Halloween tiene además ventajas "comerciales": invita a consumir y sale en las teleseries y dibujos animados de origen norteamericano.
Pero eso no basta para implantarse a nivel popular en los países hispanos. Cuando los niños y jóvenes son los que piden celebrarlo, o cuando en los colegios se implanta, entonces sí arraiga.
Pero Halloween tiene un gran vacío: no tiene verdaderos protagonistas, no tiene rostros, no tiene historias.
Todos conocen, por ejemplo, la historia de los Reyes Magos y los nombres de sus protagonistas (Melchor, Gaspar, Baltasar, el Niño Jesús, María y José, Herodes...). Es un ejemplo de tradición con historia, con disfraces, con caramelos, con niños. En países hispanos nadie conoce el nombre de ningún personaje hallowiniano, ni ninguna hazaña o historia ligada a la fiesta.
Por eso es normal que allí donde los cristianos han querido "plantar cara" a Halloween lo hayan hecho, precisamente, ofreciendo rostros e historias, y una multitud de ellos: los santos.
Como en la fiesta de Reyes es importante celebrarlo en las parroquias, los colegios y en la calle. Es importante implicar a los niños con disfraces. Es importante salir a la calle. Y si se puede, es importante contar las historias de los santos, sus mensajes y evangelizar.
Muchos quieren "emociones fuertes y pasar miedo", y muchos dirán que ¡no hay nada que dé más miedo, ninguna emoción más fuerte, que evangelizar en la calle!
El concepto "Holywins" ("lo santo gana") nace, al parecer, en 2002 en París en una fiesta de Todos los Santos coordinada por la Comunidad de Emmanuel junto con otros movimientos católicos y los jóvenes de la diócesis para salir por las calles a evangelizar, repartiendo 150.000 ejemplares de una revista que hablaba sobre los santos, la muerte, la esperanza cristiana en la vida eterna, y reflexionaba sobre los seres queridos que ya murieron. En la revista había artículos de personajes conocidos en Francia, como la misionera Sor Emmanuel del Cairo, el periodista televisivo Karl Zéro, el caricaturista Piem, y algunos religiosos con buena pluma. Esta era una forma de llegar a los adultos.
Como se ha hecho siempre en la historia desde que los jóvenes son jóvenes, para alejar a la juventud de una noche de "marcha" en un sitio, hay que ofrecer otra "marcha" distinta. Por eso, en noche del 31 de octubre se organizó en la iglesia de San Sulpicio una velada de música, oración y charla, combinando fiesta y espiritualidad, con grupos musicales como Spear Hit, David Hermy, Carisma y Glorious. La parte festiva se celebraba en el atrio, con confesiones y oración en la Iglesia, y adoración a las 23.30.
Desde entonces, en muchos sitios de Europa y América se ha difundido la convocatoria a veladas de oración joven (hasta altas horas de la madrugada) en las vigilias de Todos los Santos.
La diócesis española que lleva más años celebrando Holywins y que cada año lo amplía más es la de Alcalá de Henares. Este año celebra su quinto Holywins (aquí lo explican bien), y han aprendido que es importante involucrar cada vez más a los niños, porque así también se involucra a los padres, y porque se contrarresta el influjo de Halloween en el colegio.
"Este jueves 31 de octubre, en Alcalá vamos a reforzar la oferta para los niños", explica Carlos Cortés, uno de los coordinadores de Holywins, del grupo de evangelización callejera Kerygma y el seminario de evangelización Arde Complutum.
"Por primera vez, desde la diócesis hemos escrito a todas las parroquias enviando materiales sobre algunos santos para las catequesis infantiles [descargue aquí esos materiales], animando a que vengan a la fiesta en la Plaza de los Santos Niños, ante la catedral, y que los niños vengan disfrazados de santos. Así, en catequesis los niños habrán trabajado el tema del cielo, de la santidad, y figuras como San Francisco, Teresa de Calcuta, los Pastorcillos de Fátima o San Martín de Porres. Daremos caramelos a los niños, pero también para repartir".
En la fiesta infantil, de 17.30 a 19.30h, no faltará un castillo hinchable, música y las figuras de televisión que los niños conocen: quizá Bob Esponja celebra Halloween en la tele, pero en las calles de Alcalá -en la "vida real"- celebra Holywins. La diócesis ha encargado la animación infantil al Ministerio Nacional de Niños de la Renovación Carismática.
En cuanto a los disfraces de santos, los hay de todo tipo. La web del Holywins de Alcalá ha recogido algunas ideas (aquí).
Quien tenga una armadura, escudo y espada, puede ser San Jorge. Si le añades alas, San Miguel Arcángel.
Una tela marrón con capucha y una cuerda blanca vale para cualquier santo franciscano.
El vestido de princesa de Carnaval sirve para cualquier princesa santa: Olga, Clotilde, Margarita de Escocia, Eduvigis...
Con un disfraz de vikingo, hacha y escudo redondo eres San Olaf o San Canuto.
Una túnica verde sirve para San Patricio (aunque probablemente él no iba de verde).
Una boina y un pañuelo al cuello bastan para ser un mártir laico de los años 30, como el Beato Ceferino "el Pelé".
Con camisa a rayas y triángulo rojo invertido con una "P", un sacerdote mártir en un campo nazi (el padre Kolbe o Tito Grandma, por ejemplo)
Por supuesto, un traje de soldado romano o de dama romana puede representar a una infinidad de mártires antiguos.
