Cinco jóvenes de Reino Unido, Kenya, Estados Unidos, Filipinas y Alemania preguntarán está noche al Papa Benedicto XVI sobre cuestiones relacionadas con la fidelidad, la firmeza en la fe, la universalidad de Cristo, el sufrimiento y sobre cómo iniciarse en la vida cristiana durante la Vigilia que se celebrará en la tarde de este sábado en el aeródromo de Cuatro Vientos con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El primero en preguntar será en británico Paul Hitchings,
convertido al catolicismo hace pocos años. La pregunta es la siguiente:
"Querido Santo Padre: Me llamo Paul y trabajo... y me convertí a la Iglesia católica hace unos años, gracias a la ayuda de unos amigos y estudiando la historia de la Iglesia de mi país. Descubrí que quien encuentra a Cristo se encuentra a sí mismo, descubre su propia identidad. Pero en el mundo actual, la fe cristiana se equipara a otros credos, religiones, y resulta difícil comprender que Cristo es el salvador de todos los hombres. ¿Quién es realmente Cristo? ¿Vale para todos los hombres o sólo para los cristianos?".
Le seguirá la keniana Roselyne Warau Mwangi,
una trabajadora social con marginados y gente muy pobre. A él le preguntará:
"Querido Santo Padre: Me llamo Roselyne, soy keniana y trabajo en Strathmore University. Yo dedico mucho tiempo a trabajar en el campo social, con marginados y gentes muy pobres. Recientemente en mi universidad hemos puesto en marcha unacampaña especial para ayudar a las víctimas del hambre en Kenya, Etiopía y Somalia. Su Santidad ha dicho que en los pobres podemos tocar a Cristo. Es verdad, pero hay veces que no resulta fácil porque, ante el sufrimiento del mundo, especialmente en esta crisis económica, nos preguntamos por el sentido del dolor en el plan de Dios. Cuando los que sufren nos preguntan sobre esto, nos cuesta responder. ¿Cómo hacerles comprender que en ellos está Cristo vivo y sufriendo? ¿Cómo decirles que ellos le importan mucho a Dios?
Por su parte, un joven estadounidense que se casará en unos meses, Robert De Simone, se interesará de como vivir el sacramento del matrimonio:
"Querido Santo Padre, me llamo Robert y me voy a casar, si Dios quiere, dentro de unos meses. El matrimonio cristiano es una hermosa vocación y mi novia y yo buscamos ser felices. Nos damos cuenta, sin embargo, que esta vocación es muy exigente y vemos que muchos matrimonios cristianos, y los jóvenes, no siguen las orientaciones de la Iglesia en la moral sexual y matrimonial. No nos sentimos bichos raros, pero da la impresión de que la moral cristiana fuese para pocos, o que es muy difícil cumplir lo que Cristo y la Iglesia nos piden. ¿Cómo vivir la vocación al matrimonio con fidelidad?Q".
Mientras, Kritzia Santos procedente de Filipinas, le interpelará por qué debe hacer para no renunciar a sus ideales y a su fe sin alejarse de la sociedad actual al tiempo que lucha para ser testigo de Dios en este mundo:
"Querido Santo Padre. Me llamo Kritzia, y soy filipina. Estoy haciendo un Máster de Desarrollo Comunitario y aspiro a metas grandes en mi vida, como Su Santidad dice en su Mensaje. Pero, en mi ambiente, se entiende por “metas grandes”, el dinero, el poder, tener puestos de fama y prestigio. Parece difícil aspirar a grandes ideales si uno quiere ser fiel a su fe y vivir como cristiano. Quisiera preguntarle: ¿qué hacer para no renunciar a mis ideales, a mi fe, sin alejarme de la sociedad, y luchando para ser testigos de Cristo en nuestro mundo?".
Para finalizar, la alemana Kathleen Hromek, que aún no esta bautizada pero reconoce praticar "un poco" le expondrá que a ella le atrae la persona de Cristo pero que aún no sabe si quiere o no ser cristiana, ya que le cuesta "mucho" ver lo que Benedicto XVI ha dicho en relación a que "Cristo da todo y no quita nada".
"Querido Santo Padre: Me parece que yo soy la menos cristiana de todos los que han hablado. Me llamo Kathleen, soy de Berlín, aún no estoy bautizada, aunque practico un poco. Me atrae la persona de Cristo, pero no sé si realmente quiero ser cristiana, pues, aunque usted ha dicho que Cristo da todo y no quita nada, me cuesta mucho verlo. Si quiero ser cristiana de verdad tengo que renunciar a muchas cosas, y no siento que Cristo se interese mucho por mí... Quisiera pedirle que rece por mí y, que me diga qué tengo que hacer, por dónde debo empezar."