Dominique Rey empezó a pastorear la diócesis de Toulon, en la costa del sur de Francia, en el año 2000. Desde 2023, Roma puso a Rey un obispo coadjutor, quien se encargaba de la formación en el seminario, el gobierno ordinario de la diócesis y la gestión de la economía, pero casi todo el mundo esperaba que Dominique Rey siguiera dos años más en la diócesis. De forma inesperada y abrupta, ha dimitido este 7 de enero por petición del Papa Francisco, una petición no explicada. Dominique Rey tiene 72 años y buena salud.

Con este vídeo del obispo Dominique Rey anuncia que renuncia al cargo por petición del Papa Francisco:

De joven, Rey era un laico, funcionario del Ministerio de Economía, que en una evangelización callejera con la Comunidad de Emmanuel entendió que quería dedicar su vida a Dios y a evangelizar. Fue ordenado sacerdote en París y luego obispo. Invitó a más de 50 comunidades católicas a establecerse en la diócesis de Toulon y creó fraternidades locales de laicos, consagrados y clérigos. Explicó en jornadas y encuentros de evangelización lo que hacía y los resultados que veía.

Recogemos ahora 10 convicciones que mostró con su trabajo evangelizador.

1) ¡Crecer en seminaristas y sacerdotes diocesanos! Es posible

Cuando Dominique Rey empezó como obispo de Toulon en el año 2000, había 187 sacerdotes diocesanos. En 2021, eran 215, con 60 seminaristas. Puede parecer un crecimiento moderado, pero es un crecimiento en un país donde el número de sacerdotes baja y baja. En la vecina Niza, tan mediterránea como Toulon, con la misma población y porcentaje de católicos, se pasó de 237 a 144. En la también vecina Marsella, con demografía similar, se pasó de 172 a 130. En la también mediterránea y costera Montpellier, de población similar, se pasó de 248 a 148. Mientras las diócesis vecinas perdían entre 40 y 100 sacerdotes diocesanos en veinte años (muchos, simplemente, ancianos que fallecen), Toulon ganaba 30.

2) Se puede atraer a jóvenes con vocación si se ofrece actitud misionera

Entrevistado en 2014, Rey detallaba que su diócesis no atrae sólo novicios o sacerdotes extranjeros de comunidades religiosas (aunque también) sino que, simplemente, atrae jóvenes franceses que quieren ser sacerdotes evangelizadores y buscan por Internet un lugar donde haya de verdad voluntad evangelizadora. "Constato que los jóvenes funcionan en una cultura de redes, y ya no con referencias territoriales. A muchos que carecen de raíces locales les atraen diócesis que presentan una fisonomía misionera, lo que explica la atracción que esta diócesis ejerce sobre jóvenes originarios de fuera del departamento", declaraba.

3) Vale la pena crear espacios diocesanos de pre-vocación

Todos saben que Dominique Rey fue muy generoso acogiendo comunidades. Unas 50 se establecieron en la diócesis por invitación suya. Pero pronto vio que algunos jóvenes atraídos por la vida de fe podían entrar en esas comunidades, a menudo internacionales, y, dependiendo de sus superiores en el extranjero, llegar a dejar la diócesis para servir lejos. Por eso creó sus propias comunidades diocesanas o fraternidades de jóvenes evangelizadores, misioneros laicos, consagrados con distintos tipos de votos, etc... Y funcionó bien: ahí se integraron muchos laicos, algunos de los cuales luego se hicieron sacerdotes o religiosas o perseveraron integrados en la evangelización diocesana.

4) Vale la pena trabajar por la unidad en la diversidad de estilos y carismas

En 2009, a raíz de su congreso Comunión y Evangelización en Hyeres, explicaba en ForumLibertas, "hemos de aceptar las particularidades y la diversidad dentro de la Iglesia; hay que aceptar a las nuevas comunidades, y también a los tradicionalistas, y superar los malentendidos. Yo me sumo a la solicitud pastoral del Papa por la unidad de la Iglesia". Él, formado en la Comunidad del Emmanuel (carismática, que combina la alabanza, la adoración eucarística y la devoción al Sagrado Corazón), acogió comunidades de muchos tipos: tradicionalistas, carismáticas, misioneras, monásticas, sacerdotales... "Me encantaría tener a todas las comunidades del mundo, yo recojo todas las que puedo. No tengo un criterio de exclusión". Parte de la fuerza especial de este obispo es, desde su cercanía, hacer que grupos distintos tengan fraternidad cristiana y trabajen en armonía.

