“Hoy recluto una milicia, lanzo una nueva cruzada”, propone en términos espirituales.
“El objetivo es convertir el corazón de cada soldado de Daesh (ISIS)” y construir así “la civilización del Amor”.
Se trata de escoger un terrorista “desconocido por ti, pero conocido por Dios”, darle un nombre cristiano (“bautizarlo”) y “adoptarlo en tu corazón como un verdadero hijo, rebelde pero objeto de tu amor”.
“Podrás darle vida por vuestro amor”, destacan los impulsores de la iniciativa, que animan a ofrecer por esa persona “alegrías, lágrimas, risas, cada una de vuestras respiraciones,…”.
“Ten la seguridad de que un día, en la tierra o en el cielo, te cruzarás con un tipo que te dirá “me llamo (nombre que hayas escogido para él), antes estaba en el ejército de Daesh, ahora he dado mi vida por Cristo”, añaden.
Jesús Amor, a ti, que nos has mostrado cómo amar, te confío (nombra a tu terrorista) para que él descubra tu Amor y lo viva en abundancia.
Transforma mi corazón para que tu amor se derrame sobre mis enemigos con ternura y desmesura.
Te suplico que hagas de (nombra a tu terrorista) un gran santo mejor que yo.
Dame tu Espíritu Santo, que yo viva y que el mundo se salve.
Jesús, gracias, ¡te amo!