El 23 de septiembre de 1968 murió San Pío de Pietrelcina. "Haré más ruido muerto que vivo", había avisado este capuchino italiano. Si ya en vida tenía fama de intercesor milagroso, mucho más tras su muerte. Ahora, José María Zavala, el periodista español que mejor conoce la obra y frutos del Padre Pío, trae a las pantallas la película Renacidos, con 25 testimonios modernos de la actuación del Padre Pío en nuestros días.
"Los mismos prodigios que hizo en vida –conversiones, curaciones, apariciones en distintos lugares del mundo, ya fuese en persona, en sueños o mediante su embriagador perfume-, los repite ahora con creces desde el Cielo", ha explicado el periodista, que con Renacidos afronta su segunda película, después de lanzar en 2018 la emocionante El Misterio del Padre Pío.
Algunos de los protagonistas de "Renacidos", en el preestreno: personas que han recibido milagros del Padre Pío, curaciones, favores, han cambiado de vida, han sanado su familia...
La devoción al Padre Pío ha crecido mucho en España en los últimos años, gracias en parte a los libros de Zavala, y gracias también a los grupos de oración inspirados por el santo fraile y a las peregrinaciones que organizan a Italia, a su pueblo natal y al santuario de los capuchinos de San Giovanni Rotondo. En esas peregrinaciones hay conversiones y transformaciones impactantes. Renacidos recoge algunas.
La película empieza mostrando rostros, las caras de los "renacidos", los que han visto su vida transformada por el Padre Pío. Como Pepa Valdés, una informática sorda, que sufre graves infecciones, sin colon, siempre con su bolsa de suero, pero muy independiente. Un día, en una librería, se sintió observada. La foto de un fraile barbudo la miraba desde la portada de un libro. Ella no era religiosa pero se leyó el libro en dos tardes y se apuntó a una peregrinación, pese a las mil dificultades logísticas por su enfermedad. En San Giovanni Rotondo su vida de fe se transformó completamente.
Un peregrino francés habla de la conversión de su padre, un hombre mundano y promiscuo que llegó al fraile en los años 50. Lo hizo caminando toda la noche desde una estación de tren equivocada. Esperó una semana a poder confesarse con el santo. "Hay que hacer el gesto de acercarse, de decir 'vengo a él'", explica.
El cuerpo de San Pío de Pietrelcina, en San Giovanni Rotondo, es un punto donde muchos sienten su intercesión; los peregrinos cambian de vida al acercarse al santo
"Cuídanos las plantas de marihuana"
Es especialmente atractiva la historia de un joven criado en una familia nada religiosa, rebelde desde los 14 años, que pasaba los veranos en una comunidad hippy-naturista. Pero su padre conoció al Padre Pío y le regaló una medalla del santo. En casa, encontró un libro sobre él. En un verano en la comunidad hippy, nos cuenta, le dijeron: "Cuídanos las plantas de marihuana". Eso le hizo pensar y prefirió irse al Camino de Santiago y reflexionar sobre la fe y el Padre Pío. Se bautizaría a los 18 años.
Pero el padre Pío ha llegado también a personas de fe, que han visto su fe revitalizada y renovada. "Yo tenía una formación muy racional, de jesuitas de Lovaina", explica un sacerdote. Con el Padre Pío, después de 30 años de sacerdote, descubrió el valor de la cruz y la incorporó a su vida sacerdotal, a través del Padre Pío.
Hay también curaciones asombrosas, como la de Ángela, con un tumor cerebral que la abocó a una operación arriesgadísima en 2015. Y, sin embargo, en 9 días (y no en un mes, como otros pacientes) se encontraba ya muy bien. Da calor al corazón verla sonreír y contar su testimonio ante la cámara.
Familias renovadas, matrimonios sanados
Y hay familias renovadas y sanadas, como la de Gema, que al crecer en la fe con el Padre Pío pudo dar el paso a vivir "como hermanos" con su actual marido civil y a examinar la nulidad de su matrimonio anterior. El descubrimiento de la fe y el crecimiento y sanación en su vida sentimental vinieron de la mano.
O la historia de Rosi, que creció con una madrastra maltratadora, acumulando heridas emocionales y rabia, que pudo sanar en Giovanni Rotondo. "El Padre Pío te da la mano y no te deja, ha sido el padre que no tuve", explica, después de poder comulgar por primera vez en 2018.
Hay gente que le pidió gracias al Padre Pío y las recibió: desde un empleo a un corazón para trasplantar a su hija. Hay otros testimonios que recogen los frutos de la cercanía a una religiosa italiana muy próxima al padre Pío, la Madre Esperanza. Un español veterano de la División Azul se ocultó con ella en la Italia de posguerra, escapando de los norteamericanos. En aquellos años de hambre, contempló asombrado que su cazuela no dejaba de sacar comida para multitudes.
Se combinan testimonios modernísimos, de 2017 y 2018, con otros históricos, documentados, de la posguerra italiana o de los años 60
Los testimonios se acumulan, caen uno tras otro, y con contundencia señalan la fuerza asombrosa y transformadora del Padre Pío, no sólo como intercesor o "conseguidor", sino, sobre todo, como padre, es decir, dador de vida, de "vida en abundancia", la vida del Espíritu. Así, al final de la película, una nube de rostros de testigos puede decir: "somos renacidos". Porque ya Jesús proclamaba: "Os es necesario nacer de nuevo". Y el Padre Pío empuja en ese nuevo nacimiento.
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Renacidos se estrena este viernes 15 de noviembre en España y después llegará a cines de Italia, Alemania, Francia, Polonia, México, Colombia, Argentina o Estados Unidos.
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Género: Documental
Duración: 80 minutos
Año: 2019
Dirección: José María Zavala
Producción Ejecutiva: Paloma Fernández-Gasset
Dirección de Fotografía: Vicente Gayo
Música: Javier de la Cruz
Montaje: José Ángel Sánchez Centeno
Distribuye en cine: European Dreams Factory