5) Dos claves para renovar una diócesis: el kerygma y que el obispo lo tenga claro

Dominique Rey acudió a Manresa, a Toledo, a Santander y a otras ciudades del mundo para apoyar a los obispos que se daban cuenta de que la Nueva Evangelización implica cambios de organización y de prioridades. "El Señor quiere empezar tocando el corazón del obispo, darle una visión nueva, una visión misionera, una gran conversión para pasar de un enfoque de gestión y mantenimiento a un cristianismo de engendramiento", decía entrevistado en La Razón. "La clave está en insistir en el kerygma, el primer anuncio cristiano. Primero va el kerygma o anuncio, luego la didajé o catequesis, después la vida sacramental y litúrgica y por fin entrar en la vida de servicio o diaconía. Ése es el orden eficaz hoy: pero primero, el kerygma. Después, las nuevas comunidades crean familias cristianas comprometidas, y eso es un signo de que están renovando la Iglesia".

6) Pionero en algo hoy extendido: la dimensión misionera de la adoración eucarística

En 2009, con aquel congreso de Evangelización y Comunión, insistía en que la adoración eucarística tiene una dimensión misionera. Algunos rechazaban esa idea. "la adoración es pietista, no lleva la gente a la calle"; decían unos. "Es aburrida, no atrae gente", decían otros. "Usar la adoración para evangelizar está mal, es instrumentalizarla, la adoración es solo para adorar", añadían unos terceros, muy devotos.

Pero en estos 15 años hay muchos más lugares que ofrecen adoración perpetua, la adoración eucarística se ha difundido entre los jóvenes en distintos formatos, a menudo con música (como es el caso de Hakuna o la Renovación Carismática), muchas personas han encontrado en ella una dimensión sanadora, muchos alejados de la fe se han atraído por el Santísimo expuesto en eventos de evangelización (Nightfever, a veces Holywins) o en horas santas... Parte de eso se irradió desde Toulon, y parte bebía de la experiencia adoradora de la Comunidad de Emmanuel donde se había formado su obispo. Él veía que la adoración aporta el "nuevo ardor" que pedía Juan Pablo II para hacer Nueva Evangelización. Escribió de eso en su libro De l'adoration à l'évangélisation

7) Pionero en entrelazar comunidades y parroquias

En Toulon se probaron distintas fórmulas, y se siguen probando, para avivar las parroquias con comunidades. En el encuentro Transforma 2023 en Alicante se explicaron las claves para que funcione. "Todo tipo de comunidades (sean carmelitas, oratorianos, carismáticos o de otro tipo) pueden ser beneficiosos para una parroquia. Las únicas comunidades que no encajarían con lo parroquial serían las de estricta vida contemplativa", explicaba David Homedes, hoy párroco en la diócesis de Toulon.

Lo específico de Toulon es integrar la comunidad en lo parroquial, y usar distintos tipos. ¿Ventajas? El sacerdote no se siente solo, ni siquiera si le cambian de parroquia; evangeliza con un equipo, lo que multiplica su eficacia y cercanía a la feligresía; multiplica el número de fieles acompañados; los hermanos de comunidad son iguales con los que puede abrirse y compartir éxitos y fracasos con sinceridad...

8) Ni Iglesia sin carismas ni carismas sin Iglesia

"La Iglesia sin carismas se muere, es mero funcionariado; los carismas sin la Iglesia, por su parte, son secta y narcisismo", advertía Dominique Rey en el Encuentro Nacional en Madrid de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu en octubre de 2019. Su predicación insistió en sus grandes temas: gestionar la diversidad y la unidad, dos cosas que Dios quiere. "En una sociedad de fotocopias y mimetismo, de uniformización para todos, es un reto para cada cristiano encontrar su sitio único. Uno crece en compañía de otros", explicaba. Y hablaba también de la obediencia y la vigilancia acompañante.

"Es importante someterse a una autoridad, y cuanto más extraordinario sea el carisma, más importante es someterse en obediencia a la Iglesia", decía. Lo ordenado es poner los carismas al servicio del bien común. "El obispo o sacerdote o responsable debe tener actitud de vigilancia y también ascética, buscando no implicarse demasiado afectivamente, sin perder capacidad critica, pero desarrollando benevolencia".

