Steve Allgeyer es el “número 2” de LifeTeen, el método evangelizador de adolescentes que está implantado en más de 1.800 parroquias del mundo, incluyendo 118 parroquias españolas. De hecho, LifeTeen ha doblado en apenas dos años el número de parroquias que recurren a este método en España. Allgeyer, que vive en San Luis, Missouri, ha hablado a unos 280 responsables europeos de LifeTeen –incluyendo 40 sacerdotes- en su encuentro en la abadía de Montserrat.
“¿Cómo te presentas a evangelizar a adolescentes, si eres gordo, y viejo y no sabes jugar al Fortnite? Yo ahora tengo 7 hijos de los que 5 son adolescentes. Además, hace muchos años que hago un ministerio relacional con adolescentes”, explicó Allgeyer.
Allgeyer en Montserrat anima a los evangelizadores de LifeTeen en su exigente trabajo con los adolescentes, la edad en que la inmensa mayoría de españoles deja de ir a la Iglesia
Le contrataron hace muchos años como trabajador en pastoral juvenil en una parroquia católica porque dijo en la entrevista: “no sé mucho de esto, pero tengo fe, creo que mi Salvador Jesucristo es maravilloso y lo quiero presentar a los chicos”. No sabía mucho de qué hacer. Era un tipo muy serio y marcial. Lo enviaron con 8 chavales a un encuentro juvenil de la Universidad Franciscana de Steubenville. Son muchos los encuentros en distintas ciudades con este formato: chicos que cantan, alaban, hacen adoración eucarística… Al principio de asustó con tantos juegos y cosas "tontas". “Pero mis chicos volvieron transformados y ahora invitaban a sus amigos”, recuerda. Después conoció LifeTeen. Y aprendió más cosas.
Ahora, con unos 30 años de historia y presencia en tantísimas parroquias, en LifeTeen han aprendido las fases que debe tener un crecimiento en la fe con adolescentes.
Steve Allgeyer: "los chicos no te escucharán hasta que vean que les amas"
Una que ha repetido a los catequistas es que “a los chicos no les importará nada de lo que tú sepas, de religión u otros temas, hasta que sepan cuánto les amas”.
Y ese amor que evangeliza se expresa a través de 6 fases, que en inglés empiezan por “C”.
Las 6 Cs para evangelizar jóvenes
1. Contactar: presentarte y recordar sus nombres
“Contactar” incluye dar el primer paso para presentarte y hablar con ellos. Es el adulto el que debe presentarse y dar ese paso, ellos no lo harán. Además, como muchos no van a misa hay que ir a buscarlos. “Has de salir de tu zona de confort y dar ese paso… Vete a hablar con los adolescentes, preséntate… Consigue sus nombres y fotos y los cuelgas en la pared y así los tienes fichados… Cuando por fin te aprendes el nombre de un chaval y su cara, podemos decir que ya has contactado. Y él, al ver que sabes su nombre, ve que ya le importas algo”.
2. Conectar: recordar las cosas que aprecian y valoran
Se da cuando ya conoces las aficiones de los adolescentes de tu grupo, de cada uno, lo que les gusta, su vida familiar, si tiene hermanos o hermanas, en qué es bueno. Puedes usar trucos memorísticos: si a Toni le gusta el tenis te repetirás mentalmente “tenis-Toni” para recordarlo. Para conectar, y para trabajar con adolescentes “has de hacer un poco el ridículo, ser un bobo por Cristo, no te ha de importar lo que la gente piense de ti, te ha de importar sólo que conectes con los chicos. No es fácil, has de insistir a veces… y volver, y volver”. Una ventaja de LifeTeen es que se trabaja en equipo, y un equipo de catequistas tendrá personas variadas: los que saben de música, o de deportes, o películas, o de Internet… y siempre habrá alguno que contactará mejor que otro con tal o cual chico o chica.
