Llevan más de un siglo salvando, evangelizando y reparando vidas de niñas y mujeres que han vivido auténticos infiernos: la Casa de Jesús, fundada en 1919 por el padre Eugenio Oláez, es toda una institución en México y Honduras. Atendida por las religiosas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, la Casa de Jesús dispone de decenas de centros en ambos países dedicados a rescatar a niñas, menores y adolescentes que viven en situaciones de pobreza, falta de oportunidades, violencia, desintegración familiar, adicciones o abusos, entre otros.
Pese a su trayectoria, tanto la organización como la orden de religiosas no es inmune a la crisis de vocaciones, lo que puede llevar a los centros a situaciones próximas a la desaparición.
Es el caso de la casa hogar El Buen Pastor de Chihuahua (México), que atraviesa actualmente una grave crisis al contar con solo cuatro hermanas dispuestas a cumplir la misión con que Casa de Jesús fue erigida.
Golpeadas por la crisis de vocaciones
Una de ellas, la hermana Alejandra Gómez, lamenta en El diario de Chihuahua la "fuerte crisis" de vocaciones por las que "cada vez son menos las mujeres que deciden entregar su vida a Dios".
Actualmente, dice la encargada de la casa hogar, "nos encargamos de15 niñas, y aunque somos poquitas hermanas, buscamos brindarle a todas el mismo cariño".
Las residentes de El Buen Pastor son adolescentes de entre 12 y 15 años, cada una con una historia de abandono, familias adictas o maltrato físico, psicológico o sexual detrás. La religiosa detalla que cada una acude de forma completamente voluntaria, pues la casa no puede atender a quien no quiere ser ayudado.
Alumnas de la Casa de Jesús, asentada en México y Honduras.
Entre las ayudas que reciben, las adolescentes del hogar cuentan con clases particulares, educación física, música, canto, danza y apoyo psicológico, con el objetivo de hacerlas conscientes de sus cualidades y de formarlas para iniciar una nueva vida a través del perdón y la superación del rencor y las heridas.
Sanación a través del perdón y la fe
A estos y otros programas se agrega la labor evangelizadora y espiritual de las religiosas, con el objetivo de fomentar los principios cristianos que les ayudarán a "dar sentido a la búsqueda de Dios". Entre estos principios, la web destaca el conocimiento de la importancia de vivir en espiritualidad a través de la práctica para encontrar sustento y atravesar la adversidad o conocer por medio de la religión los pilares espirituales con valores aplicables en el día a día.
La hermana explica que el recorrido de acogida debe comenzar siempre con un lento proceso de adaptación, partiendo de la base de que las chicas "no son un problema", sino que "simplemente no tienen el amor y el cuidado que deberían tener las adolescentes a esa edad".
Por eso "es muy importante acompañarlas en esta etapa, para que crezcan con valores y aprendan cosas positivas", agrega la religiosa.
Tal y como se refleja en su página web, la casa hogar sobrevive a través de donaciones, ropa, artículos de higiene personal o escolares y venta de dulces elaborados por las hermanas. También a través de voluntarios como doctores, profesores, psicólogos o cocineros, entre otros, para mejorar las condiciones de vida de las niñas de la casa.
En un futuro, la casa hogar “El Buen Pastor” planea tener más cuidadoras con el objetivo de lograr albergar a más niñas, así como realizar más ventas comida para el sustento de la casa.
Para una mayor información sobre la casa hogar El Buen Pastor (calle 32, avenida Zarco, colonia Campesina, Chihuahua) o de otros de sus muchos establecimientos, la Casa de Jesús dispone de un detallado directorio en su página web.