9) La sanación existe, pero ha de llevar a la relación con Cristo

"Jesús desarrolló su ministerio a partir de la sanación, más allá de la curación física, también la interior", explica el obispo. Las oraciones de sanación deben llevar a la persona a una relación con Cristo, y eso incluye asociarse, en algún momento, a la cruz de Cristo. Hay que desconfiar si se predica un dios que libra de todo sufrimiento en este mundo". Además, recordó, Jesús no curó a todos los enfermos, pero sí consoló y acompañó a todos. Él pasó por el dolor y sigue actuando en nuestro dolor hoy", explicó ante una multitud de carismáticos en Madrid en 2019.

10) Hay que salir a la calle e ir a las periferias

Evangelizar en las calles fue lo que le despertó la vocación de entrega, explicó. "Recuerdo mi primera vez evangelizando en la calle. No es que me apeteciera mucho. El grupo estaba cerca de mi lugar de trabajo. '¡Ahora salimos y me vais a seguir', dijeron. ¡Y nos pusimos junto a mi trabajo, el Ministerio de Economía! Y yo con mi cuaderno de canciones, rezando intensamente. ¡No para encontrar a la gente, sino para no encontrarme a nadie! Pero fue una experiencia fabulosa. Una gente me dijo: '¡Sois la secta más simpática que he encontrado jamás!' Aquello cambió mi vida, dejé mi trabajo y decidí vivir en comunidad. Sentí que Dios me llamaba a dejarlo todo".

De párroco, probó varias cosas. "Siendo párroco en un barrio de prostitución en París abrí un bar, entre un sex shop y una tienda de lencería fina. Puse una estatua grande de María en el escaparate del bar. Un chaval del barrio me dijo: ¡creo que es la única Virgen del barrio! Pero mucha gente sin relación con la Iglesia se acercaba al lugar. Venían, hacían preguntas, se sentían acogidos. Dos personas pidieron el bautismo a partir de encuentros en ese bar. Y ya de obispo en Toulon, en la Costa Azul, abrimos pequeños bares junto a las iglesias, lugares de encuentro. Allí hay gente con heridas, que puede ser acogida. Puedes desarrollar con paciencia y empatía relaciones e invitar a quien quiera a tener una experiencia en la iglesia. Hay que tener audacia para ir a periferias, como dice el Papa Francisco. También tenemos casas de acogida para personas solas, en familias rotas. Y Jesús también buscaba a personas con problemas".

¿Por qué Roma no premia a Dominique Rey?

En el Transforma 2023 de Alicante, David Homedes, desde su experiencia como sacerdote diocesano español en Toulon, recogía las preguntas de muchos. "Todos os preguntáis: ¿qué está pasando en Toulon, por qué oímos cosas raras de Toulon?", planteó con franqueza David.

"El obispo Dominique Rey fue valiente y generoso, quizá demasiado, y en Toulon acogió propuestas arriesgadas, que otros no acogían. Ha dado oportunidades a mucha gente, y alguna ha salido mal, y entonces le han señalado. Dominique Rey ha ordenado a unos 170 sacerdotes, y de ellos ha habido problemas con 10 o 12. ¡Claro! ¡Si no ordenas ninguno, como pasa en otras diócesis, no habrá problemas! El Papa dijo que una iglesia encerrada se enferma, y que es mejor una Iglesia en salida, que se arriesgue, aunque a veces se accidente por salir".

David Homedes, reflexionando sobre las iniciativas que se desvían, planteó: "Incluso una comunidad que se desvíe en cierto momento, puede haber estado dando buenos frutos durante años", señala David. Y siempre se puede reconducir, especialmente si se acompaña y se vigila a tiempo.

Añadió además que en el caso concreto de Toulon, hay al menos dos obispos franceses que no soportan al obispo Rey y maniobran para perjudicarle en la medida que pueden.

Eso ayuda a entender algunas de las cosas que han sucedido a un obispo evangelizador que ha estado siempre "en salida". Ya no pastorea Toulon, pero sin duda seguirá evangelizando y dando un buen ejemplo.

En una entrevista exclusiva en Le Figaro adelanta que se tomará un tiempo para reflexionar sobre sus 25 años de episcopado. "Luego continuaré en otras formas mi misión al servicio de la Iglesia. Me comprometo a seguir apoyando el desarrollo de proyectos misioneros para promover la Iglesia, en particular aquellos que se enmarcan en estos cinco grandes pilares que son nuestras prioridades: respeto y defensa de la vida y de la familia, compromiso con las personas en fragilidad y lugares de precariedad, cuestiones relativas a la educación y la cultura, la presencia cristiana en los medios y redes de comunicación y, finalmente, la formación cristiana y pastoral de quienes ejercen responsabilidades en la Iglesia y la sociedad".