La labor de los misioneros españoles repartidos por todo el mundo sería imposible sino fuera por los esfuerzos de cientos de miles de católicos de a píe que en sus parroquias con su trabajo y su ayuda repercuten en muchas misiones con proyectos que ayudan a miles de personas. Gracias a los donantes se construyen colegios, universidades, pozos o campos de cultivo, y sobre todo, se puede llevar a Jesucristo hasta el último rincón del mundo.
Así quedó manifiesto en la Memoria de Actividades del año 2017 de Obras Misionales Pontificias de España (www.omp.es), presentada este martes 26 de junio por primera vez a los medios de comunicación. El subdirector en España, José María Calderón explicó que la Memoria se ha realizado por dos motivos: por la gran riqueza que supone la OMP para España, y por “reconocer el trabajo y el esfuerzo que se realiza en las parroquias”, que han aportado con sus donaciones (más de 9 millones de euros) casi la mitad de los ingresos totales recaudados el año pasado (20 millones).
Calderón destacó especialmente la labor a nivel diocesano de las parroquias que, en coordinación con la sede central de la OMP, realizan cuatro obras en nuestro país: sensibilización, formación, acompañamiento de los misioneros y colaboración económica.
Trabajo humilde y "a pie de calle"
Josefa Ledo, secretaria de la Delegación de OMP en la pequeña diócesis de Orense durante más de 40 años, explicó que estas tareas se hacen desde los lugares y niveles más básicos. “Esto se realiza a pie de calle, con un trabajo constante, humilde y en ocasiones limitado”, expresó. “Agradecemos especialmente la labor de los voluntarios, que trabajan de forma gratuita, sin ningún salario”.
Ledo, que se encontraba allí en representación de las otras 69 diócesis de España, apuntó también que “la Delegación no es una oficina recaudatoria ni para hacer campañas, sino un centro de vida apasionante al servicio de la Iglesia diocesana y universal”.
La delegada quiso remarcar esta idea. “Trabajo con lo mejor de la Iglesia (…). Cuando hay una catástrofe, la gente huye. Los que se quedan son los misioneros”, concluyó Ledo.
El dinero no pasa por el Vaticano
Según la Memoria, la OMP tuvo unos ingresos de más de 20 millones de euros el año pasado gracias a los proyectos de Propagación de la fe, Infancia Misionera y San Pedro Apóstol; lo que supone una mejora respecto al año 2016 en el que obtuvieron un millón de euros menos. De estos, casi 4 millones se utilizaron para gastos, y 16 millones de euros se pusieron a disposición de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que más tarde, en una reunión anual, decide dónde enviar este dinero.
Calderón ha puntualizado que de esta forma el dinero nunca pasa por Roma, sino que se queda en España aunque se distribuye según lo mandado desde el Dicasterio de la Santa Sede. “Además, al no enviarlo a Roma, evitamos que los bancos quiten parte del dinero con los intereses”, concluyó Calderón.
Casi la mitad de estos ingresos (un 45%) provienen de las parroquias, que el año pasado aportaron un 49% del capital total. Las herencias suponen ahora el 24% de los ingresos frente al 16% de los ingresos totales del año anterior.
Misioneros envejecidos
Según los registros de la OMP ahora mismo hay 11.018 misioneros españoles repartidos por todo el mundo. “Probablemente haya más”, explicó Calderón. “Pero esta cifra está sujeta a muchos cambios, por la movilidad de los misioneros: cambios de destino, regresos temporales… etc”. De estos 11.018, la OMP mantiene un contacto fluido por mail o teléfono con 7.831.
Más de la mitad de estos 11.018 misioneros son mujeres (el 54%), el resto son hombres. Su media de edad es de 74 años. El año anterior, en 2016, había registrados 12.196, más de mil misioneros más. Cada vez hay menos recambio generacional, advirtió Calderón, por “la baja natalidad en España” y porque “hay una falta de vocaciones que se nota en la misión”.
La memoria refleja también que donde hay más misioneros españoles es en Sudamérica, un 55% de los 11.018 misioneros registrados por OMP. Le sigue Europa, "una tierra que también se considera de misión", dijo Calderón, en donde están un 30,15% de los misioneros. En África están el 9,55% y en Oceanía el 0,3%.
Son 374 instituciones las que envían misioneros incluyendo las diócesis. De estas, las que más envían son el Camino Neocatecumenal (551), los Jesuitas (374), y los sacerdotes diocesanos, que son 291.
"Marchar a la misión es lo mejor que te puede pasar"
La presentación finalizó con la intervención del padre Joan Soler, misionero del IEME (misionieme.blogspot.com) que lleva nueve años en Togo, y que quiso agradecer la labor de la OMP y su estrecha colaboración en las misiones.
“Un misionero tiene mucho que agradecer a las OMP”, dijo el sacerdote. “Gracias a ellos, hemos podido construir un colegio en el que ahora hay 400 niños, y que esperamos crezca hasta tener 700”.
Joan Soler durante la presentación de la memoria
“Marchar a la misión es lo mejor que te puede pasar”, explicó Soler. “Allí no tienes nada, y vives sin apegarte a nada”. El misionero ha terminado reiterando su gratitud hacia los donantes de las parroquias y a las tareas de la OMP. “Yo soy la cara visible”, dijo. “Pero detrás de mí hay mucha más gente ayudando”.
Por último, Soler dio un consejo para evangelizar aquí, en España. “Lo importante es estar llenos de Cristo y tener buen humor”, apuntó. “Hay que buscar cosas nuevas, lo antiguo no se aguanta”.
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