Se da la circunstancia de que Theresa, hasta hace pocos años, era atea y militantemente hostil a lo católico.
"Rechacé a Dios y me declaré atea a los 14 años. Mis padres quedaron desolados, pero continuaron alimentando su relación conmigo y mostrándome un amor incondicional. A través del amor de mis padres creo que nunca perdí de vista parte del Amor de Dios, porque su amor estaba enraizado en el de Él", contó en una entrevista.
Theresa explica que "me mantuve lejos de Dios y de la religión muchos años. Luego, en el instituto y en los años posteriores empecé a explorar diferentes espiritualidades. No creía explícitamente en Dios pero buscaba, investigaba. Con el tiempo, Dios me dio la gracia de abrirme a Él. En cierta ocasión en Costa Rica viví una experiencia de conversión ´de camino de Damasco´. Creí en Dios, que era una Persona, que me amaba y tenía un plan para mi vida. Es asombroso para una antigua atea: ahora soy monja", resume en una entrevista.
Las monjas paulinas tienen un llamado fundacional a la evangelización mediante la prensa, los libros y los medios de comunicación, y Theresa dedica bastante tiempo a su blog evangelizador.
Una cosa que le preocupa es cómo los católicos dan mal ejemplo en las redes sociales o en los comentarios y blogs de Internet, siendo agresivos unos con otros, y también expresándose de forma agresiva respecto a otras personas no creyentes u otros colectivos.
"Como antigua ex católica, aún leo post de blogs, mensajes de Facebook y comentarios on line con los ojos de quien se pone en lugar de los que están fuera. Trato de no juzgar a las personas que comentan en línea de una manera que habría sido sobrecogedora para mí cuando era atea", reflexiona.
Admite que "hay diferentes estilos y personalidades que funcionan para gente distinta. Y la verdad puede a veces ser incómoda". Pero también le parece que en los últimos tiempos la agresividad en los comentarios en Internet ha aumentado. Y eso aleja a muchas personas que exploran la fe.
"Una mujer en Twitter recientemente me contaba que había estado considerando entrar en la Iglesia católica. Pero que ella dudaba mucho últimamente por la abrumadora negatividad y agresividad entre los católicos que ella percibe en las redes sociales", pone como ejemplo.
"Guste o no, cuando tenemos conversaciones entre nosotros mismos online, está ahí para que todo el mundo las vea. Internet ha borrado prácticamente la noción de conversaciones privadas. Pero aunque esto es verdad, parece que algunos hablamos a los demás como si estuviéramos sentados a la mesa el Día de Acción de Gracias, en lugar de en una plaza pública – con otros mirando. Estamos siendo observados. Y algunas de esas personas están intentando encontrar a Cristo en nuestra forma de comportarnos. Incluso los ateos entienden que nosotros creemos que nuestra conducta es un signo visible de que Jesús está en la Iglesia".
Gritar, insultar, ponerse cínico y agresivo y regalar decretos caseros de excomunión en comentarios de webs o posts de Facebook no es una buena forma de evangelizar y acercar las personas a Cristo
Por eso, para evangelizar mejor y dar buen ejemplo en Internet, propone las siguientes 10 preguntas que todo católico debería plantearse al escribir un comentario, blog o post en redes sociales o webs de Internet.
1. ¿Este post acercará a la gente a Dios?
2. ¿Este post es verdadero, caritativo y respetuoso?
3. Si alguien de fuera de la Iglesia católica lo lee, ¿se va a escandalizar?
4. ¿Estoy murmurando o hablando mal de otra persona?
5. ¿Me pongo en el lugar de la persona a la que estoy o de la que estoy hablando? ¿He pensado en sus sentimientos, su familia y en las diversas experiencias vitales que pueden haberla llevado a comportarse o a pensar como lo hace?
6. ¿Me gustaría ser recordado por este post dentro de una semana, un mes o dos años?
7. ¿Estoy respondiendo a esta persona por justificarme a mi mismo o por amor?
8. ¿Este amor da luz al mundo, o da oscuridad?
9. ¿Es necesario o útil que contribuya con mis opiniones sobre este tema en este foro concreto?
10. ¿Me siento inspirado por el Espíritu Santo para postear esto?
"Algunas de estas preguntas me hicieron enrojecer con el desagradable recuerdo de cómo me he comportado a veces en la red", admite la hermana Theresa.
"Nuestro compromiso online requiere discernimiento. Obviamente, estas sencillas preguntas podrán o no ayudarte a discernir. Pero incluso aunque no nos las hagamos, sencillamente tomar una pausa o un momento antes de responder o participar online puede ayudarnos a escribir con un cuadro más amplio en la mente, en lugar de dejarnos llevar por nuestras reacciones inmediatas, nuestros miedos y nuestra agresividad".