Allgeyer lleno de barro asqueroso... hay que estar dispuesto a muchas cosas para acercarse a los chicos... y poder así acercarlos a Cristo
3. Cuidarlos: vas a sus conciertos, fiestas y momentos valiosos
“Muestras que cuidas a los chicos, en el sentido de que te importan, hasta el punto de que vas a alguno de sus partidos de fútbol, de sus jornadas de aficiones, de su obra de teatro, su concierto de música… Eso les impresiona mucho. Tampoco hace falta quedarse hasta el final, basta con que te vean los chicos y sus padres… Cuando yo voy a sus cosas, ellos y sus padres se animan a venir a mis cosas, es decir, a LifeTeen, a misa, a nuestras actividades. Una vez más, sales de la parroquia y vas a buscar a los chicos”.
4. “Challenge”, es decir, retarlos o desafiarlos a algo más por Dios
Llega el momento en que puedes animar al adolescente a hacer algo de cierta relevancia como cristiano. Por ejemplo, "puedes animarle a rezar con esa chica que le gusta cuando la lleva a su casa, al dejarla en el portal. Para eso, animas al chico, hablas con él, planeas como se hace, etc… Luego le preguntas como fue, qué pasó… Es un reto, algo en lo que se arriesga y le hace crecer". En estos retos escuchamos sus dificultades y les acompañamos. Si les podemos retar es porque nosotros damos ejemplo: nuestros catequistas pueden pedirles ser castos con sus novias porque nuestros catequistas creen en la castidad y la viven en sus propios noviazgos. Les retamos a venir a misa porque cuando vengan estaremos en misa, verán que pedimos cosas que hacemos nosotros”.
5. Compromiso: cuando les pedimos hacer algo aún más serio
El “compromiso” se puede tantear cuando el adolescente ya ha crecido bastante en la fe y en edad y le pedimos algo razonablemente serio: “necesitamos que tú puedas preparar una charla de 5 minutos sobre este texto de la Biblia”; “necesito que te levantes y cuentes tu testimonio el domingo que viene”, “contamos con que puedas venir tal día a ayudarnos”. En esta fase, los chicos ya no se dedican solo a “recibir”, sino que ya dan: con su testimonio y ejemplo, evangelizan a sus compañeros. Ya están siendo evangelizadores con algo de su vida.
Steve Allgeyer en Montserrat se dirige a monitores novatos, catequistas que empiezan en LifeTeen en España; 60 parroquias llevan solo 1 o 2 años con este método; las más veteranas llevan 6 o 7 años
6. Colaboradores: ya evangelizan de forma estable
El "colaborar" se da cuando el chico o la muchacha ya han crecido, son adultos jóvenes o están a punto de serlo y ya pueden ser ayudantes en catequesis, en pastoral juvenil, en actividades evangelizadoras. Algunos perseverarán y se convertirán en responsables de estos temas o en sacerdotes o consagrados. Ya son obreros que construyen el Reino de Dios.
Un test para plantearnos
Steve Allgeyer planteó un reto a los asistentes: ¿podemos cada uno de nosotros recordar qué persona fue la primero en plantearnos cada una de estas 6 fases?
¿Quién fue el primero que te contactó en la iglesia? Casi siempre tus padres. Pero a quien se crió en una familia lejos de la Iglesia, le puede ayudar recordar que alguien –una abuela, pariente, amigo- quizá le llamó o contactó por primera vez.
¿Quién fue el primero que te “conectó”, el primer adulto interesado por tus cosas… que hizo que tú te interesaras por él y la fe?
¿Quién fue el primer adulto con fe que vino a una actividad tuya, a algo que valorabas, con el que compartiste espacios? ¿Quién fue el principio que te retó a hacer algo para el Señor o como cristiano?
¿Y qué adolescentes has visto alejados de Dios y has tenido miedo o pereza de contactarles, de conectarles, de hablar con ellos, de invitarles a alguna actividad o encuentro que les habría acercado al Señor?
Más información en LifeTeen.es
Para conocer el campamento de verano cerca de Madrid de LifeTeen de 8-13 de julio: lifeteen.es/summer-camp
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