Su principal fundador es el sacerdote jesuita Laurent Fabre quien, muy influenciado por el monasterio y movimiento de Taizé (www.taize.fr), decidió fundar esta Comunidad con el propósito de fomentar la unidad entre los cristianos de todas las confesiones.
Numerosos matrimonios, familias y célibes consagrados optan por vivir en comunidad con el objetivo de ponerse al servicio de la Iglesia y del mundo a través de las diferentes misiones que realizan.
Muchas familias de la Comunidad Chemin Neuf viven en “fraternidad de barrio”, es decir, en el mismo vecindario y, otras, en “fraternidad de vida”, es decir, en una misma casa perteneciente a la Comunidad, aunque en un apartamento propio para cada una de ellas.
Algunas de ellas se dedican íntegramente a las misiones del grupo, sin embargo, la mayoría de los miembros casados ejercen una actividad profesional fuera de la Comunidad.
Este es el caso de Hugo, Milena y sus tres hijos, que decidieron, hace casi cuatro años, dejar su vida en Varsovia para trasladarse a la única casa que la Comunidad tiene en España, la Cartuja Aula Dei, en Zaragoza.
“Nos acercamos al Chemin Neuf gracias a una convivencia para matrimonios y decidimos dedicarnos a Dios a través de este carisma”, relata Hugo.
Ahora se hallan al servicio de las necesidades de la Comunidad y son los responsables de una misión que se dirige a los matrimonios: la misión Caná. Esta familia asegura que vive en “simplificación de vida”: “No tenemos el mejor coche del mercado y veraneamos en el Pirineo, en vez de en Ibiza”, lo cual, según explica Hugo, “nos hace más libres”.
Además de contar con los matrimonios, la gran familia de Chemin Neuf está formada por trescientos hermanos y hermanas célibes consagrados repartidos por todo el mundo. Aproximadamente la mitad son sacerdotes o hermanos que se preparan para el sacerdocio y, la otra mitad, hermanas.
Todos ellos viven en comunidades bajo los votos de obediencia, pobreza y castidad, y su vida gira en torno a la oración comunitaria.
La hermana Pascale, una francesa de treinta y seis años que reside en la Cartuja Aula Dei, cuenta a la revista Misión que, tras estudiar y vivir un tiempo en Centroamérica, descubrió que su vocación era la vida consagrada:
“Me enamoré de Dios y decidí comprometerme con Él”. Asegura que reciben vocaciones cada año y que “mucha gente joven se acerca a esta aventura de vivir la fe”.
La espiritualidad se basa en entender a Dios como un Dios cercano que se comunica constantemente con cada persona. Por ello, Chemin Neuf sigue un modelo de vida espiritual fundamentado en las enseñanzas ignacianas y de la Renovación Carismática. “Solemos decir que el verdadero fundador de la comunidad es san Ignacio de Loyola”, afirma la hermana Pascale, quien a la vez añade: “Queremos permanecer a la escucha del Espíritu Santo y vivir bajo su guía de manera personal y comunitaria”.
La Comunidad está marcada por el deseo de conseguir que las personas de distintas confesiones cristianas se unan en una sola oración.
Con esta finalidad, nació en el año 2000, la Fraternidad Ecuménica Internacional, una red de oración, formación y evangelización cuyos miembros trabajan por la unidad y la paz entre Iglesias y países.
En este sentido, la Comunidad realiza cada mes un vídeo de treinta minutos para invitar a reflexionar sobre los desafíos de la paz y la unidad en el mundo y animar a los cristianos a unirse en una oración común.
Tanto las familias como los consagrados están al servicio de las casas de ejercicios espirituales, las parroquias, los colegios mayores y de todas las misiones que lleva a cabo la Comunidad. Su principal cometido es evangelizar y formar a los cristianos, a través de diversos apostolados, para que puedan ponerse al servicio de la Iglesia y de la sociedad en general.
Caná, la misión dedicada a los matrimonios y familias, es una de las más multitudinarias y antiguas. Esta incluye encuentros puntuales en más de cincuenta países para ofrecer un espacio de diálogo a los matrimonios y un remanso de paz en medio de la vorágine del día a día a toda la familia.
Comunidad Caná 2015
Otra de las misiones, que se preocupa de la persona en todas sus dimensiones, es Siloé, en la cual médicos, psiquiatras y diversos terapeutas trabajan para que la salud de las personas esté ligada a la salvación en Jesucristo.
Chemin Neuf también cuenta con misiones dirigidas a los jóvenes entre catorce y treinta años. Estas iniciativas giran en torno al acompañamiento espiritual, la oración y la formación.
Existen, por ejemplo, colegios mayores donde se alquilan habitaciones a jóvenes estudiantes con la intención de acompañarlos en esta etapa. Así, los estudiantes comparten sus experiencias, sus actividades, sus comidas y, en general, hacen mucha vida juntos.
Los jóvenes de la Comunidad estudian y viven integrados en el mundo y buscan, en su quehacer diario, ser testigos de Cristo, anunciar la buena nueva a los demás y descubrir su vocación en la Iglesia y en el mundo.
("Una generación que cambia el mundo, pero no cambiada por el mundo" es el lema de uno de los vídeos elaborado por Chemin Neuf dedicado a los jóvenes y que se ofrece a continuación)