Mario Trujillo es uno de los jóvenes pero veteranos evangelizadores de LifeTeen que trabaja desde la sede central de este método de catequesis para adolescentes, en Atlanta (EEUU), acudiendo también a jornadas y encuentros para hablar de cómo mejorar las parroquias. Participó en el Encuentro Europeo de LifeTeen, en Montserrat, tratando el tema de las redes sociales en la evangelización y pastoral con adolescentes.
Minimalismo digital: elige pocas redes, sabiendo para qué
"Es un tema siempre cambiante y muy absorbente", avisó. "Hay que estar en ellas, pero no hay que quedar atrapado en ellas. Yo defiendo un minimalismo digital: hay que dedicarle cierto tiempo, pero estratégicamente, seleccionar bien tres plataformas y centrarse en ellas y saber para qué las quieres".
Como ejemplo de cambio, explica que hace apenas tres o cuatro unos años los adolescentes estaban en Snapchat. Hoy ya está pasado de moda y están en Tik Tok, una red de vídeos breves con música, por lo general bastante tontos. No están en Facebook, que es más bien donde están sus padres. Y sí están en Whatsapp y en Instagram.
En realidad, un catequista de adolescentes va tener que tratar con tres tipos de personas:
- los adolescentes: para tratar con ellos, lo mejor es Instagram y Whatsapp
- los padres de los adolescentes: para tenerlos informados, se puede usar el e-mail y Whatsapp
- los otros catequistas del equipo, para coordinarse: e-mail y Whatsapp
Twitter, por ejemplo, que consume mucho tiempo y energías en realidad no sirve para la pastoral juvenil. Ellos no están allí. Y estar en Tik Tok no sirve de casi nada: pasará de moda y apenas permite compartir nada relevante.
Usar las redes para difundir invitaciones y actos
"Los adolescentes de hoy, la llamada Generacion Z, quieren estar conectados con la gente que aman, pero por desgracia están demasiado pendientes del número de likes o respuestas que reciben. Los padres, por su parte, quieren estar conectados con otros padres y amigos y saber cuándo van y vienen los chicos de excursiones o encuentros. Por otra parte, los catequistas más jóvenes, pueden usar con eficacia sus redes sociales para mostrar cosas que hacen con el Señor -jornadas, oraciones, peregrinaciones- y acercar a otros posibles futuros catequistas", explicó Mario Trujillo.
Las redes sirven también para invitar a los adolescentes a gran cantidad de eventos de LifeTeen: “este viernes tenemos pizza y fiesta, invita a tus amigos”.
Hay que ser muy estratégicos con el tipo de mensajes que difunde el catequista: "a los adolescentes, mensajes cortos, con ilustraciones y fotos; a los padres, lo que les interesa, la información de donde están sus hijos y qué hacen y cuándo entran y salen".
"Los catequistas han de tener claro que no pueden resolver las dudas de fe de los chicos, o sus dilemas de la vida, a través de las redes sociales. Las redes son más bien para mantenerse en contacto y para mostrar públicamente actividades y experiencias que hemos vivido y compartido", detalla Mario.
No intentar diseños ni vídeos complicados
El catequista también ha de conocer sus limitaciones. No debe intentar hacer vídeos elaborados ni editados ni otras cosas que no sabe hacer. Que se contente con lo más sencillo, lo que cualquiera puede dominar: mensajes sencillos en YouTube o en Instagram, por ejemplo.
Para realizar carteles con diseño modernos muy sencillo de usar recomienda Canva. La web de LifeTeen ofrece imágenes de diseño para redes sociales. También hay materiales para compartir con padres en la web LTParentlife.com, ahora ya con materiales en español
Otros recursos útiles son Buffer.com (para gestionar redes sociales) y Phonto , una app que sirve para poner textos sobre fotos.
"Los medios sociales pueden ser abrumadores, pero los catequistas, pastores y evangelizadores deben estar ahí, aunque de forma estratégica y seleccionada. Hay que estar allí, invitando a los jóvenes a acercarse a la fe y a nuestras propuestas", concluye Mario Trujillo.