El diario vaticano L’Osservatore Romano publicó un artículo en el que da a conocer la propuesta de dos obispos italianos para evangelizar los centros comerciales, en el marco de la iniciativa "Nuevas formas de pastoral del ambiente".

El artículo de la edición de ayer aparece unos días antes que, el próximo 9 de enero, los arzobispos y obispos involucrados en la "Misión Metrópolis" –que busca promover la nueva evangelización en 12 ciudades europeas antiguamente cristianas y ahora secularizadas– se reúnan en Roma convocados por Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

El texto de Fabrizio Contessa recoge las reflexiones del presidente del mencionado dicasterio, Mons. Rino Fisichella; y del Arzobispo de Turín, Mons. Cesare Nosiglia.

Antes de la Navidad, el primero celebró una Misa en uno de los más grandes centros comerciales de Roma; mientras que el 3 de enero el segundo sugirió abrir oratorios en estos recintos similares a los de Don Bosco en su tiempo.

Los centros comerciales, dice Contessa, se han convertido en espacios que "progresivamente han ocupado el lugar de las plazas y los círculos, de los sitios de reuniones de un tiempo. Una realidad que ciertamente no puede ser ignorada por quien tiene responsabilidades pastorales".

Mons. Fisichella considera que, como los centros comerciales son lugares de encuentro, no pueden estar fuera de la "pastoral del ambiente". Sin embargo, dijo, esto "no sustituye y no se coloca como una alternativa a las parroquias, sino que por el contrario cada centro comercial se encuentra dentro de un territorio de la parroquia por lo que son espacios para la nueva evangelización que los párrocos no pueden ignorar".

El Arzobispo dijo que en su opinión los centros comerciales son las nuevas "ágoras" del tiempo de San Pablo y señaló que "las luces de los centros comerciales pueden ilusionar a las personas haciéndolas creer que pueden alejarse de sus propios problemas. Pero no es así. Todos los hombres llevan en el corazón la nostalgia de Dios y van siempre en su búsqueda".

Por su parte Mons. Nosiglia afirma en su carta pastoral de inicio del año que para hacer frente a la crisis de los jóvenes, que va más allá del aspecto laboral y que tiene un profundo trasfondo religioso, "tal vez deberíamos abrir nuestros oratorios también en centros comerciales y en los lugares de entretenimiento".

O tal vez, concluyó, "proponer servicios educativos realizables de manera cooperativa también en los locales de los oratorios o de congregaciones religiosas".