Serán al menos 700 los jóvenes de las parroquias de Tierra Santa que viajarán a Cracovia (Polonia) a fines de julio, para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que estará centrada en el tema de la misericordia. También deberán estar allí presentes cinco jóvenes de Gaza, que podrán participar en el encuentro con muchachos y muchachas –católicos y no católicos-provenientes de todo el mundo, convocados para el encuentro polaco.
Un motivo de satisfacción, después que, ya en Pascua, al menos el 95% de los cristianos de la Franja obtuvieron el permiso para salir del área –tras años de denegárseles- para participar en las celebraciones en Jerusalén.
La JMJ de Cracovia representa un gran evento para la pastoral juvenil de la Iglesia de Tierra Santa y para la diócesis de la Ciudad Santa en particular, como bien cuenta el sitio del Patriarcado latino de Jerusalén. En la última edición de la JMJ, llevada a cabo en Río de Janeiro (Brasil) en el 2013, de hecho, participaron ”tan solo” 30 jóvenes.
A la cita polaca han respondido 700 jóvenes, que se reunirán y se entremezclarán con otros dos millones y medio, o quizás más, provenientes de las demás diócesis de la tierra. Entre ellos, hay también un centenar de muchachos y muchachas provenientes de Jordania y cerca de 200 palestinos.
Y aún más, maronitas, melquitas de Galilea, un grupo de parroquias judaicas y un nutrido grupo del Camino Neocatecumenal, que comprende jóvenes de Jordania, Palestina, Israel y Chipre. La delegación, incluyendo a los cinco jóvenes de Gaza, partirá del aeropuerto de Tel Aviv gracias a los permisos especiales emitidos para la ocasión.
La JMJ nació el Domingo de Ramos de 1985, por institución de Juan Pablo II, en el Año internacional de los jóvenes convocado por la ONU; esta vez se cumplen treinta años de la primera edición, que se celebró en Roma en 1986. El tema elegido para la XXXI edición de Cracovia es “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia” (Mt 5,7), marcado por las celebraciones promovidas en razón del Año Jubilar 2016, que está dedicado, justamente, a la misericordia.
Para todos los católicos de Tierra Santa el evento será una ocasión para experimentar y conocer la universalidad de la Iglesia. Antes de partir para la peregrinación rumbo a la tierra polaca, los jóvenes participarán de reuniones y encuentros como preparación a la fiesta. Según los organizadores, estas sesiones serán útiles para la preparación de pequeños libros culturales y espirituales –entre ellos, lo cancioneros-que acompañarán a los jóvenes a lo largo de las dos semanas en Polonia.
El grupo del Patriarcado latino llegará a Polonia una semana antes que el Papa Francisco. Los jóvenes se alojarán en una diócesis cercana a Varsovia, donde vivirán una semana de misión, respondiendo, así, a la solicitud del pontífice: “Que la Iglesia reencuentre el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre”.
Esta primera semana será también un tiempo de descubrimiento cultural, así como de encuentro entre las familias de cristianos polacos y muchachos y muchachas de todo el mundo, confrontando entre sí los diversos modos de vivir la fe.