En 1942, en plena Guerra Mundial, C. S. Lewis empezó a radiar por la BBC una serie de charlas sobre religión que pronto se convertirían en uno de los libros cristianos más influyentes del siglo XX y quizá también del XXI: Mero Cristianismo.
Lewis era filólogo, intelectual, profesor de Oxford, un enamorado de la literatura medieval, los cuentos de hadas y la mitología nórdica. Y era converso al cristianismo.
En 1913, cuando tenía 15 años, abandonó la tibia fe cristiana de su familia. Hasta 1929, con 31 años, no aceptó el teísmo. Su viaje detallado se puede leer en Cautivado por la Alegría: "me rendí, y admití que Dios era Dios, y me arrodillé y recé", explica de ese momento.
Pero aún no creía en las enseñanzas del cristianismo. Eso llegó dos años después, en 1931, después de un largo paseo una tarde de Septiembre con J. R. R. Tolkien y su amigo común Hugo Dyson. Hablaron de cómo los mitos paganos y el deseo del hombre prefiguran una realidad que se cumple de verdad, realmente, en Jesucristo. Al día siguiente de aquella charla, Lewis se convirtió a la fe cristiana. Salió con su hermano en motocicleta hacia el zoo. Al salir, escribe, no creía que Jesucristo fuese el Hijo de Dios, "y cuando llegamos al zoo sí lo creía".
Tolkien, con El Señor de los Anillos, llegaría a millones de personas. Lewis lo haría con sus cuentos de Crónicas de Narnia. Ambos son clásicos ya, no envejecen y tocan innumerables corazones cada generación.
Pero a nivel religioso, las charlas radiofónicas de Lewis de hace 70 años han dado un fruto especial llevando a la fe a mucha gente, que a su vez han influido a otras muchas personas.
Así, Scott Hahn, famoso autor de "Roma dulce hogar" y "La fe es razonable", aceptó plenamente el cristianismo en su juventud y realizó su primera oración adulta de aceptación de Cristo después de leer "Mero Cristianismo".
El recientemente fallecido Charles Colson, que sería fundador del extenso movimiento evangélico Prison Fellowship, premio Templeton y uno de los grandes promotores de la Declaración de Manhattan y la iniciativa Evangélicos y Católicos Unidos, siempre a favor de alianzas por la vida y los valores, se convirtió en la cárcel, leyendo Mero Cristianismo.
Francis Collins, uno de los líderes del proyecto Genoma Humano, designado por Barack Obama para dirigir los Institutos Nacionales de Salud de Maryland, pilar de la investigación y gestión sanitaria en EEUU, era un joven ateo hasta que, después de morir sus padres, se convirtió leyendo "Mero Cristianismo". Ha escrito el libro "El lenguaje de Dios", sobre cómo lo que la ciencia va descubriendo es compatible con la postura cristiana.
Ya en tiempos del mismo Lewis, el filósofo y divulgador inglés C.E.M. Joad, muy popular por sus programas radiofónicos en la BBC, retornó a la fe cristiana, en parte, por los escritos y los debates públicos de Lewis. Escribió "The Recovery of Belief" sobre su vuelta al cristianismo poco antes de morir en 1953.
Los Cursos Alpha de nueva evangelización, que nacieron en la Iglesia Anglicana, usan con frecuencia ideas y argumentos de C.S. Lewis a quien recomiendan continuamente, especialmente por su libro Mero Cristianismo. Alpha ha llegado a muchos millones de personas en todo el mundo y siempre cita a Lewis.
De él toma el planteamiento del "trilema": o Cristo era un loco, o era un estafador o, si dice la verdad, es quien dice ser: ¡el mismo Dios hecho hombre!
Incluso en pleno siglo XXI se siguen dando casos influyentes, como el de la famosa bloguera Jennifer Fulwiler, que abandonó el ateísmo después de leer dos libros de ex-ateos: The case for Christ, de Lee Strobel, y Mero Cristianismo, de Lewis, como explicó en ConversionDiary. Jennifer escribe ahora su blog en el National Catholic Register, seguido por miles de lectores, visitado por docenas de ateos cada día, y sus ideas y testimonio resuenan con fuerza en el Internet católico.
No es extraño que en la revista Christianity Today figurase como el tercer libro del siglo XX más influyente entre los evangélicos, sobre una lista de 50 (otros dos libros de Lewis aparecían en la lista).
Habría que ver también su efecto entre los católicos, aunque Hahn o Fulwiler no habrían llegado al catolicismo sin pasar por este libro de Lewis, que hasta su muerte se mantuvo anglicano "de centro", con pasión evangélica pero gusto por la sacramentalidad anglocatólica.
Su secretario Walter Hooper, que se convertió al catolicismo tras la muerte del escritor, cree que probablemente Lewis lo habría hecho también dada la deriva extraña del anglicanismo con sus sacerdotisas y teología liberal.
La edición del libro en España, de Rialp, lleva 6 ediciones. Es posible encontrarlo íntegro por capítulos en Internet, pero es un libro que requiere cierta tranquilidad y es mejor leerlo en papel y llevarlo en el bolso, a la playa, etc...
También es posible escucharlo leído en Internet. en inglés en YouTube. En español de América se puede escuchar en www.proyeccioncreativa.com/cslewis/mc .
Tiene mucho sentido este formato, puesto que nació como unas charlas radiofónicas. Planchar o fregar mientras se escucha a Lewis es una experiencia que puede cambiar vidas.
Hay quien dice que el libro no es muy eficaz para ateos que nunca han tenido relación con el cristianismo o ateos militantemente hostiles contra la fe. En cambio, parece ser especialmente bueno con aquellos que están en una situación parecida a la del joven Lewis: gente que creyó saber algo de la fe hasta su adolescencia y luego la descartó, sin conocerla apenas, que es el caso más común en Occidente.
A los 70 años de su emisión entre las bombas nazis, Mero Cristianismo no ha envejecido nada, robustece la fe de los que dudan y abre nuevos horizontes a los que se hacen preguntas. Combinado con otras grandes obras de Lewis, como las Crónicas de Narnia y las Cartas del Diablo a su sobrino, aporta una impresionante dieta al pensamiento y la imaginación.
(Los libros de C.S.Lewis, aquí)