Del 2 al 5 de julio se está celebrando en Astorga (León) el ENE 2015, el congreso más influyente sobre Nueva Evangelización en España, que organizan por cuarto año consecutivo dos entidades: la Comunidad Fe y Vida y Cursos Alpha España. (Pincha aquí para seguir el Encuentro en Facebook.)


Han pasado ya cuatro años tejiendo redes de colaboración entre evangelizadores de distintas diócesis y movimientos. De los doscientos inscritos en esta edición, alojándose en el seminario de Astorga, unos ochenta acuden por primera vez. Exceptuando a los organizadores, los que han acudido a las cuatro ediciones son apenas una docena. La primera, en Cantabria, fue bastante más pequeña que las posteriores.


Cada año llegan al ENE más evangelizadores procedentes de más diócesis y con una media de edad, tanto de clero como de laicos, muy baja.

Los asistentes han llegado de 25 diócesis: Astorga, Alcalá, Burgos, Cádiz, Cartagena, Coimbra (Portugal), Getafe, Granada, Jaén, Jerez de la Frontera, León, Madrid, Oviedo, Pamplona, Santander, Santiago, Solsona, Soria, Tenerife, Tarragona, Tarrasa, Toledo, Valencia, Vigo, Valladolid y Zamora. Algunas de estas diócesis ya son veteranas en intentar implementar la renovación pastoral del ENE en sus parroquias: Solsona, Cádiz y Astorga han sido un ejemplo de las más osadas y constantes. Otras tantean distintas fórmulas evangelizadoras.

Entre los participantes hay muchos sacerdotes jóvenes, formadores de varios seminarios con sus seminaristas, gran cantidad de laicos, tanto hombres como mujeres, y el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, que ya acudió el año pasado y en una ponencia va a explicar todo un año de contraste entre la teoría que aprendió entre el ENE 2014 y lo que la práctica ha permitido. Escasean los religiosos y las religiosas. La media de edad es bastante baja.


Los últimos minutos del ENE 2014, celebrado en Valladolid. En el centro, el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, quien hará un balance práctico y personal del año transcurrido.


Con el obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, ausente de la ciudad acompañando una peregrinación de enfermos a Lourdes, ha sido el vicario general, don Marcos Lobato, quien ha acogido a los congresistas.

El vicario ha recordado que aunque la ciudad es pequeña (12.000 habitantes), la antigua Asturica Augusta tiene dos mil años de historia (“levantas una piedra y te sale un romano”, ha bromeado) y cuenta con obispos desde el año 254, medio siglo antes de que se despenalizase el cristianismo en el Imperio: el obispo actual es el número 136.

La rural y conservadora Astorga parecía un lugar poco adecuado para implantar las novedades de la Nueva Evangelización: cuenta con mil parroquias, casi todas diminutas, repartidas en pueblecitos de León, Zamora y Orense. En total, consta de 250.000 habitantes, muy envejecidos, y también es muy mayor su clero. Sin embargo, un grupo constante y entusiasta de sacerdotes y laicos ha insistido en aplicar el llamado del Papa Francisco a “cambiar las estructuras” y lograr lo que Juan Pablo II llamaba “nuevos métodos, nuevo ardor y nueva expresión”.

Están probando, por ejemplo, cursos de kerigma como Cursos Alpha en las ciudades de tamaño suficiente, con actividades de evangelización en la calle con jóvenes y, ahora, planteándose métodos de “discipulado” para líderes laicos, que es el tema principal de esta edición.


El seminario mayor de Astorga acoge el ENE 2015. Una ciudad tranquila y acogedora y una diócesis de parroquias muy dispersas, donde el impulso del obispo Camilo Lorenzo y de numerosos grupos de sacerdotes y laicos está poniendo en marcha con ímpetu métodos de Nueva Evangelización.

“Yo no sé si lo que voy a aprender aquí me servirá”, dice un seminarista andaluz, nuevo en el congreso. “Cuando sea ordenado me tocará atender siete  pueblos en la sierra y todo esto del cambio pastoral y el kerigma me suena a algo teórico…” Pero lo de los siete pueblos no impresiona a los curas de Astorga, que suelen atender más pueblos y más pequeños (aunque con menos montaña) y están entusiasmados con el ENE.


