Hay que acabar con las “estructuras caducas” en la Iglesia, abandonar las prácticas que no ayudan a evangelizar, las que han demostrado que no funcionan: este es el gran tema de la quinta edición del Encuentro de Nueva Evangelización ENE 2016 (encuentroene.com), la principal cita de evangelizadores en España, que se celebra en la enorme residencia del Centro de Espiritualidad San Vicente de Paúl en Salamanca del 7 al 10 de julio, con unos 360 participantes y la asistencia de 6 obispos.
 
El ejemplo que se repite una y otra vez es la catequesis infantil: año tras año los catequistas de cualquier parroquia española se desgastan para preparar 20 o 30 niños para la Primera Comunión… y de ellos solo uno o dos seguirá asistiendo a misa a la semana siguiente o un año después. Es una estructura caduca: su ineficacia evangelizadora está más que demostrada. Pero podría haber otras muchas: ¿Tienen eficacia evangelizadora las universidades católicas? ¿Y los cursillos prematrimoniales?
 
Los párrocos dicen además que no pueden dedicarse a evangelizar, a llevar la fe a los alejados, porque están ocupados en atender sacramentalmente sus parroquias. Ofician bodas cristianas para parejas que no han sido evangelizadas realmente, organizan confirmaciones para adolescentes que no perseverarán en la Iglesia… no les quedan fuerzas para entrenar ayudantes, implantar métodos para llegar a los alejados, para convertir a un "consumidor de sacramentos" en un "discípulo intencional de Cristo", etc…


A esto responden los organizadores y ponentes del ENE que evangelizar no debería ser una actividad extra o secundaria en la Iglesia, sino que es su razón de ser. La ponencia del viernes por la mañana de Tote Barrera, director de Cursos Alpha en España, se centró en recordarlo con textos del Magisterio.

"La tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia”, explicaba en 1975 Pablo VI en Evangelii Nuntiandi en su párrafo 6. “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. La Iglesia existe para evangelizar”.
 
Y si la catequesis infantil o cualquier otra cosa es ineficaz y no evangeliza y, peor aún, no deja dedicar tiempo o recursos a evangelizar, que es la misión de la Iglesia, pues hay que deshacerse de esa catequesis: es una estructura caduca que debe abandonarse.
 
“Abandonar estructuras caducas” no es una frase iconoclasta de algún iluminado. Es la enseñanza del documento de los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida en 2007, hace casi diez años, con la firma de Benedicto XVI, quien lo propone para que “sea luz y aliento para una fecunda labor pastoral y evangelizadora en los años venideros”.
 
En el famoso Documento de Aparecida se proclama la necesidad de cambiar las estructuras de la parroquia y las comunidades, quitar lo que dificulte el evangelizar. Su párrafo 365 exhorta: “Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe”.
 
Y la Evangelii Gaudium del Papa Francisco, en su párrafo 25, se insiste: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una «simple administración». Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión»”.


“El vino nuevo necesita odres nuevos, la nueva evangelización necesita nuevos evangelizadores, las viejas estructuras no darán nuevos evangelizadores ni nueva evangelización”, insistió en su predicación en el ENE Fabrizio Ballanti, sacerdote y superior en España de la comunidad Koinonía Juan Bautista (www.koinoniagb.org/es/).  Hace un año era el responsable en México, donde formó a cientos de evangelizadores y formadores de evangelizadores. Esta comunidad tiene presencia en más de 20 países y cuenta con 4.000 miembros, incluyendo unos 200 laicos consagrados y 30 sacerdotes. Sus sacerdotes no se forman en seminarios ni noviciados, sino que tienen un sistema propio, con la aprobación de diversos obispos locales.


Fabrizio Ballanti avisa: la Nueva Evangelización requiere nuevos evangelizadores formados en nuevas estructuras; los viejos métodos ineficaces seguirán dando los viejos resultados insatisfactorios 

“A menudo, en la Nueva Evangelización conseguimos acercar a una persona a Jesús, sienten su amor, una vida nueva… y entonces les llevamos luego a una estructura vieja…”, denunció. Es común que el nuevo converso, ya enamorado de Jesús, no encaje en la “vieja parroquia”, que no está adaptada para acogerle y acompañarle, que está adaptada a los parroquianos de toda la vida.
 
