Keller entendió por fin por qué Dios le había dado aquella pasión juvenil por los coches.
“La verdad es que soy un hombre muy aficionado a los carros”, dijo, riendo, a ACI Prensa. Keller es el director de vocaciones de la diócesis de Gallup (que cubre áreas de Arizona y Nuevo México, en Estados Unidos). Hace un año, mientras ideaba un proyecto de trabajo comunitario para los seminaristas, unos amigos le sugirieron redescubrir su antigua afición y que restaurara un auto con ellos.
“La idea comenzó a girar en torno a lo que sería un edificio de fraternidad, que era un proyecto de formación humana. Entonces esa idea vino a mí... Yo estaba como ‘wow, esto (el auto) sería una gran forma de recaudar para la oficina de vocaciones’”, comentó.
En ese momento nació el proyecto V8s for Vocations [V8 por las Vocaciones] (V8 es una configuración de cilindros muy frecuente en coches deportivos y característica de los norteamericanos). El sacerdote, junto con un grupo de seminaristas de Gallup, restaurarían un auto y lo sortearían. Cada ticket para la rifa valdría 25 dólares y el dinero se destinaría para la formación de los seminaristas de la diócesis.
Con el plan hecho, el sacerdote comenzó a buscar un vehículo. Una semana después un amigo de la escuela le dijo que había encontrado el auto preciso.
Así era el vehículo que se adquirió, antes de comenzar a desguazarlo entero para rehacerlo.
“Era un Chevelle modelo 72 tipo deportivo. Encontramos un donante que lo compró de inmediato y nos lo dio para que empecemos a trabajar en él de inmediato”, indicó Keller. La restauración del vehículo comenzó en junio del 2014.
Así comenzó el desmontaje y despiece completo. Cargando el vehículo, segundo por la derecha, Don Matthew, de vuelta a su juventud.
Con la ayuda de un equipo donado, el garaje de la parte trasera de la catedral del Sagrado Corazón de la diócesis se convirtió en un taller mecánico, donde los seminaristas y otros aficionados a los autos que ofrecieron su ayuda (católicos y no católicos) ayudaron a modernizar el Chevelle.
La catedral de Gallup, una ciudad de poco más de veinte mil habitantes en el estado de Nuevo México.
Matthew Keller también se acerca al taller para confesar a algunos de los voluntarios. “Es sorprendente que esta reunión se haya convertido en una oportunidad para la evangelización. Yo no me lo esperaba”, manifestó el sacerdote.
Esta recaudación de fondos también le ha dado una lección personal: “Yo me fui al seminario pensando que esos pasatiempos debía dejarlos atrás. Pero había una razón para esas aficiones, y Dios lo sabía. Él sabía que esos años que pasé en el ámbito de los coches los iba a utilizar para construir el Reino. Eso fue una gran lección para mí: no olvidar que Dios toma todos nuestros dones, nuestros talentos y nuestros intereses y los utiliza”.
El motor de 8 cilindros en V es lo que más ha hecho disfrutar a los miembros del equipo parroquial de tuneo.
Los seminaristas trabajaron duro para asegurarse de que el día de la instalación del chasis coincidiese con un retiro vocacional en el seminario, de modo que los participantes también pudieran tener la oportunidad de trabajar en el coche con ellos. “Trabajar juntos en un proyecto, como construir un carro, es algo que le habla a los jóvenes”, dice Keller.
La fecha de entrega será el 12 de diciembre, la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Ya están terminando de adaptar el auto y están listos para darle los toques finales.
Este día coincide con varios eventos importantes, ya que se cumple el 75º aniversario de la diócesis de Gallup, se celebra el 60º aniversario de la catedral del Sagrado Corazón y es el día de las ordenaciones diaconales.
El premio de la rifa no solo incluye el auto, sino que su nuevo dueño no tendrá que pagar los impuestos por su nuevo coche.
El modelo está tuneado sobre el patrón del que lució Dwayne "The Rock" Johnson en su película Faster [Sed de venganza/Venganza letal].
“Rifamos un auto nuevo en un parroquia antigua mía para el Día Mundial de la Juventud, y el ganador no pudo quedárselo porque no tenía dinero para pagar los impuestos”, comentó Keller: “Para mí fue muy decepcionante ver eso. Así que ahora hay una nueva modalidad en Nuevo México. La persona que organiza la rifa puede pagar los impuestos y así los ganadores pueden irse con el premio pagando solo 25 dólares”.
Publicado en CNA
Traducción de María Ximena Rondón para Aciprensa.