“Católicos Regresen” (“Catholics Come Home” www.catholicscomehome.org) es una iniciativa impulsada por el estadounidense Thomas Petersson y su equipo. En 1997 desde la diócesis de Phoenix (Arizona), pidieron a Peterson que les ayudara a invitar a católicos inactivos a regresar a la Iglesia por el Jubileo, y él comprendió que tenía que poner sus talentos “no para mi propio beneficio, sino para la Iglesia”. Según la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU, cada año unos 100.000 católicos estadounidenses se alejan de la Iglesia.
Así comenzó esta campaña que emplea emocionantes anuncios en televisión y en Internet. Los anuncios preparados para esta campaña muestran imágenes de las diferentes realidades de la vida eclesial acompañadas de mensajes con los que los creadores quieren recordar al espectador lo que era acudir a la parroquia en su infancia o juventud y sentirse arropado por la comunidad. Según la organización, el presupuesto de la campaña durante el 2011 ha sido de 4 millones de dólares y los anuncios se han emitido más de 400 veces en inglés y en español en canales como CBS, Fox News, CNN o NBC desde el 16 de diciembre hasta el 8 de enero de 2012.
La campaña recuerda que la Iglesia es una familia de todas las razas, que defiende la dignidad de toda vida humana, que guiada por el Espíritu Santo la Iglesia Católica conservó y seleccionó los libros de la Biblia... El anuncio termina diciendo: "Si has estado alejado de la Iglesia Católica, te invitamos a que eches otro vistazo”.
Según la organización, las diócesis estadounidenses que han empleado este método han visto como aumentaba la asistencia a la parroquia, pero como explica Sherry Weddel en su artículo “Los católicos vienen... ¿Qué haremos?” los miembros de algunas diócesis que han recurrido a CCH “se han encontrado con que un año más tarde los números [de fieles en la parroquia] habían vuelto a ser los mismos que antes de la campaña”.
Weddel, investigadora del Catherine of Siena Institute, afirma que los frutos a largo plazo dependen de la parroquia y ahí radica el problema. “Lo que la campaña de CCH hará es atraer a algunos buscadores espirituales a varias puertas, de vuelta a la misma cultura parroquial que no supo como llegar a ellos en primer lugar”.
“No tiene sentido salir a la calle a dar el kerygma si nuestro grupo o parroquia no está preparada para acoger y recibir a los nuevos conversos o personas que se interesan”. Esta es la postura que presentó en el pasado Congreso de Nueva Evangelización de Manresa el padre Andrea Brugnolli, responsable del proyecto italiano de evangelización joven Centinelas de la Mañana.
Este proyecto pide que se cuide no sólo el anuncio inicial del kerygma, sino también la acogida de las personas que acuden interesadas. En este movimiento los jóvenes aplican un método llamado “La Barca”, que consiste en recibir en pequeños grupos a los nuevos miembros que, probablemente, no estén preparados para entrar directamente en la vida parroquial activa. Se cuida mucho la acogida posterior al kerygma, puesto que de esa forma se realiza una evangelización profunda.
Según Sentinelle del Mattino (www.sentinelledelmattino.org), las “etapas” de las que consta la barca son las siguientes:
-Cena: se acoge a las personas con una buena comida.
-Bienvenida: la acogida es el secreto de la Barca.
-Charla: un estilo particular de formación.
-Alabanza: es la forma empleada para iniciar a los asistentes en la oración.
-Orar por los hermanos: se propicia de esta forma la confianza entre los asistentes.
De esta forma las personas que sienten una inquietud o una llamada van creciendo en la fe y la comunidad sin tener que entrar de lleno en un ambiente tan concreto como es la vida parroquial.
Otro posible sistema es el de las células parroquiales, de grupos pequeños con oración y formación y gente que se conoce y apoya, aunque deberían estar preparados para incorporar a personas nuevas, con una fe muy incipiente y poca formación.