Javier García, sacerdote diocesano de la diócesis de Santiago de Compostela, es desde hace más de 10 años responsable de Pastoral de Jóvenes de esta diócesis peculiar, siempre marcada por la experiencia del Camino de Santiago y ser ciudad estudiantil, pero que comparte los retos de tantas otras: población envejecida, desafección de muchos jóvenes a la fe...
En el marco del Encuentro Transforma en Alicante, el primer fin de semana de julio, organizado por la iniciativa de renovación pastoral Nunc Coepi, Javier García invitó a ser valientes e implantar cambios necesarios en la pastoral juvenil, aunque en realidad varios de los pasos que recomendaba valen también para la pastoral en general.
Su breve charla de 15 minutos se tituló "Hackeando nuestra Pastoral Juvenil" y se centró en 4 ejemplos "pastoriles" fáciles de recordar.
1. "Cada uno pasea su cabra"
Es un refrán popular en Galicia que significa que es normal que promociones lo tuyo y que otros no lo van a hacer por ti.
Javier García usa la frase para animar a los responsables de Pastoral Juvenil a que se esfuercen en pedir recursos, atención y prioridad para ella. "Tenemos que pasear la cabra de la pastoral juvenil. Cáritas tiene mucha gente trabajando, a sueldo, ¿no? A lo mejor nos gustaría tener gente asalariada dedicada a Pastoral Juvenil, con grandes proyectos", propone.
Señala que en la Iglesia hay temas que se ponen de moda o de campaña un año y enseguida desaparecen. "Hubo un Sínodo de los Jóvenes: ese año nos invitaban a ir a sitios a hablar. Aquello pasó, y ya no nos invitan". Pero la necesidad de evangelizar jóvenes sigue ahí, así que hay que perseverar en promocionar y defender la pastoral juvenil.
El sacerdote Javier García en el encuentro Transforma, en Alicante, animó a "dejar de empujar elefantes", es decir, perder tiempo con cosas que se ha demostrado que no dan fruto alguno.
2. "Deja de empujar elefantes"
Empujar elefantes es inútil, por mucho que le empujes no lograrás moverlo. Lo que quiere decir es que no tiene sentido repetir una y otra vez lo que ya se ha visto que no funciona: si la catequesis de adolescentes tradicional no funciona, si no atrae chicos, si después de la Confirmación desaparecen, si no toman gusto al Señor, si eso se repite cada año, desde hace décadas... ¡cambia las cosas!
Aquí el padre Javier plantea algo muy concreto que sí ha visto que funciona con adolescentes, que son las catequesis de LifeTeen, ya presentes en más de 160 parroquias de España. "LifeTeen consigue que los adolescentes y catequistas y familias estén contentos. Está en parroquias que dejaron de empujar al elefante y probaron algo nuevo", señala.
3. "Hay que matar a la vaca"
Empieza contando un curioso cuentecillo. Una familia pobre, que sólo tenía una vaca, acogió a dos monjes, uno anciano y otro, un joven novicio. El joven quería darles alguna recompensa, pero el anciano ordenó al joven que envenenara a la vaca a escondidas. Al novicio le pareció injusto y horrendo, pero obedeció. Un año después, los monjes pasaron de nuevo por el lugar: la familia, la morir la vaca, se volcaron en un nuevo trabajo, mucho mejor: ¡con él habían salido de la pobreza!
Matar la vaca era radical, pero necesario: era necesario optar radicalmente por matar lo viejo, que les mantenía atados a la pobreza, y arriesgarse a algo nuevo, mucho mejor. Lo mismo pasa en pastoral. "Hacemos itinerarios de pastoral que a nadie le interesa. Si para que funcione la pastoral, hay que matar la vaca, hazlo, haz lo que haga falta. Deja de trabajar para lo que no funciona. Has de descubrir qué vaca has de matar en tu caso".
Es un poco traumático, pero lo viejo e inútil debe morir para dejar espacio a lo nuevo, porque el evangelizador debe ser un administrador eficaz y siervo eficiente de su Señor. Son tareas que nos distraen, cansan, debilitan, agotan recursos y no dan frutos de evangelización: hay que acabar con ellas.
4. "Donde no hay mata, no hay patata"
Llega un momento donde la pastoral juvenil se ha debilitado tanto, que ya no puede pretender nada. Se ve con claridad cuando, simplemente, ya no hay jóvenes. Se necesitan jóvenes para atraer y formar -con amistad y ejemplo- a otros jóvenes, igual que se necesita mata para que salga la patata.
"Si un joven con fe no se trata con otros jóvenes con fe, ni transmitirá ni conservará la fe. Es preocupante si tu grupo de pastoral juvenil consiste en solo dos jóvenes que, además, son jóvenes raros, porque sólo se tratan con adultos. Cuando un joven trata con otros jóvenes acerca de su de fe, puede empezar a vivir la fe".
La asociación Nunc Coepi , dedicada a trabajar con sacerdotes y pastores en la transformación de parroquias y apostolados, se ofreció para ayudar a muchos a "matar a su vaca", "plantar matas" y "pasear su cabra".
El vídeo de Javier García en el Transforma dura 12 minutos, es divertido de ver y hace pensar.