hacernos los fuertes no sería la manera correcta de presentarnos ante Dios. Partir de nuestra pequeñez y de nuestra necesidad de ser socorridos es una buena forma de iniciar nuestra relación con Dios”. Pero también advierte que esta relación “tiene que crecer y purificarse” porque tiene que llegar un momento “en que nuestra oración esté marcada por el impacto del agradecimiento”.
Munilla también es preguntado sobre la gente que vive la fe “a su manera” rezando de vez en cuando pero sin acudir a los sacramentos. Para él, estas personas “tienen un peligro muy grande de no apreciar el camino de la revelación porque aquí lo principal es que nuestra relación con Dios es posible porque Dios se ha revelado”.
Por ello, considera que si uno se comunica “a su forma” es “no terminar de descubrir la gracia de la revelación” y lo que trasciende en el fondo es una “religiosidad antropocéntrica, y es poner a Dios a nuestro servicio”.