¿Se imaginan a Vicente del Bosque, el admiradísimo entrenador de la selección española que ganó el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, predicando a Cristo en las parroquias, encuentros juveniles y en jornadas evangelizadoras? ¡Quizá incluso en las universidades!
Su fe católica es bien conocida, como la de tantos otros deportistas españoles, pero nadie ha entrenado a estos deportistas católicos para evangelizar ni predicar ni hablar en público de su fe.
Incluso es posible que a muchos atletas y campeones deportivos les diese vergüenza si se lo propusieran.
Sin embargo, estos deportistas y ex-deportistas a menudo acuden a hablar de valores como el esfuerzo, el compromiso o el trabajo en equipo en los más diversos foros. A veces no solo tienen un ejemplo y un palmarés, sino también buenas capacidades comunicativas. Puesto que muchos son católicos, ¿por qué no invitarlos a evangelizar? Pero no solos, sino ayudados y acompañados.
Esto es lo que ya hacen en Estados Unidos en la asociación "Atletas Católicos por Cristo" ( http://www.catholicathletesforchrist.com ). A ella pertenecen atletas y deportistas en activo, entrenadores, deportistas ya retirados, periodistas deportivos, capellanes de diversos equipos y un completo elenco de consejeros eclesiásticos, incluyendo varios obispos y predicadores famosos como el padre Benedict Groeschel, de los Frailes Franciscanos de la Renovación (los famosos "frailes grises del Bronx" que a menudo evangelizan con el baloncesto y otrios deportes).
La asociación cumple dos grandes funciones. Por un lado, forma a los deportistas y ex-deportistas en la fe, la refuerza, les da argumentos, doctrina, lazos de amistad entre ellos. Cuando dejen la vida deportiva activa tendrán aún esos lazos humanos y esa formación espiritual. En sus encuentros vienen expertos en apologética como Patrick Madrid y buenos predicadores católicos, que se adaptan a su público y les dan las herramientas para crecer en su fe.
La segunda función es entrenar a algunos de ellos para que sean predicadores o evangelizadores. Les enseñan a contar su testimonio en público, a hablar de su fe en primera persona, a partir de su vida deportiva para pasar a hablar de virtudes y valores humanas y luego enlazarlas con las enseñanzas bíblicas y cristianas. Les preparan para hablar de forma eficaz y directa ante los jóvenes que les admiran.
Entre los deportistas preparados para acudir a cualquier encuentro juvenil a dar su testimonio están la esquiadora olímpica Rebecca Dussault, el triatleta y "hombre de hierro" Brad Seng, la ex jugadora de softball Lauren Bauer (una entusiasta cursillista), el quarterback de los Jets Kellen Clemmens (le firmó una mitra a Benedicto XVI en Washington en 2008) y numerosos ex-jugadores de beisbol y fútbol americano.
En Catholic Athletes for Christ también se puede contar con las enseñanzas de diversos entrenadores y seleccionadores ya retirados, y con la participación de algunos populares periodistas deportivos.
Por último, es posible contar con la eficaz predicación de los sacerdotes capellanes del Indy Racing, los Jacksonville Jaguars o los Houston Texans. Como es evidente, predicar a los de la propia afición es doblemente agradable. En total, aunque a la asociación pertenecen muchas más personas, ofrecen unos 40 oradores para eventos.
El fundador y presidente que ha potenciado la asociación es Ray McKenna, un experto en la evangelización a través del deporte, organizador de equipos evangelizadores ligados a la liga nacional de beisbol, al fútbol americano profesional, al boxeo y a programas de deporte juvenil. Participó en la convención deportiva del Vaticano de 2005 y entre sus temas preferidos para predicar están "Jesucristo, modelo de masculinidad, modelo de humildad"; "La victoria disfrazada de derrota: la salvación por la Cruz", "Jugando y rezando para ganar" y "El sentido del humor de Dios".
¿Qué haría falta para que se organizase una asociación similar en España y en otros países hispanos?