Aunque no sea Sant Jordi, fecha en la que es tradicional en Cataluña regalar una rosa (o un libro), el 1 de octubre se vuelve a presentar una ocasión.
La iniciativa parte de Estados Unidos, pero aspira a ser mundial. La lanza Imagine Sisters, una organización on line para el fomento de vocaciones religiosas femeninas, y ésta es su primera campaña viral.
Se realiza bajo el lema Una monja puede cambiar el mundo, y une para ello la imagen de dos religiosas que así lo hicieron: Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones (y cuya festividad se celebra precisamente el 1 de octubre), y la Beata Madre Teresa de Calcuta, emblema de la caridad en un mundo secularizado.
Hablamos del Proyecto Una Rosa, llamado a verificarse el lunes 1 de octubre. Va dirigido "a todos los católicos del mundo", y se lanza mediante un vídeo 47 segundos (ver abajo) en el que una religiosa explica en qué consiste: "Invita a una joven que creas que podría ser una buena religiosa a considerar la vida religiosa ofreciéndole una rosa. A veces, lo único que hace falta es una invitación".
La rosa es un símbolo particularmente vinculado a Santa Teresita de Lisieux. "Después de mi muerte, dejaré caer una lluvia de rosas", afirmó en su agonía. Y lo cumplió en forma de vocaciones vinculadas a su devoción y de beneficios espirituales a quienes se los solicitaron.
La campaña se fundamenta en algo que muchas de las religiosas que la promueven han experimentado en sí mismas y en otros testimonios: en ocasiones, Dios está llamando a una joven a la vida religiosa de mil maneras, y la que le impulsa a dar el paso final es una propuesta directa e imprevista.
El Proyecto Una Rosa pide a quienes deseen participar en él que difundan el vídeo. Cada semana, Imagine Sisters llega a cien mil personas con su llamada a dar un cambio radical a su vida. Esta vez su objetivo es multiplicar ese impacto.