La juventud del obispo de Solsona, Xavier Novell, de 42 años, fue noticia en España cuando fue designado por el Papa para regir la diócesis catalana, en diciembre de 2010. Y lo ha sido también fuera de España con ocasión de la JMJ, por tratarse de un prelado muy acostumbrado al trato con los jóvenes, a quienes ha dedicado recientemente un libro en forma de carta.
El diario francés La Croix le entrevista este lunes sobre el valor de la Jornada y sobre el futuro de la Iglesia española, y monseñor Novell responde con realismo: "Este acontecimiento dará frutos en Madrid y alrededores, pero en España hay también regiones muy secularizadas. En estas regiones, los jóvenes católicos consideran que hay que cambiar la Iglesia, que no funciona, que debe proceder de otra manera. Pero esta actitud no da frutos", afirma.
Según el obispo catalán, una parte de los jóvenes "está comprometida en las parroquias y en los movimientos, y están formados y preparados. El éxito de la JMJ es una muestra de su trabajo, de su presencia, de su capacidad para movilizar a sus amigos, un poco menos comprometidos con su fe que ellos".
A preguntas de Loup Besmond de Sennevillel entrevistador, Novell explica la gran diferencia entre esta generación católica y la anterior: "Los jóvenes católicos españoles llegan a la fe por adhesión, no por tradición. Muchos tienen padres católicos, pero no les siguen a la iglesia, porque sus amigos no comparten su fe y porque están solos".
Sin embargo, se han visto obligados a manifestarse por su fe "a raíz de la imagen negativa de la Iglesia que proyectan los medios de comunicación". Monseñor Novell cuenta cómo en Barcelona han llegado a interrumpir representaciones blasfemas. Y aunque el prelado de Ossó de Sió (Lérida) no apoya actitudes violentas, "comprende estas reacciones".
Además se están poniendo en marcha proyectos de ley que "conducirían a la secularización de la sociedad", en particular los concernientes a la familia y a las relaciones entre hombre y mujer".
Por último, preguntado por qué le diría a los "indignado", Xavier Novell afirma que no está lejos de ellos en muchas cosas, pero "hay grandes injusticias de las que no hablan", entre las que cita "la reconstrucción moral de la sociedad, la defensa verdadera de la familia y la defensa de todos los que tienen oportunidad de vivir". Pero "para cambiar la sociedad no basta con lanzar proposiciones idealistas, ni mucho menos caer en la violencia: a todos nos corresponde construir la sociedad".