Fabrizio puso el ejemplo real de una importante reunión de líderes eclesiales con el tema “¿Qué hacer para la Nueva Evangelización?”
 
“¿Sabéis que decidieron hacer tras esa reunión? ¡Una nueva universidad de Teología! Pero si ya tenemos muchas universidades y mira el [poco] resultado que dan”… y entonces Fabrizio Ballanti, orador con mucho sentido del humor se detuvo y dijo, con mirada traviesa, “uy, perdón”, mirando al obispo de Salamanca, Carlos López, sentado en primera fila del auditorio, que es también Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. El auditorio estalló en risas… “Sí, nos reímos”, dijo Ballanti, “pero entre broma y broma, toma”.
 
Porque en el fondo subyace la pregunta: ¿evangelizan las universidades católicas? ¿Cuántos conversos generan? ¿Cuántos discípulos de Cristo? ¿Cuántos evangelizadores? ¿Distraen recursos que deberían dedicarse a evangelizar?
 
“Si hacemos lo mismo de antes, vamos a obtener los mismos resultados de siempre”, insistió Ballanti. “En la Iglesia tenemos clara la visión, la Nueva Evangelización, los Papas han hablado claro, pero nos falta unir fuerzas para crear estructuras capaces de formar nuevos evangelizadores. Formar es hacer discípulos. Jesús no se centró en hablar a multitudes. Eso era muy secundario para Él. Se centró en formar a sus discípulos. Dio sus instrucciones: “id y haced discípulos”, porque los discípulos no nacen, se hacen. La mayor alegría no es ser discípulo sino hacer  discípulos. Eso requiere una conversión pastoral que implica renunciar a otras cosas”.
 
Ballanti denunció que haya pastores que parezcan satisfechos con que su rebaño dé poco fruto y no piensen cambiar nada. Ven pocos conversos, pocos cristianos maduros, pocos frutos… y dicen que es cosa de Dios dar fruto. No van a modificar sus hábitos ni estrutucturas.
 
Sin embargo, Cristo es exigente y Ballanti citó Juan 15, 8-16. “Mi Padre recibe gloria cuando producís fruto en abundancia; y os manifestáis como discípulos míos; os he destinado para que deis fruto abundante y duradero”.

¿Puede un pastor, un obispo, un religioso, un maestro, un catequista, un párroco, quedar satisfecho con pocos frutos cuando Cristo asegura a sus discípulos “os he destinado para que deis fruto abundante y duradero”?
  
Ballanti insistió: “Un fruto duradero implica trabajar por la calidad más que la cantidad, pero, claro, fruto abundante también es cantidad. Para llegar a la cantidad hay que invertir en calidad. Basta de teología pesimista, basta de decir ‘quiero poco fruto porque soy muy humilde’”. Para la nueva evangelización necesitamos estructuras de calidad que generen nuevos evangelizadores kerigmáticos (del primer anuncio de Cristo, que transforma a la persona), no catequéticos, porque catequéticos ya tenemos muchos”.
 
A lo largo de las jornadas ENE 2016 se ofrecen varios ejemplos de parroquias transformadas por la nueva evangelización. Son parroquias que no se limitan a hacer “algo” de Nueva Evangelización “a ratos” y “porque es lo que toca ahora”, sino que han transformado sus estructuras para ser plenamente evangelizadoras. En ReligionEnLibertad iremos presentando estos ejemplos en próximos días.

Ponencia en vídeo de Tote Barrera en el ENE 2016 explicando la necesidad de abandonar las estructuras caducas (1 hora, pero ágil)


Ponencia del padre Fabrizio Ballanti acerca de sus experiencias evangelizadoras y la importancia de formar "nuevos evangelizadores para la nueva evangelización" (1 hora, ágil y con humor)