Y una túnica y un manto (recuperado del belén viviente del colegio) sirven para ser uno de los Doce Apóstoles.
Y si al niño le gusta lo "gore" y tiene un disfraz con una cabeza cortada en una bandeja, puede ir de San Juan Bautista Decapitado (un motivo clásico del arte).
Incluso se puede animar a los niños de distintos cursos a ir en grupos temáticos: 6 niños de romanos pueden ser la Santa Legión Tebana; el grupo que junte 12 apóstoles asombrará a todo el mundo.
Lo mejor de los santos es que son muchos, variados y con grandes historias: ¡cuantos más santos, más historias!
Carlos Cortés anima a las parroquias y colegios de todo el mundo a celebrar un Holywins con niños: "en Internet, sobre todo en webs de Estados Unidos, donde los católicos ya tienen mucha experiencia, hay muchas ideas para disfraces y juegos divertidos de Holywins".
En el caso de Alcalá, tras la fiesta en la plaza se celebra la Eucaristía en la catedral con el obispo, Juan Antonio Reig Pla, y al acabar éste envía a los participantes a evangelizar por la calle.
Esto es posible porque Alcalá tiene ya bastante experiencia de evangelización callejera, a través del grupo Kerygma, de la formación en Arde Complutum y porque vendrán otros grupos con experiencia desde Madrid, como Anuncio. "A cada persona que no haya hecho nunca evangelización de anuncio en la calle se le asignará una persona veterana, con experiencia, y así aprende", explica Carlos Cortés.
Después de 90 minutos callejeando, los evangelizadores volverán a la plaza junto a la catedral, donde en un gran altar al aire libre, con focos y buena megafonía, tendrá lugar una Adoración con buena música. "Lo hemos hecho ya en años anteriores, siempre ha salido bien y nunca ha habido ningún problema", explica Cortés.
El "método Holywins" de Alcalá se empieza a extender por España a través de los grupos de laicos o religiosos que participan en verano en los seminarios de evangelización práctica Arde Complutum, aunque falta un elemento clave que sólo se da en Alcalá: que la diócesis con su obispo respalde la campaña, escriba a las parroquias y colegios y active sus recursos.
De lo contrario, las calabazas y los fantasmitas se adueñan de las calles y colegios, y no sólo de los escaparates.
De forma aislada, aquí y allá salen iniciativas de "HolyWins" en los colegios españoles, pero sin salir a la calle. Lo más común y sencillo (como en el vídeo que publicamos, bajo este párrafo, del colegio Nuestra Señora de la Victoria de Antequera) es organizar un festival de disfraces infantiles: cada niño sale al escenario con su disfraz y habla de su santo.
En el colegio Edith Stein, de Madrid (Colegioedithstein.es, de la Fundación Chesterton Educación), los niños no sólo se vestirán de santos, sino que se realizan exposiciones sobre la vida de algunos santos, y concursos de catequesis y canciones. A los alumnos de secundaria se les propone la santidad y coherencia de vida con una mesa redonda en la que participan profesionales cristianos dando su testimonio.
Un paso más es que los niños salgan del colegio a la calle. En el colegio María Auxiliadora de Rawson, Argentina, los niños y los profesores vestidos de santos salieron celebrando una “Peregrinación de los Santos” (simplemente dar la vuelta a la manzana y cruzar la plaza), con una pancarta con el tema "Holywins: los santos ganan", y carteles con el rostro de algunos santos (en este caso, ligados a la espiritualidad salesiana: Juan Bosco, Madre Mazzarello, Domingo Savio y Laura Vicuña). Como siempre, la música es importante para el tono celebrativo: con canciones y guitarras cantaban que "Los santos están pasando por aquí" o "Todos podemos ser santos").
Además, un aspecto valioso de los santos es que ¡cada uno tiene un mensaje! Por eso, escribieron frases representativas de diversos santos en tarjetas, que pueden repartirse en el colegio, entre los niños... o en las calles.
Otra opción es que las frases de santos estén en los caramelos que se reparten.
Pero incluso quien no quiera salir a la calle y prefiera un "Holywins" más tranquilo tiene ideas a su disposición. Por ejemplo, una comunidad del norte de BuenosAires, el grupo de oración misionero ‘Nuestra Señora del Cielo’, de la diócesis de Zárate–Campana, propone celebrar un "Holywins-Noche de Estrellas". La idea base es que "cada santo es una verdadera estrella del Señor, y juntos forman su corona de amor sobre nosotros”, lo que implica también a las personas queridas que fallecieron, "estrellas que iluminaron nuestras vidas: un abuelo, nuestra mamá, un hermano, un amigo..." Proponen encender una vela recordando a “Todos nuestros Santos” y, si se quiere hacer una celebración en comunidad, ofrecen materiales para ello en belendemaria@reinadelcielo.org .
Como suele suceder en la Iglesia, 11 años después del gran "Holywins" de París, estas iniciativas siguen siendo puntuales, aisladas y esporádicas, con honrosas excepciones. Parece que a muchos colegios, incluso religiosos, les resulta más fácil usar alas de murciélago que alas de ángel, brujitas en vez de santos y decir que las gasas en el techo son telarañas, en vez de nubes celestiales.
Pero si los padres, jóvenes católicos, párrocos y profesores concienciados se organizan, Holywins puede convertirse en una gran ocasión evangelizadora. Y a los niños les encantará.