El cardenal Antonio María Rouco Varela valoró este lunes en Así son las mañanas de la COPE lo que han sido estos seis días de la JMJ, los cuatro últimos con la presencia del Papa en Madrid.

El arzobispo de Madrid destacó ante los micrófonos la actitud pacífica, respetuosa y alegre de los jóvenes: "Han demostrado mucho más que tolerancia en todos los actos. Viven en la Iglesia la experiencia de Cristo de una forma determinante para su vida y cuando lo manifiestan de forma compartida lo hacen como verdaderos cristianos, tratando al otro como un hermano"

Esta actitud y el extraordinario ambiente de entusiasmo y de oración impactó profundamente a Benedicto XVI, quien "se emocionó muchas veces hasta casi llorar", según desveló el presidente de la Conferencia Episcopal Española. Así que "Madrid ha tenido la oportunidad de conocer a Benedicto XVI de un modo muy original y singular", no sólo por la cercanía mostrada en todo momento, sino por el extraordinario valor de sus intervenciones públicas.

Sus discursos y homilías, según Rouco, constituyen "una suma de predicación, de anuncio de la palabra, en torno a lo más esencial del tema y del lema [Firmes en la fe] y a la experiencia vivida". El hilo conductor de todas sus intervenciones es la cercanía de Dios, que "Dios se hace hombre en Cristo, que está entre nosotros".

Lo comprendieron muy bien los asistentes a la Vigilia de Oración del sábado en Cuatro Vientos. El cardenal Rouco destacó como un momento de particular valor el "inmenso silencio" que guardaron los dos millones de peregrinos ante la llegada del Santísimo: "El estilo de participación litúrgica de los jóvenes fue impresionante y el acto fue de una gran belleza, acompañado de una música excepcional".
 
La JMJ 2011 de Madrid "tendrá mucha repercusión", concluyó el arzobispo de Madrid, y afectará "a las parroquias, a las diócesis, a las organizaciones y grupos juveniles": "Con esta JMJ se ha demostrado que la vida se convierte en una oferta llena de sentido y de gozo cuando se vive a partir de los valores que han demostrado los jóvenes".

Por último, el cardenal Rouco quiso agradecer el compromiso de todas las administraciones, central, autonómica y municipal, con la JMJ, y el "sí" que le dieron desde el principio, y se mostró convencido de que el millón y medio de peregrinos llegados a la capital de España han supuesto "un buen estímulo para la actividad económica de Madrid". Que tanto Gobierno como oposición felicitaran a la Iglesia por el éxito del evento "ha sido uno de los aspectos que más nos han llenado de satisfacción y alegría".