José Alberto Barrera, “Tote”, responsable de Cursos Alpha en España y popular bloguero de ReL, ha querido resumir los últimos cinco años de evangelización en España, una “ola evangelizadora” que nace en 2010 cuando Benedicto XVI creó el dicasterio para la Nueva Evangelización, que se ve reafirmado con el Sínodo de Nueva Evangelización de 2012, que en España nace con el Congreso de Evangelización de Manresa, ve como se multiplican las iniciativas y se consolida con los Encuentros ENE.

Tote señala otros hitos: por ejemplo, la visita del padre James Mallon en 2014 explicando su experiencia de renovación parroquial en Canadá, que un libro a punto de publicarse en español describe para que otros la usen. Ha habido cambios grandes. “En el primer ENE un obispo nos decía que la palabra discipulado no le convencía… pero ahora el Papa Francisco la usa en una encíclica y es el gran tema”, señala Tote. Francisco, además, en Evangelii Gaudium, en 2013, pide “una Iglesia en Estado de misión” y “transformar las estructuras” para que sean más evangelizadoras.

Evangelizar no es una moda: Pablo VI dijo que la Iglesia existe para evangelizar: es la tarea clave de la Iglesia. Y requiere una conversión pastoral que lleva a suscitar discípulos misioneros”, ha insistido el responsable de Alpha en España.


Tote Barrera señaló el discipulado como la clave para afianzar la Nueva Evangelización: una palabra que ayer costaba aceptar pero que hoy forma parte de la predicación habitual del Papa Francisco.


Después ha querido detallar la fase actual, que parece ser un estancamiento y amenaza con desanimar a algunos. Muchos evangelizadores activos empiezan a cansarse: han de realizar el mantenimiento de las agotadoras estructuras caducas (papeleos, sacramentos sin conversiones, rutinas) acumuladas a las nuevas y exigentes tareas de evangelización. Otros constatan que hay personas que atascan y bloquean la renovación. En su libro el padre James Mallon las compara con Denethor, Senescal de Gondor en El Señor de los Anillos. Se supone que está ahí avivando la esperanza del pueblo y esperando el Retorno del Rey. En realidad, ya no cree ni espera, ocupa un puesto y desanima a los que sí creen y esperan.

A otras personas les sucede como a los israelitas en el desierto: murmuran contra Dios y Moisés y querrían volver a Egipto y su esclavitud, es decir, a la mera pastoral de mantenimiento, “a lo de siempre”, porque no vislumbran la tierra de leche y miel que Dios promete. “En el desierto se revela el verdadero carácter de las personas”, admite Tote. Pero él anima a seguir caminando en el desierto por el camino de la Nueva Evangelización. “Dios no quiere que muramos en el desierto”, tranquiliza, pero piensa que Dios llama a los evangelizadores a entrar en la lógica de la Cruz, que incluye resultar herido para dar vida. Es importante perseverar y tener en cuenta la Cruz, ese caminar heridos.

“No podemos volver al Egipto de la mera pastoral de mantenimiento; hemos quemado las naves y estamos en el camino, la ruta, de la conversión pastoral: convertir la iglesia de mantenimiento en Iglesia en estado de misión como pide Francisco. La Nueva Evangelización no consiste en llenar iglesias, sino reencontrar a Cristo y transmitirlo por contagio”, insiste.


Pero los curas solos no podrán. Ningún evangelizador podrá solo. Igual que Aarón y Jur sostenían los brazos de Moisés en la lucha contra los amalequitas, y hasta le ponían una piedra de asiento, para su reposo, así cada evangelizador necesita su Aarón y su Jur, su equipo de apoyo, su red de trabajo. También Jethro regañó a su yerno Moisés y le enseñó cómo organizar un pueblo fuerte para Dios: “Te cansas y se cansa la gente que acude a ti: elige hombres capaces, desígnalos jefes de diez, de cien, de mil personas, eso aligerará tu carga y el pueblo irá a casa satisfecho”. La nueva evangelización no es para superhéroes, francotiradores ni pistoleros solitarios. Requiere ayudantes una y otra vez.

Francisco pide (el Papa dice que sueña) que cambien costumbres, estilos, horarios y estructuras eclesiales para que sean cauce adecuado para la evangelización. En diversos escritos y ocasiones el Papa critica a los pesimistas quejosos desencantados con cara de vinagre. Pide seguir adelante sin declararse vencidos.

Hay que surfear esta ola de evangelización que acaba de empezar: la conversión pastoral es una hoja de ruta a largo plazo”, proclama Tote al acabar su exposición inicial.